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Prefiero acciones a preferentes
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Jesús Sánchez-Quiñones

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Prefiero acciones a preferentes

Las participaciones preferentes se han convertido en el producto financiero de moda. En los últimos meses se han emitido en España cerca de 12.000 millones de

Las participaciones preferentes se han convertido en el producto financiero de moda. En los últimos meses se han emitido en España cerca de 12.000 millones de euros en este tipo de activo. Son continuas las consultas de ahorradores e inversores preguntando por este ‘nuevo producto’ que le ofrece ahora como inversión estrella su entidad financiera.

 

Han sido numerosos los artículos explicando las características de las preferentes: ausencia de fecha de vencimiento o perpetuidad; tipo de interés elevado pero no garantizado; iliquidez; e incertidumbre sobre el precio recibido en caso de necesitar venderlo.

Las recomendaciones genéricas sobre cualquier producto financiero son poco recomendables. No obstante, para aquel inversor o ahorrador que esté pensando en invertir en preferentes le sugeriría analizar las diferencias entre esta inversión y la compra de determinadas acciones con elevado dividendo, saneada situación financiera y visibilidad en sus resultados.

Un selecto grupo de empresas cotizadas en la Bolsa española proporcionan, a los precios actuales, una elevada rentabilidad por dividendo, superior al 6%. Sin estar garantizados los dividendos a perpetuidad, sí es previsible que se mantengan, al menos en los próximos años. Este es el caso de compañías como Telefónica, Repsol o BME. Otras compañías como Abertis o REE ofrecen menor rentabilidad por dividendo, pero los mismos no parecen correr peligro. Todas las compañías mencionadas cuentan con una saneada posición financiera y generan beneficios recurrentes, que pese a la actual situación de recesión económica, permite augurar, aunque no asegurar, un mantenimiento de los dividendos en los próximos años.

En el caso de las preferentes es habitual la remuneración a un tipo de interés muy atractivo durante los primeros años, para reducirse pasados un par de años. La percepción de la remuneración periódica por parte del inversor está condicionada a la obtención de beneficio distribuible y al mantenimiento de recursos propios suficientes en la entidad emisora.

Si el inversor se inclina por la inversión en alguna de las acciones comentadas tendrá la posibilidad de liquidar su posición en cualquier momento. Su cotización en Bolsa facilita la liquidez. Incluso en algún momento podrá obtener ganancias de capital si la cotización de las acciones es superior a su precio de compra. Por el contrario, quien adquiera participaciones preferentes podrá experimentar serios problemas en la liquidación de su posición por la falta de liquidez en el mercado secundario. Adicionalmente, será muy improbable que el inversor obtenga un beneficio en la venta de sus participaciones preferentes en el mercado. Los emisores suelen incluir una cláusula que les reserva el derecho a amortizar anticipadamente toda la emisión al nominal transcurrido un determinado número de años. Esto sólo ocurrirá si en el futuro las condiciones de financiación del banco implican que la remuneración de las participaciones preferentes es demasiado elevada frente a las condiciones de mercado de ese momento.

En definitiva, el inversor que sea capaz de no preocuparse por las oscilaciones de  las cotizaciones de las empresas cotizadas aquí mencionadas debería sopesar invertir en dichas compañías antes de materializar su inversión en participaciones preferentes. Ambas tienen riesgo, pero al menos en la inversión en acciones es posible obtener una plusvalía adicional al cobro del dividendo.

 

Jesús Sánchez-Quiñones, director general de Renta 4

Las participaciones preferentes se han convertido en el producto financiero de moda. En los últimos meses se han emitido en España cerca de 12.000 millones de euros en este tipo de activo. Son continuas las consultas de ahorradores e inversores preguntando por este ‘nuevo producto’ que le ofrece ahora como inversión estrella su entidad financiera.