Sí subirán los impuestos a las clases medias

Durante los últimos años, PSOE y Podemos nos han contado dos mentiras que se están viniendo irremediablemente abajo durante estos días. La primera, que su objetivo era subir los impuestos a los ricos para así estrechar el diferencial recaudatorio que España mantiene con Europa; la segunda, que Bruselas nos entregará hasta 140.000 millones de euros sin ningún tipo de condicionalidad relevante (el exvicepresidente segundo del Gobierno Pablo Iglesias llegó a acuñar el término “condicionalidad blanda” para describir el resultado de las muy exitosas negociaciones europeas de Pedro Sánchez).

Pero, como decía, ambas mentiras se han desmoronado poco después de que el Ejecutivo haya remitido el plan de reformas a la Comisión Europea y hayamos conocido algunos de los compromisos, nada blandos, que en materia tributaria hemos acordado con nuestros socios comunitarios: a saber, la derogación de la reducción por tributación conjunta, el incremento del diésel, el establecimiento de peajes en las carreteras o la supresión de los beneficios al ahorro previsional. Medidas todas ellas cuyos efectos no se concentran entre los superricos del país, sino que afectan prácticamente a ciudadanos de todos los niveles de renta.

TE PUEDE INTERESAR

La subida de impuestos que prepara Moncloa afectará también a rentas medias y bajas

Javier G. Jorrín

Pero acaso la guinda del pastel fuera destapada este lunes: el Ejecutivo acaba de abrir la puerta a meter mano a los tipos reducidos y superreducidos del IVA (algo que, por cierto, ya advertimos desde esta columna hace apenas una semana). Según María Jesús Montero, si Bruselas presiona en contra del uso abusivo de estas modalidades de tributación minorada (cosa que ya ha hecho reiteradamente en el pasado) y si, además, la comisión de expertos para la reforma del sistema tributario apuesta por modificar este aspecto de fiscalidad sobre el consumo, entonces nuestro audaz Gobierno dará el paso.

En este sentido, reclasificar productos que hoy se hallan gravados al tipo superreducido (4%) o al reducido (10%) para que pasen a estarlo al tipo general (21%) penalizará no solo a las familias con ingresos más elevados, sino también a aquellas con ingresos más bajos: de acuerdo con la AIReF, los hogares con ingresos superiores a 30.000 euros anuales dejan de pagar cada año 10.800 millones de euros merced a estos gravámenes minorados; pero, a su vez, las familias con ingresos inferiores a 30.000 euros se ahorran 7.000 millones. Por consiguiente, aunque los tipos reducidos y superreducidos beneficien más a las familias de renta alta que a las familias de renta baja (en esencia, porque gastan mucho más en los bienes que se acogen a esos tipos minorados), también benefician a las de renta baja: de modo que eliminarlos (o limitarlos) conllevará un incremento de los impuestos a todos los contribuyentes.

TE PUEDE INTERESAR

Hacienda retrasará la subida de impuestos a la próxima legislatura si la recuperación se frena

Javier G. Jorrín

En suma, ahora el Ejecutivo sí se plantea sablear impositivamente a todos los contribuyentes porque Bruselas se lo reclama y porque el comité de expertos para la reforma del sistema fiscal previsiblemente le pedirá que lo haga. Pero seamos conscientes de que esta es una nueva mentira del Gobierno: por un lado, Bruselas solo nos pide que cuadremos las cuentas a largo plazo, no que lo hagamos subiendo impuestos (y, como mucho, nos pide adicionalmente que corrijamos ciertas ineficiencias de nuestro sistema tributario, lo cual podría hacerse con neutralidad recaudatoria); por otro, los miembros del comité de expertos han sido cuidadosamente seleccionados por el Gobierno para que terminen emitiendo un dictamen muy similar a aquel que el Gobierno desea que emitan. Por consiguiente, si PSOE y Podemos terminan subiendo el IVA, no será porque Europa nos obligue a ello o porque un comité de expertos insesgado haya recomendado subir el IVA, sino porque el Gobierno de PSOE y Podemos desea subir el IVA.

A nadie debería extrañarle, por cierto, esa preferencia: ambos partidos de izquierdas han mostrado su fuerte deseo por un Estado más grande que el actual y, para poder financiar ese Leviatán, no hay otra vía que incrementar los impuestos a todos los ciudadanos. No solo a los ricos, sino también a esa clase media y trabajadora cuyos impuestos juraron que no iban a tocar.