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Roberto Centeno

El Disparate Económico

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Roberto Centeno

Las contradicciones y falsedades de Rajoy

Con la economía española a las puertas de una gran depresión, todo lo que se le ocurre a Rajoy es seguir gastando sin control, mentir como un bellaco y arremeter contra los que denunciamos sus contradicciones, sus incongruencias y sus falsedades. Para Ra

Foto: Mariano Rajoy durante su reunión con Mario Draghi (EFE)
Mariano Rajoy durante su reunión con Mario Draghi (EFE)

Con la economía española a las puertas de una gran depresión, todo lo que se le ocurre a Rajoy es seguir gastando sin control, mentir como un bellaco y arremeter contra los que denunciamos sus contradicciones, sus incongruencias y sus falsedades. Para él, somos el mayor peligro de la economía española. Hay que tener una desvergüenza y un cinismo inauditos para afirmar tal cosa. O sea, que para este hipócrita, que no ha hecho otra cosa que mentir desde que gobierna, el problema no es una deuda pública total de más de 1,4 billones de euros, una cifra que España jamás podrá devolver y que lastrará las vidas de varias generaciones de españoles. El problema no es un Administración monstruosa y una corrupción institucional como jamás se habían conocido. El problema no es un modelo de Estado inviable, fuente de todos los nepotismos y de todos latrocinios que despilfarran el 10 % del PIB anualmente.

El problema no es un sistema bancario ineficiente y corrupto, que para apenas sobrevivir nos ha costado más de 300.000 millones de euros entre dinero, avales, esquemas de protección, Sareb y todo tipo de estafas. De ellos, más de la mitad no serán recuperados jamás y, al contrario que lo que sucede en el resto del mundo, nadie ha hablado al respecto. El problema no es que el grueso del crédito vaya a la economía improductiva y al despilfarro mientras el crédito a la productiva sigue cayendo en picado. El problema no es la destrucción masiva de empleo medido en horas de trabajo y la sustitución de empleo digno por otro que no sólo es indigno, sino también ilegal, con sueldos por debajo del salario mínimo. El problema no es que un 30 % de los niños vivan por debajo del umbral de la pobreza, algo que a Rajoy le importa un pimiento. Ni tampoco que tengamos la peor distribución de la renta del mundo desarrollado, con las mayores diferencias de renta y riqueza de toda la OCDE. Mientras la renta disponible de las familias cae un 3,7%, el patrimonio de las grandes fortunas ha subido un 9,2% hasta junio. Rajoy no tiene vergüenza.

Mantener la ficción y ocultar la realidad

El eje central del discurso de Rajoy y su Gobierno a día de hoy es que la economía está creciendo y que se está creando empleo. Hace un año era que habían puesto en marcha un nuevo modelo de crecimiento donde las exportaciones eran el motor de la recuperación, una mentira ampliamente difundida por todos los medios y “refrendada” por los principales Servicios de Estudios, que no tienen el menor problema en mentir como bellacos para apoyar todo lo que afirme el poder, sea este Zapatero, Rajoy o el Pato Donald.

De momento, lo que tenemos es una aportación al PIB negativa en 0,7 puntos en el segundo trimestre de 2014. Pero como estos tramposos no están dispuestos a reconocer la realidad, han cambiado el discurso sin despeinarse y ahora resulta que es la demanda interna el motor del crecimiento.

En 2013, aportó -2,3 puntos al PIB, pero Rajoy ha obrado el milagro y la aportación de esta ha subido hasta 1,9 puntos en el segundo trimestre de 2014, un milagro que es una pura estafa, un espejismo de la deflación sobre el crecimiento. Estos datos significan que el supuesto crecimiento del PIB en términos reales es una ficción, es sólo el efecto de la deflación sobre las cifras si lo medimos en términos nominales. En España, el consumo apenas está creciendo. Y no podía ser de otra manera, porque resulta que la Encuesta de Presupuestos Familiares nos dice que la rentadisponible de las familias ha caído en un 3,7%.

En cuanto al empleo, el asunto es más sangrante aún si cabe. “La situación de empleo ha dado un giro de 180º”, dice Rajoy muy ufano, y vaya si lo ha dado: España camina hacia el tercermundismo laboral, hacia la precariedad del empleo y hacia los salarios de miseria a toda máquina. El número de horas trabajadas desciende en decenas de millones, mientras que los empleos crecen en cientos de miles según Rajoy y sus secuaces, o en decenas de miles según la realidad. Pero ¿a cambio de qué? Acambio de sustituir trabajos dignos de 40 horas semanales por trabajos indignos –cuando no ilegales– de 10 horas o menos a la semana. Nunca antes se había burlado tanto la legislación laboral en España y los derechos de los trabajadores.

Pues donMario, ustedlo sabe bien, Rajoy no hará las reformas que le corresponden ni por aproximación, y nadie, excepto las grandes empresas, recibirá un crédito ni en 8 ni en 18 meses. Además, los impuestos en España son ya los mayores de Europa. O sea, que el QE (estímulo monetario adicional) sólo permitirá a este Gobierno de insensatos seguir gastando sin freno, seguir hinchando la burbuja y cargar sobre las generaciones futuras un peso que lastrará toda su vida.

La salida de la crisis es una gigantesca patraña

Por si todo lo anteriormente explicado no fuera suficiente, la prueba de las contradicciones y falsedades de Rajoy es que la economía española, según las cifras oficiales, es la que mejor marcha de toda Europa. Esto sencillamente es una broma. La supuesta salida de la crisis es una gigantesca patraña. Nuestro país tiene el mayor nivel de desempleo junto a un nivel de endeudamiento salvaje, pasando por poseer los precios más caros en los productos fundamentales –electricidad, gas, carburantes, telecomunicaciones y servicios bancarios– y con un crédito a la economía real cayendo sin pausa. ¿Cómo España, con unos desequilibrios económicos así de brutales y un patrón de crecimiento insostenible, ha pasado de golpe a ser la “locomotora” de Europa?

Lo único cierto es que en estas últimas semanas se ha producido un sensible deterioro de las expectativas económicas, tanto en el conjunto de Europa como en España, donde la mayoría de los indicadores adelantados muestran un notable debilitamiento. Dentro de este contexto general, la situación económica sólo puede ir a peor, de ahí la urgencia con la que Draghi ha tenido que anunciar la puesta en marcha de la nueva QE, con las máquinas de hacer billetes trabajando a destajo.

Pero, como él mismo ha dicho, esta nueva expansión monetaria no solucionará nada. Tampoco se acometen las reformas necesarias por los Gobiernos. Y una cosa es segura: Rajoy no reformará nada, hará justo lo contrario a lo necesario con tal de mantenerse en el poder como sea, hasta que la deflación nos coma por los pies y nos precipite en una nueva y más profunda recesión.

Con la economía española a las puertas de una gran depresión, todo lo que se le ocurre a Rajoy es seguir gastando sin control, mentir como un bellaco y arremeter contra los que denunciamos sus contradicciones, sus incongruencias y sus falsedades. Para él, somos el mayor peligro de la economía española. Hay que tener una desvergüenza y un cinismo inauditos para afirmar tal cosa. O sea, que para este hipócrita, que no ha hecho otra cosa que mentir desde que gobierna, el problema no es una deuda pública total de más de 1,4 billones de euros, una cifra que España jamás podrá devolver y que lastrará las vidas de varias generaciones de españoles. El problema no es un Administración monstruosa y una corrupción institucional como jamás se habían conocido. El problema no es un modelo de Estado inviable, fuente de todos los nepotismos y de todos latrocinios que despilfarran el 10 % del PIB anualmente.

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