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¡Al final no es Armagedón!
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José Ramón Iturriaga

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¡Al final no es Armagedón!

Pero tampoco es que lo peor esté por detrás, no nos confundamos. En las últimas semanas, por primera vez desde que el maremoto financiero se desencadenara

Pero tampoco es que lo peor esté por detrás, no nos confundamos.

En las últimas semanas, por primera vez desde que el maremoto financiero se desencadenara en el mes de agosto del año pasado, han surgido las primeras voces que apuntan que lo peor de la crisis financiera puede estar por detrás. Este cambio en el sentimiento se basa en que se piensa que la actuación tan radical por parte de la Fed ha puesto un suelo en el sistema financiero.

El rescate de BearnStearns ha dejado claro que la Reserva Federal va a hacer todo lo que esté en su mano -y algo más- para salvaguardar al sistema. De eso no hay duda. Están tan comprometidos que incluso también ha habido quien ha señalado que en su opinión se están extralimitando –Volcker, presidente de Fed de 1979 a 1987-.

Y si lo han hecho con un banco lo harán con los demás. El mercado así lo ha interpretado. Desde la intervención, las bolsas ha recuperado casi un 9%. Los diferenciales de los temibles CDS (Credit Default Swaps) –que son una buena medida del riesgo de las instituciones financieras- se han estrechado sustancialmente. Y algunas casas y reputadas personalidades del mercado empiezan a decir que esta es la ola buena.

Yo estoy de acuerdo con que la probabilidad de una catástrofe de dimensiones bíblicas se ha reducido. No parece probable que el sistema financiero tal y como lo conocemos vaya a desaparecer. Hemos estado cerca, pero no vamos a volver a la economía de trueque y a la era de las cavernas. El cisne negro –colapso del sistema financiero- no va a echar a volar.

Pero de eso a que haya que comprar el mercado hay un trecho.

Primero, que el sistema financiero no colapse no significa que no le quede mucho que purgar. Todavía siguen manteniendo en su balances, en sus fondos, en vehículos especiales, activos que no saben como valorar. El desapalancamiento de las distintas instituciones financieras tienes que continuar. Claro síntoma de que a esto todavía le queda para volver a la normalidad es como está el interbancario: como diría Macooy algo tendrá el agua cuando la bendicen. Además hay que recordar que el rescate del banco americano no ha sido gratis. Si no lo saben, es que no eran accionistas del banco. En estos momentos es mejor ser tenedor de deuda que de acciones.

Segundo, que no quiebre el sistema financiero, no quiere decir que en cualquier caso nos enfrentemos a la peor crisis económica desde la segunda guerra mundial. Lo estamos viendo todos los días: revisiones a la baja de las estimaciones de PIB a nivel global, aumentos del paro, revisiones a la baja de estimaciones de beneficio… La crisis ya está en marcha.

Parece que los únicos que no se han enterado han sido las bolsas – a un 10% de máximos ¡históricos!- y el presidente en funciones del gobierno español.

Pero tampoco es que lo peor esté por detrás, no nos confundamos.