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¿Recauda España menos por sociedades que el resto de Europa?
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Juan Ramón Rallo

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¿Recauda España menos por sociedades que el resto de Europa?

España no está ingresando una cantidad irregularmente baja por sociedades. Si quisieramos equiparar la recaudación en términos de PIB con la media de la eurozona, aflorarían 3.300M

Foto: Foto: Corbis.
Foto: Corbis.

De acuerdo con el relato que está construyendo el Gobierno socialista, España vendría a ser un paraíso fiscal para las grandes empresas: una jurisdicción donde las megacorporaciones apenas pagarían impuesto alguno y donde, en consecuencia, las administraciones públicas estarían dejando de recaudar inconmensurables sumas de dinero que alternativamente podrían destinarse a reforzar el Estado de bienestar. De ahí que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, esté promoviendo una vuelta de tuerca al impuesto sobre sociedades: “Hemos de obligar a las empresas a que paguen más para poder disfrutar de unas prestaciones sociales como las del resto de Europa”. Pero ¿realmente España recauda por sociedades una cantidad de dinero anormalmente baja dentro del contexto comunitario?

Acudamos a los datos que nos proporciona Eurostat: en 2016, los ingresos derivados del impuesto sobre sociedades representaron en España el 2,3% de nuestro PIB, apenas tres décimas por debajo de la media de la eurozona.

placeholder Fuente: Eurostat.
Fuente: Eurostat.

Sí, España recauda algo menos por sociedades que la media de la eurozona, pero nada disparatadamente alejado: tres décimas menos que Francia, una décima menos que Austria y una décima más que Finlandia. ¿Cuánto suponen tres décimas de PIB, esto es, ese gran boquete diferencial con respecto a la media de nuestros socios monetarios que nos está impidiendo disfrutar de un Estado de bienestar plenamente europeo? En 2016, unos 3.300 millones de euros: el 0,7% (sí, el 0,7%) de todo el gasto público de ese año o apenas el 5% de toda la recaudación por IVA durante ese ejercicio.

Así pues, no parece que sociedades sea la gran figura tributaria que explique nuestra 'insuficiencia' de ingresos públicos. Claro que, pese a ello, acaso cupiera alegar que, en tanto en cuanto seguimos recaudando algo menos que en el resto de Europa, los incrementos de este tributo resultan plenamente justificables hasta equipararnos con nuestros socios. Al respecto, sin embargo, conviene efectuar dos reflexiones.

La recaudación —como porcentaje del PIB— de la mayoría de impuestos en nuestro país también resulta inferior a la media de la eurozona

La primera: tal vez sea posible aumentar la recaudación de sociedades reduciendo el tributo en lugar de incrementándolo. Eso es lo que sucede, por ejemplo, con Irlanda (país que recauda más que la media de la eurozona con unos tipos impositivos sustancialmente por debajo).

La segunda: España no recauda menos por sociedades porque esté dando un trato fiscal descaradamente privilegiado a las empresas, sino porque, en general, la estructura tributaria de nuestro país es menos gravosa que la del resto de la eurozona. No es que otorguemos un trato diferencial favorable a las empresas, es que la recaudación —como porcentaje del PIB— de la mayoría de impuestos en nuestro país también resulta inferior a la media de la eurozona.

De hecho, basta con que midamos cuál es el peso relativo de la recaudación por sociedades dentro del conjunto de ingresos del Estado para comprobarlo: en particular, España cosecha el 6,7% de todos los ingresos públicos del impuesto sobre sociedades, por encima de la media de la eurozona (6,3%), pero también de Alemania (6,6%) o Francia (5,5%).

placeholder Fuente: Eurostat.
Fuente: Eurostat.

Por consiguiente, es más bien al revés: dada la presión fiscal existente en España, ya estamos recaudando relativamente más por sociedades que el resto de la eurozona. O expresado de otro modo: para equipararnos tributariamente con la eurozona, deberíamos empezar subiendo —y de un modo bastante más agresivo— otros impuestos distintos del de sociedades.

En definitiva, España no está ingresando una cantidad irregularmente baja por su impuesto sobre sociedades. De hecho, aun cuando quisiéramos equiparar nuestra recaudación en términos de PIB con la media de la eurozona, apenas lograríamos aflorar 3.300 millones de euros: una absoluta minucia. ¿Por qué, entonces, tanta insistencia en perseguir impositivamente con más saña a las empresas? Pues porque, como ya hemos indicado en otras ocasiones, los ricos son la excusa para sablear al resto de la sociedad: si un político planea exprimir al conjunto de la población, es imprescindible que antes genere la sensación de que los más ricos van a ser exprimidos con una agresividad incluso superior. No es que los más ricos —en este caso, las empresas— vayan a proporcionarle ningún volumen de recaudación verdaderamente relevante, pero sí se convierten en el soma que hace olvidar sus penas tributarias a la mayoría de ciudadanos impositivamente esquilmados por el Estado. No es una campaña fiscal genuinamente recaudatoria, sino genuinamente propagandística.

De acuerdo con el relato que está construyendo el Gobierno socialista, España vendría a ser un paraíso fiscal para las grandes empresas: una jurisdicción donde las megacorporaciones apenas pagarían impuesto alguno y donde, en consecuencia, las administraciones públicas estarían dejando de recaudar inconmensurables sumas de dinero que alternativamente podrían destinarse a reforzar el Estado de bienestar. De ahí que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, esté promoviendo una vuelta de tuerca al impuesto sobre sociedades: “Hemos de obligar a las empresas a que paguen más para poder disfrutar de unas prestaciones sociales como las del resto de Europa”. Pero ¿realmente España recauda por sociedades una cantidad de dinero anormalmente baja dentro del contexto comunitario?

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