Tensa calma

Ya ha pasado una semana y, la verdad, es que no hay nada nuevo relevante que se puede comentar. El SP500 logró superar el nivel de resistencia de los 1.062 puntos el miércoles de la semana pasada y, desde entonces, el índice se ha quedado literalmente estancado en los niveles de precio máximos alcanzados. Veamos el gráfico del SP500.

 

 

En el gráfico adjunto vemos que el último tramo alcista se inició entre el 2 y el 3 de septiembre después de lograr detener el pequeño proceso correctivo de finales del mes de agosto sobre la directriz bajista principal (superada en a mediados de agosto), y a unos pocos puntos del soporte principal situado en los 978 puntos.

 

A partir de ese momento, el índice desplegó uno de los tramos alcistas más largos de los que se han vivido desde marzo, con una sucesión de 9 sesiones consecutivas al alza. La mayor parte de la gente suele pensar que tras un proceso alcista de este calibre, se produce una corrección. Pero se olvidan de que las correcciones no siempre consumen precio. En muchas ocasiones que generalmente suelen ser las más alcistas de todas, consumen tiempo, y eso es lo que estamos viendo por el momento.

 

Sin embargo, esta situación no permanece por los tiempos de los tiempos, sino que, más tarde o más temprano, se resuelve en una dirección o en otra. Es decir, el índice termina por confirmar si nos encontramos ante una pausa dentro del proceso alcista o si, por el contrario, nos encontramos ante una distribución previa a un cambio de tendencia.

 

En resumidas cuentas, mientras no aparezcan cierres por debajo de 1.062 en el SP500, se debe percibir el movimiento de la última semana como una mera pausa dentro del proceso alcista actual el cual debería llevarnos, a no mucho tardar, al primer objetivo del Hombro Cabeza Hombro Invertido posible (ver informe de la semana pasada) situado en los 1.090 e incluso hasta la parte alta del canal alcista desdoblado del original (canal de color verde).

 

Por el contrario, cierres por debajo de los 1.062 indicarían la posible aparición de un techo en el índice que, por el momento, debería ser considerado como un techo de corto plazo puesto que los niveles clave de soporte se encuentran aún lejos de los precios actuales.

 

Sólo la ruptura consistente de la zona comprendida entre 1.030 y 1.044 podría indicar que los máximos alcanzados podrían ser algo más que un techo temporal de la tendencia alcista, aunque el verdadero riesgo a la baja no sería plenamente confirmado mientras no se perforase consistentemente el nivel de los 991 puntos.