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Opa sobre Naturgy: cuando PP, Vox y Podemos coinciden
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Juan Ramón Rallo

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Opa sobre Naturgy: cuando PP, Vox y Podemos coinciden

¿Qué importancia 'estratégica' tiene que uno de los principales accionistas pase a ser un fondo de inversión australiano? Absolutamente ninguna, salvo como forma de envolverse en la bandera

Foto: Foto: Reuters.
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La política hace extraños compañeros de cama, y cuando los políticos carecen de principios, o se alinean con principios antiliberales, las coincidencias entre fuerzas políticas supuestamente antagónicas terminan siendo sonrojantes. Fíjense, si no, en cuál ha sido la posición de las tres principales formaciones políticas españolas (a excepción del PSOE) con respecto a la aprobación por parte del Gobierno de la opa de IFM sobre el 22% de Naturgy.

Empecemos por Podemos, partido que forma parte de ese Consejo de Ministros que ha aprobado la opa:

Los dos ejes del tuit de Podemos son el estatismo y el nacionalismo económico. A saber, el cliché de que los intereses del Estado han de estar por encima de los intereses de la sociedad (y, más en particular, de aquel subconjunto de la sociedad que es accionista de Naturgy) y el cliché de que nuestras economías son —o deberían aspirar a ser— sistemas productivos cerrados y autosuficientes frente al exterior. Por eso, autorizar la opa está mal: porque supone que 'las fuerzas del mercado' se autoorganizan al margen de los presuntos intereses del Estado sobre el sistema eléctrico y de la autosuficiencia productiva y financiera de la economía española.

Vayamos ahora con la reacción de Vox:

En este caso, es fácilmente detectable el nacionalismo económico: el Gobierno acepta vender a fondos de inversión 'extranjeros' (que si son extranjeros deben de ser muy malos) la única eléctrica que quedaba en manos 'españolas' (como si fuera de todos los españoles y no de los accionistas de empresas con sede en España). Al parecer, la venta del 22% de Naturgy a IFM nos despojará de nuestra soberanía energética, algo que no está demasiado claro cómo hemos ejercido hasta la fecha si tenemos la factura de la luz más cara de la historia.

Y, finalmente, comparémoslo con la opinión del PP, expresada a través de Elvira Rodríguez, uno de los miembros del equipo económico de Pablo Casado:

Nuevamente, nacionalismo económico sobre los llamados 'sectores estratégicos' (¿cuáles no lo son?). Que el fondo de pensiones sea australiano, y no español, conlleva el riesgo de pérdida de control (¿por parte de quién?) sobre este sector estratégico. ¿Acaso insinúa Elvira Rodríguez que a PSOE o PP les resulta más sencillo intervenir en Naturgy mangoneando en los consejos de administración de algunos de los principales accionistas con sede en España (por ejemplo, Criteria o CVC y Corporación Financiera Alba) de lo que podrán hacerlo a partir de ahora con IFM?

Al final, se trata de un discurso que busca exacerbar los peores instintos de la sociedad (“los de fuera vienen a conquistarnos”) para desgastar al PSOE incluso cuando acierta o, mejor dicho, cuando no se equivoca del todo: porque sí hay muchas cuestiones que podrían ser criticadas en esta autorización de la opa (desde el excesivo tiempo que ha tardado el Ejecutivo en aprobarla hasta las condiciones en que lo ha hecho), pero desde luego no son las que han sido objeto de la crítica.

Foto: La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño. (EFE)

Que la electricidad sea un 'sector estratégico' no implica que deba ser necesariamente propiedad de accionistas privados españoles: como mucho, podría implicar que ese sector deba estar regulado por las autoridades españolas (imponiendo, por ejemplo, determinadas obligaciones de reinversión interna) para garantizar determinados hitos, si es que tales hitos no pueden lograrse a través del libre mercado. Y esa regulación podrá tramitarse con independencia de cuál sea la composición del accionariado de las eléctricas. ¿En qué cambia que el accionariado sea extranjero para que esas regulaciones puedan desplegarse sobre las centrales y la red eléctrica presentes dentro de nuestro país?

Si estuviéramos hablando de algún tipo de bien o servicio 'estratégico' que dejara de producirse internamente para pasar a suministrarse desde el exterior, el temor podría tener cierta lógica, especialmente en caso de catástrofe global (como guerras o pandemias), puesto que unidades políticas foráneas podrían controlar los términos en que ese bien o servicio 'estratégico' nos es suministrado desde el interior de sus jurisdicciones. ¿Pero con un bien, como la electricidad, que se genera y distribuye dentro de la jurisdicción del Estado español? ¿Qué importancia 'estratégica' tiene que uno de los principales accionistas pase a ser un fondo de inversión australiano? Absolutamente ninguna, salvo como forma de envolverse en la bandera para engañar a los ciudadanos y captar votos a costa del PSOE.

La política hace extraños compañeros de cama, y cuando los políticos carecen de principios, o se alinean con principios antiliberales, las coincidencias entre fuerzas políticas supuestamente antagónicas terminan siendo sonrojantes. Fíjense, si no, en cuál ha sido la posición de las tres principales formaciones políticas españolas (a excepción del PSOE) con respecto a la aprobación por parte del Gobierno de la opa de IFM sobre el 22% de Naturgy.

Factura de la luz
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