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Italia, mal de muchos...
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Jesús Sánchez-Quiñones

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Italia, mal de muchos...

Italia se encuentra ya en un nivel de riesgo superior al que se encontraba España la semana pasada. El diferencial de tipos de interés entre el

Italia se encuentra ya en un nivel de riesgo superior al que se encontraba España la semana pasada. El diferencial de tipos de interés entre el bono italiano a diez años y el bund alemán se sitúa en 300 puntos básicos (en el momento de escribir este artículo).

El problema de la deuda pública de los países periféricos ya no se ciñe a Grecia, Irlanda y Portugal. Ni siquiera se frena en España. Italia ha entrado de lleno en el grupo de los países periféricos potencialmente peligrosos como inversión.

Merece la pena realizar una rápida comparación de la situación de la economía italiana con la española. A primera vista las cifras macroeconómicas italianas parecen incluso peores que las españolas. Su nivel de deuda pública sobre el PIB casi dobla el español (118% frente al 63% de España). La deuda pública en manos de no residentes asciende al 57% frente al 46% en el caso español. La carga de intereses sobre el total de ingresos públicos ascendía en 2009 al 9,9% frente al 5,2% en  España (Tiene más sentido comparar la carga de intereses con los ingresos públicos que con el PIB). Sin embargo, pese al elevado nivel de deuda pública, los niveles de déficit público durante la crisis han sido sensiblemente inferiores a los registrados en España. Aun así, y pese a no haber alcanzado niveles de déficit del 10% como en España, Italia sigue manteniendo año tras año un déficit público que este año se estima del 4% del PIB.

Italia había logrado situarse fuera de los focos principales de la crisis hasta ahora. La mala recepción por parte de los inversores de su recientemente anunciado plan de ajuste, en el que se posponen la mayor parte de las medidas hasta después de las próximas elecciones generales, las descalificaciones entre los distintos miembros de su gobierno, la presunta implicación de su ministro de finanzas en un caso de corrupción y las filtraciones de un mal resultado de los “estrés tests” de la banca italiana, que se conocerán el próximo viernes, han situado al país trasalpino en el disparadero. No hay que olvidar que Italia afronta durante 2011 el vencimiento del 20% de su deuda pública, y por tanto ha de apelar a los mercados de forma intensa en los próximos meses.

La eventual necesidad de capital adicional en los bancos italianos puede llevar aparejada la de inyecciones de recursos públicos en sus bancos, lo que incrementaría su ya elevado nivel de deuda pública.

La principal diferencia entre España e Italia reside en la deuda exterior neta de cada uno de los dos países. Es decir, cuánto debe cada país al exterior descontadas las inversiones financieras de dicho país en el extranjero. En el caso de España, dicha cifra se encuentra en el 86% del PIB mientras que en el caso de Italia apenas llega al 20%. Tener un ratio elevado de deuda externa neta implica una mayor dependencia de los inversores extranjeros y, por tanto, mayor dependencia de los “mercados financieros”. No obstante, desde que compartimos una moneda única, el sesgo de inversión nacional en cada uno de los países se ha reducido. Italia no tiene ninguna garantía de que sus nacionales, bancos, empresas, o particulares, sigan invirtiendo en su deuda pública en lugar de hacerlo en otros activos en euros no italianos.

La crisis de deuda europea ha saltado a un escalón superior. La incorporación de Italia a las turbulencias implica que la solución que adopten las autoridades europeas no se puede limitar sólo a Grecia. Tras el país heleno esperan Irlanda y Portugal. Incluso encauzados los problemas de deuda de estos tres países, la deuda de España e Italia parecen haber unido sus destinos. El peligro de un efecto dominó es claro. El tabique de contención del euro ya está formado por España e Italia. El futuro del euro dependerá de lo que ocurra en estos dos países.

Parece que Europa sólo toma medidas contundentes cuando los mercados ponen a algunos países del euro contra las cuerdas. Así ocurrió en mayo del año. Previsiblemente no tardaremos en conocer decisiones de calado por parte de las autoridades europeas que intenten reconducir la situación y calmar a los mercados financieros. Esperemos que así sea.

Italia se encuentra ya en un nivel de riesgo superior al que se encontraba España la semana pasada. El diferencial de tipos de interés entre el bono italiano a diez años y el bund alemán se sitúa en 300 puntos básicos (en el momento de escribir este artículo).