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¿Por qué los carburantes se han encarecido más que el petróleo?
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Juan Ramón Rallo

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¿Por qué los carburantes se han encarecido más que el petróleo?

El precio de los carburantes no depende únicamente del coste de su materia prima (el crudo) sino también de los márgenes de la industria de refino

Foto: Un trabajador de una gasolinera de Madrid. (EFE/Fernando Alvarado)
Un trabajador de una gasolinera de Madrid. (EFE/Fernando Alvarado)
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El precio del litro de gasolina o del litro de gasóleo ya se ubica por encima de los dos euros. Suele pensarse que el principal responsable de todo ello es el encarecimiento del crudo, que supera ahora mismo los 120 dólares por barril. Sin embargo, durante 2008, el barril de crudo también rebasó los 120 dólares (en julio, rozó los 150 dólares) y, al mismo tiempo, el precio de los carburantes en España era aproximadamente la mitad del actual. ¿Qué está pasando?

Dejando de lado el importante efecto del tipo de cambio (en 2008, un euro equivalía a 1,55 dólares, de modo que un barril que costara 135 dólares equivalía a unos 90 euros; hoy, a un tipo de cambio de 1,07 dólares, un barril que cueste 120 dólares equivale a 112 euros), lo que está ocurriendo es que el precio de los carburantes no depende únicamente del coste de su materia prima (el crudo) sino también de los márgenes de la industria de refino. Y esos márgenes se han disparado en todo el mundo: en 2008, el precio del crudo estaba por las nubes, pero los márgenes de la industria de refino no lo estaban. Hoy, en cambio, tanto el uno como el otro están disparados. ¿Y por qué se han disparado los márgenes de refino?

Foto: Empleados de la refinería de Repsol en A Coruña marchan contra el ERTE, en abril. (EFE)

Por un lado, porque los costes de la industria de refino también se han disparado: las refinerías europeas importan crudo con alto contenido en azufre y para reducirlo utilizan tecnologías intensivas en gas natural. Dado que los costes de transporte del crudo y el gas natural se han encarecido, entonces los costes de las refinerías también lo han hecho.

Por otro, porque las refinerías están operando ahora mismo al límite de su capacidad. El fuerte aumento de la demanda global de carburantes no está pudiendo ser abastecido con normalidad a través de la capacidad de refino instalada. El analista Javier Blas, experto en energía, lo atribuye a tres motivos. Primero, porque los inventarios de gasolina y gasóleo se hallan por los suelos: normalmente, si la industria de refino opera al límite de su capacidad, echamos mano de los inventarios de crudo ya refinado y aliviamos la presión de las refinerías: ahora no es posible hacerlo. Segundo, porque el precio internacional del crudo no es exactamente comparable con el de 2008: ahora mismo, se están liberando reservas estratégicas de esta materia prima por parte de varios Estados, lo que contribuye a moderar su encarecimiento en los mercados, pero todo ese crudo liberado ha de refinarse y tensiona las refinerías. Y tercero, porque la capacidad instalada de refino se ha ido desmantelando durante los últimos años, sobre todo en Europa: las regulaciones medioambientales, los estrechos márgenes de ganancia y la perspectiva de que los combustibles fósiles eran cosa del pasado han llevado a una subinversión en el sector que estamos sufriendo ahora mismo.

Foto: Instalaciones de Cepsa.

En conjunto, pues, exceso de demanda en relación con la elasticidad de la oferta a corto plazo: la misma historia de los cuellos de botella que se reproduce a lo largo y ancho de toda la economía global. La cuestión, como ya planteamos hace meses, es cómo resulta posible que hayan emergido a la vez tantos cuellos de botella por todas las partes de la economía mundial: cómo es posible que tantos sectores tan distintos se equivocaran todos a la vez a la hora de invertir lo suficiente como para atender la demanda futura previsible. Y la cuestión es que no se equivocaron todos a la vez a la hora de planificar su oferta futura, sino que han sido los gobiernos y los bancos centrales quienes han cebado extraordinariamente el gasto agregado y ello ha provocado los cuellos de botella y las subidas de precios. También en la industria del petróleo.

El precio del litro de gasolina o del litro de gasóleo ya se ubica por encima de los dos euros. Suele pensarse que el principal responsable de todo ello es el encarecimiento del crudo, que supera ahora mismo los 120 dólares por barril. Sin embargo, durante 2008, el barril de crudo también rebasó los 120 dólares (en julio, rozó los 150 dólares) y, al mismo tiempo, el precio de los carburantes en España era aproximadamente la mitad del actual. ¿Qué está pasando?

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