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Europa puede crecer más que Estados Unidos
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Ignacio de la Torre

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Europa puede crecer más que Estados Unidos

Aunque el consenso pronostica que América crecerá más que el Viejo Continente, la realidad puede acabar siendo distinta

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“El consenso no es siempre la verdad”, dijo hace años Guy Sorman.Así, aunque la “sabiduría popular” (y no tan popular) tenga en la cabeza que los EEUU crecen más que Europa, lo cierto es que si analizamos la evolución del primer trimestre y la anualizamos, ya podemos afirmar que el crecimiento europeo (2%) supera al de los EEUU (en la zona del 1,5%).Para todo el año 2015, los estimados siguen siendo desiguales, con el consenso apostando por EEUU creciendo al 2,5% (previsión reducida desde cifras recientes superiores al 3%) y la zona euro creciendo al 1,5% (algo más Europa occidental), previsión a su vez subida desde cifras cercanas del 0,8%.Si sigue la tendencia, puede que los estimados se encuentren y se sobrepasen.

El consenso desde hace ya muchos años, y especialmente desde la crisis, plantea que la economía de los EEUU crece más rápido que la europea.Los motivos son variados.Primero, la financiación de la economía norteamericana está mejor diversificada entre bancos y mercados de capitales,lo que ha ayudado a que el crédito al sector privado se comporte mucho mejor que en Europa;además, los bancos norteamericanos fueron rescatados de un plumazo en 2008, lo que ayudó a una más temprana reactivación del crédito.Segundo, EEUU ha demostrado una mejor capacidad para crecer vía productividad, lo que está ligado a un modelo de innovación más pragmático y exitoso que el europeo.Tercero, correcta o incorrectamente, EEUU no aplicó un draconiano plan de austeridad fiscal, lo que ha ayudado a que el sector público no drenara tanto crecimiento como en Europa.Cuarto, la revolución energética de los EEUU se basa en un principio clave para el emprendedurismo: el que arriesga cavando en su tierra corre con los riesgos y recompensas (petróleo o gas); en Europa si alguien cava y no encuentra, pierde el dinero, y si alguien cava y encuentra, se lo queda el Estado, por lo que nadie cava, y sin embargo queremos importar energía de los EEUU.Quinto y último, la política monetaria en los EEUU ha sido mucho más decidida y menos errática que la de la zona euro, lo que sin duda ha coadyuvado a impulsar la demanda agregada.

Como consecuencia de estos y otros factores, EEUU recuperó hace tiempo el nivel de PIB anterior a la crisis, en tanto que Europa aún no lo ha conseguido.Hoy, la inmensa mayoría del consenso sigue pronosticando de cara a 2015 unos crecimientos para EEUU superiores a los europeos.Sin embargo, los acontecimientos de las últimas semanasnos pueden estar llevando hacia un muy interesante punto de inflexión que podríaprovocar que Europa creciera más que los EEUU.Observemos los factores que están produciendo esta inflexión:

Primero: la divisa.El fortalecimiento del dólar experimentado en tan poco tiempo ha sido uno de los más abruptos en mucho tiempo, posiblemente en décadas. Una gran parte del ajuste se ha producido contra el euro.Esta apreciación del dólar ha redundado en una mayor dificultad para exportar de los EEUU y un tirón de las exportaciones europeas.Con todo, como recientemente afirmaba Stanley Fischer, vicepresidente de la Fed, el dólar fuerte no es necesariamente malo para los EEUU, ya que la debilidad del euro ayudaba a Europa, y una Europa fuerte es algo bueno para los EEUU.

Segundo, el petróleo.EEUU aún se sigue beneficiando de un petróleo barato, pero mucho menos que Europa.Además, la caída del precio del crudo ha provocado una fortísima reducción de las inversiones en exploración y producción en los EEUU, aproximadamente un tercio de los pozos de extracción han sido cerrados los últimos meses, lo que está afectando negativamente a las inversiones y al empleo en el sector.

Tercero, la política monetaria.Mientras la Fed ha anunciado su intención de “replegar velas” iniciando una subida de tipos durante 2015, el BCE se ha embarcado en una política de expansión cuantitativa sin precedentes.Así, aunque la política monetaria de los EEUU sigue siendo laxa, su dirección futura está más orientada hacia la consolidación, para prevenir riesgos de inestabilidad financiera.La prioridad de la europea es acelerar el crecimiento, debilitar la divisa y reactivar el crédito, algo que parece ir consiguiendo.

La meteorología también ha desempeñado un factor, con un durísimo invierno en los EEUU que ha constreñido inversiones y consumo, lo que ha provocado que la tasa anualizada de crecimiento sea inferior a la que se producirá con casi total probabilidad durante el resto del año.

Con todo, las señales de momentum favorable a Europa frente EEUU son evidentes: en EEUU se han observado datos débiles de ventas minoristas, de indicadores de gestores de compra (ISM), tanto en servicios como industriales (este último indicador en mínimos desde 2013), de producción industrial, de construcción, de exportaciones, de iniciaciones de hogares, y más recientemente de un muy decepcionante dato de empleo; en Europa, sin embargo, las señales han sido las opuestas. Así, el crédito se está reactivando, el consumo evoluciona muy favorablemente, tanto el alemán, el francés, el español y más recientemente el italiano;la confianza empresarial sigue su ascendencia, con niveles récord en años en algunos países como Italia;la construcción ha comenzado a subir tras seis años de contracción;los índices de gestores de compra se encuentran en máximos desde hace varios trimestres;la confianza inversora alcanza máximos desde 2007 y las exportaciones evolucionan favorablemente, fenómenos que indican una aceleración del crecimiento económico de la zona euro, liderado por España, y Alemania, pero con una evidente mejora de perspectivas en Francia e Italia.Por último, la economía del Reino Unido, la más importante de la Europa, no de la zona euro, sigue creciendo a un excelente ritmo (2,5-3%).

A medida que avance el año, EEUU recuperará parte del bache afrontado en el primer trimestre, pero la consistencia en la debilidad de sus datos macro pareceapuntar a un ritmo de crecimiento muy inferior al inferido hace unos meses.En Europa está ocurriendo justo lo contrario.De aquí se deduce que no sería descabellado pensar que el consenso vaya ajustando sus estimados de forma que el 2015 acabe, por primera vez en muchos años, con un crecimiento económico en Europa superior al de los EEUU.

Pronto escribiremos otro artículo sobre otra sorprendente realidad: en 2015 la India crecerá más que China.

“El consenso no es siempre la verdad”, dijo hace años Guy Sorman.Así, aunque la “sabiduría popular” (y no tan popular) tenga en la cabeza que los EEUU crecen más que Europa, lo cierto es que si analizamos la evolución del primer trimestre y la anualizamos, ya podemos afirmar que el crecimiento europeo (2%) supera al de los EEUU (en la zona del 1,5%).Para todo el año 2015, los estimados siguen siendo desiguales, con el consenso apostando por EEUU creciendo al 2,5% (previsión reducida desde cifras recientes superiores al 3%) y la zona euro creciendo al 1,5% (algo más Europa occidental), previsión a su vez subida desde cifras cercanas del 0,8%.Si sigue la tendencia, puede que los estimados se encuentren y se sobrepasen.

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