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Pensiones y renta variable
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Ignacio Rodríguez Añino

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Pensiones y renta variable

Es Incuestionable. El sistema de pensiones va a cambiar mucho, pero mucho en las próximas décadas. Y no para mejorar el bolsillo del pensionista sino, más

Es Incuestionable. El sistema de pensiones va a cambiar mucho, pero mucho en las próximas décadas. Y no para mejorar el bolsillo del pensionista sino, más bien, para todo lo contrario.

Los datos son evidentes. Cuando en los años 60 la Seguridad Social empezó a pagar pensiones a los jubilados, la esperanza media de vida estaba por debajo de la edad de jubilación, algo que no ocurre en la actualidad. Otra cifra, para los amantes de las estadísticas, es que en el año 1980 existían 2,5 trabajadores activos por cada pensionista, mientras que en el año 2000 eran sólo 1,7, y bajando. Hoy se cobra durante más años y hay menos contribuyentes que alimenten la hucha.

Lo curioso es que los paises que están tomando nota de este desfase, de este déficit oculto, son naciones que podríamos denominar como “en vias de desarrollo”: Bulgaria, Polonia, Kazajstán, El Salvador o Perú, que siguen el camino iniciado por Chile, donde ahora me encuentro. Pero en cuestión de pensiones, sería mejor llamarlos paises “en vías de solucionar el mayor problema del estado de bienestar” o “en vías de evitar desfases en el crecimiento futuro”.

Cuando los compromisos son superiores a los activos, surgen los funding gaps, algo de lo que tienen enorme experiencia determinados sectores privados de la economía, como el de la automoción norteamericana que se ha visto desmantelado en los últimos años ante la pesada carga financiera que imponían sus déficits de pensiones a sus empleados. ¿Qué impide que ocurra lo mismo con las pensiones de los estados “desarrollados”?.

De ahí la necesidad de fomentar los planes privados de pensiones o de que el Fondo de la Reserva de la Seguridad Social invierta en activos que ofrezcan mayor rentabilidad. Como la renta variable. Y es que la bolsa ha obtenido históricamente rendimientos anuales medios superiores a cualquier otro activo. En los últimos 100 años en torno al 10%. Parece claro que a largo plazo la renta variable tiene todo el sentido del mundo.

Ahora que muchos dicen que las bolsas están sobrevaloradas, es cuando hay que reforzar esta idea. Cualquier momento es bueno para empezar a invertir para la jubilación: 100 euros mensuales pueden convertirse con los datos históricos, en más de 200.000 al cabo de 30 años de inversión. Invertir cada mes reduce la volatilidad. No hay que acertar el momento de la compra: comprando en muchas veces se acerca uno a la media.

Los fondos de pensiones son una opción, pero los de inversión son también muy atractivos: dan acceso a los mejores gestores del mundo, las comisiones empiezan a ser competitivas y por ahora son atractivos al permitir el traspaso y el diferir el pago de impuestos por plusvalías .

Quizá no sea el mejor momento de los últimos 4 años para hablar de comprar bolsa, pero mejor hoy que mañana para empezar a invertir en la pensión de jubilación.

Es Incuestionable. El sistema de pensiones va a cambiar mucho, pero mucho en las próximas décadas. Y no para mejorar el bolsillo del pensionista sino, más bien, para todo lo contrario.