Los datos de la EPA sirven para enterrar definitivamente cualquier narrativa tramposa sobre que el mercado laboral de Madrid esté funcionando peor que en el resto de España
Un camarero desinfecta una mesa tras la marcha de los clientes. (EFE)
Uno de los temas que generaron mayor controversia en el debate de Telemadrid entre los candidatos a presidir la Comunidad de Madrid fue el de los datos del paro de la región en comparación con el resto de España. La candidata de Más Madrid, Mónica García, mostró un impactante gráfico a los espectadores que explicó del siguiente modo:
"Señora Ayuso, usted ha sido la presidenta 'nini': ni salud ni economía (…) El paro ha aumentado el doble. Mire, este es el paro en el último año en España y este es el paro en Madrid. 22% [en Madrid] frente al 11% del resto de España".
Como ya hubo ocasión de aclarar con posterioridad, García se refería a que el número de parados registrados en el SEPE había crecido el doble en Madrid que en el conjunto de España desde el inicio de la crisis. No se estaba teniendo en cuenta, por tanto, ni el efecto base (el número de parados de Madrid era de partida relativamente menor que en el conjunto de España y, por tanto, un incremento similar magnificaba la tasa de variación de Madrid) ni, tampoco, las divergentes dinámicas que se han ido produciendo a partir del momento en que la región apostó por un modelo de gestión sanitaria distinto al del resto del país (distanciamiento social quirúrgico manteniendo en funcionamiento una mayor parte de la economía).
El mensaje que estaba intentando trasladar Más Madrid al electorado —y que luego ha sido amplificado por las terminales mediáticas de la izquierda— era un mensaje incuestionablemente engañoso: a saber, que el mercado laboral de Madrid lo estaba haciendo sustancialmente peor que el del resto del país, cuando los datos más recientes de afiliación a la Seguridad Social (tal como ya se reflejó, por ejemplo, desde este periódico) mostraban todo lo opuesto. Por suerte, los recientes datos de la Encuesta de Población Activa, correspondientes al primer trimestre de 2021, han servido para enterrar definitivamente cualquier tipo de narrativa tramposa sobre esta cuestión.
Primero, la Comunidad de Madrid ha sido la autonomía que más empleo ha creado, tanto en términos absolutos como relativos, durante el primer trimestre de 2021: en particular, entre enero y marzo, se generaron 40.400 empleos, un incremento del 1,3%. Solo Cataluña (33.300 empleos, el 1% más) y Cantabria (1.200 empleos, 0,49% más) forman parte de la liga de regiones que han visto aumentar su ocupación durante este periodo. De hecho, el conjunto de España ha perdido 137.500 empleos, una caída del 0,71%. Si alargamos el análisis a toda la pandemia, el mercado laboral de Madrid no es el que mejor se ha comportado del país, pero sí lo hace mejor que la media: desde finales de 2019 a la actualidad, Madrid ha perdido 63.000 empleos, el 2% del total, mientras que España ha perdido casi 700.000 puestos de trabajo, el 3,8% del total (la diferencia probablemente sea incluso más favorable para Madrid, dado que los ERTE se computan como ocupados y su uso es más intenso en el resto del país).
Segundo, la tasa de paro en Madrid ha bajado del 13,53% en el cuarto trimestre de 2020 al 12,15% en el primero de 2021 (una caída de 138 centésimas); en cambio, en el conjunto de España, apenas lo ha hecho desde el 16,13% al 15,98% (una caída de 15 centésimas). Claramente, pues, no solo es que la tasa de paro de Madrid se ubique apreciablemente por debajo de la de España (al contrario de lo que algunos periodistas han querido transmitirnos durante los últimos días), sino que también está descendiendo más rápidamente. Si comparamos la evaluación de la tasa de paro desde el comienzo de la pandemia, comprobaremos que en el caso de Madrid ha aumentado del 9,99% en el cuarto trimestre de 2019 al 12,15% (un incremento de 2,16 puntos porcentuales), y en el caso de España desde el 13,78% al 15,98% (un aumento de 2,2 puntos porcentuales). La variación, en puntos porcentuales, de la tasa de paro es idéntica en ambos casos, si bien durante la segunda parte de la pandemia ha evolucionado más favorablemente en Madrid. Ahora bien, si calculamos la tasa de variación de la tasa de paro, esta es mayor en Madrid que en España (21,6% frente a 15,9%) por el efecto base antes mencionado: Madrid partía de una tasa de paro menor que la de España y, por tanto, un mismo incremento absoluto se vuelve un mayor incremento relativo.
Pero, claro está, pretender trasladarle a la opinión pública que esta última treta estadística implica que el mercado laboral de Madrid esté funcionando mucho peor que en el resto de España es, simple y llanamente, una mendaz propaganda electoralista. En el primer trimestre de 2021, Madrid fue la locomotora laboral de España.
