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Crisis y consumo de materiales en Europa: las dos Europas
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Juan Carlos Barba

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Crisis y consumo de materiales en Europa: las dos Europas

El descenso del consumo de materiales como indicador de la gravedad de la crisis muestra dos Europas radicalmente diferentes, siendo España uno de los países que más han sufrido

Foto: Un trabajador del acero, durante sus labores en una fundición. (EFE)
Un trabajador del acero, durante sus labores en una fundición. (EFE)

Muchas veces, algunos indicadores como el PIB no dan cuenta de cómo la gran crisis de la que ahora se han cumplido 11 años ha afectado a varios países de Europa de una forma drástica y, según algunos parámetros como el consumo de materiales, a muy largo plazo.

Uno de los indicadores más fiables de desarrollo económico de un país es el consumo de materiales, ya que estos se usan de forma intensiva en transporte, industria, construcción, infraestructuras, pero también en servicios y consumo doméstico. Es uno de los caballos de batalla del movimiento ecologista, que denuncia que estos incrementos son insostenibles a largo plazo (por evidentes razones de finitud del planeta) y que no hay estrategia para afrontar este problema. Los tecnooptimistas, por otra parte, dicen que el propio sistema productivo de las sociedades modernas se está ajustando, y que eso está conduciendo ya a una desmaterialización de la economía, con elevados estándares de nivel de vida pero un nivel de consumo de materiales cada vez más reducido.

Sin embargo, lo que se observa es una tendencia al aumento del consumo de materiales pareja al crecimiento económico, y solo en ciertos casos la deslocalización asociada a la globalización ha conseguido estabilizar o reducir ligeramente este consumo. Sí que se ve cómo el aumento secular en la eficiencia en el uso de materiales continúa más o menos estable a nivel mundial y en el entorno del 1% anual, pero como el crecimiento económico es mucho mayor, la consecuencia es que el uso global de materiales sigue aumentando.

Lo que se observa es una tendencia al aumento del consumo de materiales pareja al crecimiento económico

En este artículo me voy a centrar en cómo la crisis ha afectado de forma muy diferente a los distintos países europeos y que eso se puede considerar realmente como un indicador del deterioro del nivel de vida de los países en que más ha descendido.

Analizando el incremento o descenso del uso de materiales desde 2007, vemos que hay 11 países donde el uso de materiales ha subido: Suiza, Bulgaria, Hungría, Serbia, Suecia, Polonia, Rumanía, Luxemburgo, Turquía, Noruega y Malta. Como se ve, todos los casos, salvo dos pequeños países con características muy especiales (Malta, que sufre un artefacto estadístico evidente, y Luxemburgo), coinciden en una cosa, y es que no están en la eurozona.

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En el resto de países europeos ha descendido el uso de materiales, y podemos clasificarlos en tres grupos:

-Descenso leve (inferior al 10%): Estonia, Lituania, Eslovaquia, Alemania.

-Descenso moderado (entre el 10 y el 20%): Letonia, Austria, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Bélgica, Francia, Chequia y Reino Unido.

-Descenso grave (superior al 20%): Chipre, Portugal, Croacia, Irlanda, Italia, Eslovenia, Grecia y España.

Como se ve, casi todos los países pertenecen a la eurozona, con la excepción de países que han mantenido o mantienen su divisa anclada al euro, como Dinamarca o Chequia. Los únicos que no están en la eurozona de esta lista son el Reino Unido y Croacia.

Esta coincidencia bastante buena entre gravedad de la crisis y pertenencia al euro sería un apoyo a las tesis que mantienen algunos economistas de que la política monetaria de la eurozona ha sido en buena medida responsable de crear una burbuja crediticia en algunos países, antes de la crisis, por un lado, y de agravar la crisis al no adoptar medidas más agresivas y solidarias, por otro.

