Que sea otro el que gane el último duro

Siguiendo la línea de pensamiento de la semana pasada, lo primero que se debe uno preguntar en este momento es si el rebote iniciado el 6 de marzo se puede dar por concluido o no. En palabras más técnicas, si la sub onda 4 de la onda 5 principal que se inició el 6 de enero ha terminado ya.

 

Hoy por hoy no tengo constancia de que el rebote se pueda dar por concluido. Sin embargo, hay varios elementos que pueden darnos a entender que no se está lejos del final del mismo, tal y como quedará descrito a continuación.

 

En la conclusión de la semana pasada se comentó que la sub onda 4 debería tener una amplitud temporal equivalente a la sub onda 2. Puesto que el rebote empezó el día 6 de marzo, deberíamos ver su final entre el final de esta semana y el final de la semana que viene.

 

Por otro lado, la amplitud cuantitativa debía ser equivalente a la sub onda 2. Puesto que la amplitud de la misma fue de un 50% de la sub onda 1, la amplitud del actual rebote debía ser equivalente; es decir, se debía alcanzar los entornos del 770 del SP500.

 

El nivel de los 770 del SP500 se alcanzó el lunes pasado e incluso se superó al día siguiente. Pero esto no es un motivo suficiente como para pensar que el rebote se está agotando. De hecho, existe la posibilidad de que el rebote pueda seguir extendiéndose hasta el verdadero nivel de resistencia que el SP500 presenta en el 805.

 

Este nivel es relevante por varios motivos. En primer lugar, se trata del mínimo de la sub onda 1. En segundo lugar, representa el 61,8% de rebote de toda la sub onda 3. Pero, mucho más importante, se trata del verdadero mínimo decreciente principal anterior. Es decir, es el punto en donde el SP500 logró detener el anterior desplome en octubre del año pasado.

 

 

La pregunta que debemos hacernos es si el SP500 será capaz de llegar tan arriba. Para ello, es importante analizar la situación técnica de otro índice de referencia general.

 

Si realizamos un descuento de ondas en el Dax, al igual que se ha hecho con el SP500, se aprecia que la sub onda 1 de la onda 5 principal marcó su mínimo el 23 de enero en el 4.067. Además, el mínimo del anterior desplome (onda 3 principal) se alcanzó en octubre en el 4.014.

 

Se ve con claridad en el gráfico que el rebote iniciado el 6 de marzo ha alcanzado ya el nivel equivalente al 805 del SP500 lo que eleva la probabilidad de que el final de la sub onda 4 esté ya muy cercano.

 

Por último es también importante centrar la atención en la “limpieza” del proceso de rebote, “limpieza” que se puede medir a través del análisis de los osciladores.

 

En el siguiente gráfico se puede observar la evolución del Dax en base horaria; es decir, cada una de las barras que aparecen en el gráfico adjunto recoge la actividad de los precios a lo largo de 1 hora.

 

Lo verdaderamente relevante de este gráfico es la dicotomía existente entre la dirección de los precios del índice y la dirección del oscilador RSI.

 

Vamos a analizar el comportamiento del proceso de rebote en el que este índice se encuentra. Se aprecia un primer tramo alcista entre el 6 y el 11 de marzo en el que la dirección de los precios es igual a la dirección del RSI.

 

Sin embargo, es también muy evidente que desde el 11 de marzo, el índice ha seguido desplegando máximos y mínimos crecientes (definición básica de tendencia alcista) mientras que el RSI ha desplegado desde entonces una estructura de máximos decrecientes (definición básica de tendencia bajista).

 

Esta dicotomía se conoce con el nombre de “divergencia bajista de RSI” e indica que el movimiento alcista de los precios no es “limpio” sino forzado.

 

Además, se ve también en este último gráfico que la pendiente alcista desde el 13 de marzo es cada vez menor; es decir, los máximos son cada vez menos crecientes. A grandes rasgos se podría incluso decir que el índice está inmerso en un proceso de consolidación lateral que podría perfectamente ajustarse a un proceso distributivo previo a un nuevo tramo bajista.

 

En conclusión, no hay plena seguridad de que el rebote haya concluido aún pero se encuentran argumentos suficientes como para poder pensar que no estamos muy lejos del final. Además, el SP500 se encuentra a tan solo 25 puntos del nivel clave de resistencia o, lo que es lo mismo, a sólo un 3% del mismo.

 

Hay un dicho muy común en Bolsa y, en general, aplicable a cualquier tipo de inversión que versa “que sea otro el que gane el último duro”, lo que me lleva a recomendar en estos momentos no sólo a vender aquello que se haya podido comprar a lo largo de estas últimas sesiones, sino a ir abriendo paulatinamente posiciones cortas de cara a la última fase bajista que queda por aparecer, la quinta onda.