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Jesús Sánchez-Quiñones

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Bolsa, confianza y resultados

La Bolsa es uno de los principales indicadores de confianza de la economía, incluso para aquellos que no mantienen inversiones directas en renta variable. Una subida

La Bolsa es uno de los principales indicadores de confianza de la economía, incluso para aquellos que no mantienen inversiones directas en renta variable. Una subida de los índices bursátiles transmite cierta confianza hacia el futuro. Por el contrario, cuando la Bolsa cae con fuerza se convierte en un freno de las expectativas de los agentes económicos.

En este sentido la subida generalizada de las principales Bolsas mundiales de los últimos meses es una buena noticia para la economía. Siempre es fácil encontrar explicaciones que justifiquen a posteriori las subidas o bajadas de los mercados Las causas que pueden explicar las últimas alzas de los mercados de renta variable son diversos:

- Primeras revisiones al alza de las previsiones de crecimiento económico por parte de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Reserva Federal estadounidense.

- Cambio en el tono del mensaje por parte de prestigiosos “gurús” que se han mostrado tremendamente negativos desde el comienzo de la crisis. Roubini, uno de los gurús más pesimistas desde el inicio de la crisis pronosticó la semana pasada el fin de la recesión en EEUU. durante este año.

- Los datos americanos relativos al mercado inmobiliario parecen indicar que podría estar tocando fondo. Las hipotecas siguen siendo el activo subyacente de numerosos productos financieros mantenidos por entidades financieras de todo el mundo. Su cercanía a un suelo de valoración es una buena noticia.

- Los buenos datos de crecimiento de la economía china en el segundo trimestre (7,9%). Aunque sorprende que el sistema estadístico chino sea capaz de calcular su cifra de crecimiento del PIB incluso antes que los estadounidenses.

- Los resultados empresariales correspondientes al segundo trimestre no están siendo tan negativos como se esperaba.

- La enorme cantidad de liquidez inyectada por los Bancos Centrales acaba llegando a los mercados de valores.

- La elevada infraponderación en renta variable de las carteras institucionales.

Pese a todos los puntos anteriores parece prematuro considerar que la evolución de las Bolsas desde marzo, y la espectacular subida de la semana pasada impliquen que hayamos entrado en un mercado alcista:

- Los resultados empresariales, pese a ser mejores de lo esperado en general, han ser matizados. Los beneficios de la Banca de Inversión (Goldman Sachs, JP Morgan, Citi, Bank of America) han sido especialmente favorables por factores coyunturales no recurrentes, como operaciones de trading, asesoramiento y colocación de emisiones o ventas de activos. El negocio bancario básico se ha deteriorado por el incremento del desempleo y de la mora. Por tanto, los resultados de los grandes bancos americanos son difícilmente repetibles en el futuro.

- En otros sectores, como el tecnológico, la Bolsa ha discriminado entre las compañías que han cumplido o incluso mejorado sus expectativas (Intel o IBM) de aquellas otras que han reducido sus previsiones de resultados (Dell o Nokia). En la mayoría de los casos el aumento de los resultados se ha debido a un recorte de los gastos y no a un aumento de las ventas.

- El reconocimiento de pérdidas y la consiguiente recapitalización de los bancos europeos todavía está pendiente de producirse.

La subida de las Bolsas desde marzo sólo ha recogido el descarte del escenario apocalíptico que se descontaba al inicio de este ejercicio. Para los próximos años la inversión en renta variable, de forma selectiva, previsiblemente será uno de los activos más rentables. No obstante, en el corto plazo se debe ser conscientes de los riesgos existentes y no dejarse llevar por la euforia actual del mercado. La selección de valores es clave.

*Jesús Sánchez-Quiñones Director General Renta 4

La Bolsa es uno de los principales indicadores de confianza de la economía, incluso para aquellos que no mantienen inversiones directas en renta variable. Una subida de los índices bursátiles transmite cierta confianza hacia el futuro. Por el contrario, cuando la Bolsa cae con fuerza se convierte en un freno de las expectativas de los agentes económicos.