Laissez faire
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¿Por qué dice Fitch que la quiebra de Rusia es inminente?
¿Tenemos algún indicio de que Putin no quiera hacer frente a los desembolsos de deuda pública? Sí, dos muy reveladores
La agencia de calificación Fitch ha degradado la deuda pública rusa a solo un escalón previo al del 'default'. A su juicio, el impago de los pasivos estatales de Rusia es “inminente”, de modo que los inversores deberían prepararse para lo que está por llegar. Pero ¿cómo es posible que Rusia, una economía cuya deuda pública apenas alcanza el 20% del PIB (seis veces menos que España), se pueda ver abocada al 'default'? Pues, según la agencia de 'rating', tanto porque Rusia no pueda pagar cuanto y sobre todo porque no quiera pagar.
¿Por qué podría ser el Estado ruso incapaz de pagar una deuda tan escuálida? Pues porque parte de ella se halla denominada en moneda extranjera (euros y dólares) y la Unión Europea y los EEUU han expropiado temporalmente las reservas externas del banco central de Rusia. Además, los ingresos en dólares que recibe del petróleo pueden verse bloqueados por las sanciones impuestas a su sistema financiero. Así las cosas, el próximo 16 de marzo, el Estado ruso ha de efectuar un pago de unos 100 millones de dólares y no está claro que vaya a hacerlo.
Con todo, que Rusia sea incapaz de atender un pago de 100 millones de dólares, equivalente al 0,006% de su PIB, no parece demasiado verosímil. Quizás en el futuro la congelación de sus reservas externas pueda llegar a ser más relevante para explicar la insolvencia sobrevenida del Estado ruso, pero ahora mismo se antoja demasiado temprana. De ahí que Fitch explique esencialmente el 'default' no por la falta de capacidad de pago, sino por la falta de voluntad de pago. ¿Tenemos algún indicio de que Putin no quiera hacer frente a los desembolsos de deuda pública? Sí, dos muy reveladores.
Por un lado, el pasado 2 de marzo los tenedores extranjeros de bonos rusos denominados en rublos debían haber recibido el cobro de 11.200 millones de rublos en intereses sobre su deuda y no lo hicieron. Aún hoy, una semana después del vencimiento, siguen sin recibir el dinero. ¿No estaríamos, por tanto, ya ante una situación de 'default'? No, porque el Gobierno ruso alega que sí ha pagado: ha ingresado el dinero en el NSD (la institución financiera encargada de canalizar los intereses a las cuentas corrientes de los bancos extranjeros) extinguiendo así su obligación. El problema es que el banco central ruso prohíbe que el NSD transfiera rublos al exterior, de modo que el Gobierno técnicamente ha pagado y es el intermediario quien está reteniendo los fondos (por orden del banco central ruso). Claramente, no hay voluntad entre las autoridades rusas de que los extranjeros cobren.
Por otro lado, Putin publicó un decreto el pasado 5 de marzo por el que autorizaba a pagar en rublos la deuda rusa denominada en moneda extranjera (al tipo de cambio vigente en ese momento en el mercado). Como es obvio, si esto sucediera, estaríamos ante un 'default' incuestionable, dado que se sufriría una violación de los términos contractuales de la deuda. Pero el riesgo ahora mismo es ese: que el próximo 16 de marzo el Estado ruso no pague en dólares los cupones de su deuda, sino que los pague en rublos y provoque un 'default' oficial sobre sus pasivos.
Así parecen estar, de hecho, anticipándolo los mercados: el tipo de interés de la deuda pública a 10 años se ubica en el 20% y los CDS de su deuda superan, en mucho, los niveles alcanzados durante la guerra de Crimea.
¿Qué ocurrirá si Rusia deja de pagar a acreedores exteriores? Por un lado, que esos inversores se descapitalizarán, veremos si lo suficiente como para que haya algún susto dentro del sector financiero occidental. Por otro, que Rusia perderá acceso a los mercados: algo que, sin embargo, no debe de preocupar demasiado a Putin porque las sanciones europeas y estadounidenses ya le han privado del acceso a esos mercados.
La agencia de calificación Fitch ha degradado la deuda pública rusa a solo un escalón previo al del 'default'. A su juicio, el impago de los pasivos estatales de Rusia es “inminente”, de modo que los inversores deberían prepararse para lo que está por llegar. Pero ¿cómo es posible que Rusia, una economía cuya deuda pública apenas alcanza el 20% del PIB (seis veces menos que España), se pueda ver abocada al 'default'? Pues, según la agencia de 'rating', tanto porque Rusia no pueda pagar cuanto y sobre todo porque no quiera pagar.
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