Llama la atención que España sea el país donde más ha descendido el uso de materiales desde 2007 (56%)

Llama la atención que España sea el país donde más ha descendido el uso de materiales desde 2007 (56%). Solo Grecia se le aproxima, con una caída del 47%. Esto da idea de la inmensa repercusión de la crisis en ambos países. Cierto que España se ve afectada también por el brutal estallido de la burbuja inmobiliaria, lo que explica en parte su penosa posición, pero si vamos al desglose del tipo de materiales que más han descendido, nos damos cuenta de que tiene que haber algo más. En el caso irlandés, con una inmensa burbuja inmobiliaria también, vemos un 35% de caída en el uso de materiales frente al 5% de combustibles fósiles, mientras que en el español el descenso informado por Eurostat en el uso de combustibles fósiles es del 37%.

Si vamos a los años previos al 'crash' (2000 a 2007), podemos ver cómo a la mayoría de los países, pertenecieran o no a la eurozona, les fue bastante bien, pues en todos ellos aumentó el consumo de materiales de forma notable salvo algunas excepciones. Llama la atención cómo algunos países como Grecia o España tuvieron un 'boom' espectacular, con incrementos del 60% y del 35% respectivamente, lo que abonaría la tesis que mantenemos algunos analistas de que todo ese crecimiento que vimos en la primera década del siglo fue algo artificial en estos países y estuvo asociado exclusivamente a un fuerte endeudamiento exterior que no se invirtió en su gran mayoría de forma productiva. Eso explicaría la gravedad del 'crash' que han sufrido estos países. Esta falta de inversión productiva defendemos algunos que se produjo por la enorme corrupción institucional de estos países, que en el caso español incluía a la mayoría del Ibex (en especial bancos y constructoras) y a los dos grandes partidos políticos que dominaban la escena (PP y PSOE).

Son patéticos los casos portugués e italiano, en que no hubo ningún tipo de 'boom' antes de la crisis y esta les ha afectado de forma inmisericorde

Son patéticos los casos portugués e italiano, en que no hubo ningún tipo de 'boom' antes de la crisis y esta además les ha afectado de forma inmisericorde. Especialmente grave es el caso italiano, que al 12% de descenso entre 2000 y 2007 ha tenido que sumar otro 38% entre 2007 y 2017. En vista de esto, no es de extrañar que hayan sucedido tragedias como la del puente de Génova, fruto de la falta de inversión. Ni tampoco las grandes tensiones políticas que protagonizan a día de hoy tras dos décadas de decadencia que no parece tener fin.

El Reino Unido es otro caso llamativo, pues a un descenso en el uso de materiales del 3% entre 2000 y 2007 sumó otro del 14% entre 2007 y 2017. En este caso no se puede achacar a una falta de política monetaria agresiva, ya que si por algo se caracterizó el Bank of England fue por su rápida y tajante respuesta a la crisis. Las razones de esta decadencia darían y han dado material para multitud de artículos y ensayos, pero a mi modo de ver se debe sobre todo a la instauración de políticas neoliberales a partir de los años ochenta del siglo XX que han deteriorado la formación de buena parte de su fuerza laboral y han eliminado una necesaria planificación y apoyo a la economía productiva.

De forma significativa es en estos dos grandes países europeos donde se están dando los mayores problemas políticos. Dentro de la sociología no están bien determinados los factores que conducen a convulsiones sociales o a cambios importantes de tipo político, sean o no revolucionarios, pero las tesis más convincentes nos hablan de que la razón no es tanto la pobreza de la población como el deterioro persistente y significativo del bienestar material. En España, Portugal y Grecia también hemos asistido a grandes convulsiones sociales y/o políticas.

El uso de materiales está subiendo en toda Europa, salvo alguna excepción, como Grecia, Alemania, Reino Unido y Holanda

En los últimos tres años, estamos viendo cómo el uso de materiales está subiendo en toda Europa, salvo alguna excepción, como Grecia, Alemania, Reino Unido y Holanda. Es siempre arriesgado establecer relaciones directas entre lo material y lo social, pero no deja de dar escalofríos el ver la manifestación neonazi de Chemnitz (Alemania) de hace unos días junto a estos indicadores de deterioro material. Esperemos que no sea así, porque ante una eventual crisis económica global, que tarde o temprano llegará, significaría un aumento de todos estos problemas.

Muchas veces, algunos indicadores como el PIB no dan cuenta de cómo la gran crisis de la que ahora se han cumplido 11 años ha afectado a varios países de Europa de una forma drástica y, según algunos parámetros como el consumo de materiales, a muy largo plazo.

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