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Sin crédito a las empresas no hay empleo
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Jesús Sánchez-Quiñones

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Sin crédito a las empresas no hay empleo

Para los que analizamos variables macroeconómicas y expresamos nuestra opinión sobre la situación de la economía e incluso nos atrevemos a realizar previsiones económicas y de

Para los que analizamos variables macroeconómicas y expresamos nuestra opinión sobre la situación de la economía e incluso nos atrevemos a realizar previsiones económicas y de los mercados, nos viene muy bien un baño de realidad de vez en cuando.

El viernes pasado tuve la ocasión de compartir opiniones con un grupo de unos sesenta empresarios de PYMES. Mis mensajes de un crecimiento mundial en torno al 4% el año pasado, este ejercicio y el próximo, la pujanza de las economías emergentes y el importante crecimiento de las exportaciones españolas les dejó bastante fríos. Sus preocupaciones se centran básicamente en la financiación de las actividades de su empresa. No estamos hablando de apalancamiento, sino de financiación de la operativa ordinaria.

Cuanto más factura una empresa mayor es la cantidad de financiación que necesita. Los gastos incurridos en ofrecer un producto terminado o servicio (personal, alquileres, materias primas...) se suelen tener que pagar a los proveedores (y empleados) antes de que se hayan cobrado las cantidades facturadas a los clientes. Aun pudiendo tener una actividad con elevados beneficios, la falta de financiación a corto plazo puede llevar a la suspensión de pagos a la empresa. Esta situación se ve agravada por la extensión de los periodos de pago por parte de las distintas administraciones públicas y la obligación de adelantar el IVA facturado y no cobrado.

Así, aunque una empresa tenga una enorme capacidad de crecimiento, la dificultad de encontrar financiación para dicho crecimiento le impedirá crecer, y por tanto, contratar más personal. Tradicionalmente la financiación de las PYMES ha sido básicamente bancaria, a través de líneas de crédito o de descuento de papel.

En la actualidad, las propias entidades financieras, cajas y bancos, están encontrando problemas para renovar su propia financiación, realizada en gran parte en los mercados mayoristas internacionales. Sólo las principales entidades españolas (no más de cinco) están logrando emitir en los mercados mayoristas internacionales cantidades suficientes para renovar los vencimientos de su deuda emitida.

Al mismo tiempo, las nuevas normas de mayor exigencia de capital implican que las entidades financieras deben incrementar el nivel de sus recursos propios para mantener el mismo nivel de préstamos vivos. A su vez, por el lado del activo, la adjudicación de inmuebles tras la ejecución de las garantías de préstamos fallidos y la pérdida de valor de algunos activos afectan negativamente a sus recursos propios, mermando la posibilidad de incrementar los préstamos concedidos.

En definitiva, hasta que no se clarifique de una vez por todas la situación de los balances bancarios, con la inyección de los recursos propios adicionales necesarios, el crédito a PYMES no aumentará. Mientras esta financiación no fluya será difícil que las empresas pueden crear empleo.

De ahí la urgencia en culminar la reestructuración del sistema financiero español. Cuanto antes se disipen las dudas sobre la valoración de sus activos (suelo, inmuebles, ....), y antes se recapitalicen las entidades financieras deficitarias de capital, antes estarán en condiciones de poder acudir a los mercados mayoristas de financiación antes fluirá el crédito alas PYMES, y antes se creará empleo. Si el FROB tiene que entrar en el capital de las entidades, como así lo menciona el propio Banco de España, no hay tiempo que perder.

En este contexto, el éxito de la salida a bolsa de Bankia y Banca Cívica sin duda ayudaría a clarificar el panorama de las entidades financieras españolas. Mientras tanto las PYMES siguen agonizando por la falta de crédito.

Para los que analizamos variables macroeconómicas y expresamos nuestra opinión sobre la situación de la economía e incluso nos atrevemos a realizar previsiones económicas y de los mercados, nos viene muy bien un baño de realidad de vez en cuando.