Frente a la "llave de la caja" en Cataluña, tiene la palabra la señora España

Las esquinas de los centros de poder en Andalucía dan mucho de sí, sobre todo si uno se encuentra en el lugar correcto y en el momento adecuado:

En San Telmo

Por las esquinas de la Presidencia de la Junta de Andalucía ha sorprendido a todos la profundidad de las reformas (evitan llamarla "crisis de Gobierno") que ha realizado Juanma Moreno a mitad de esta legislatura y con las que se ha autoenmendado el error de hace dos años cuando, en plena borrachera por la mayoría absoluta, tuvo que improvisar su Consejo de Gobierno tras caérsele a última hora algún fichaje estrella que había anunciado.

Aquel día, dejó a los periodistas más de una hora y media esperando mientras llamaba a supuestos "suplentes". Desde entonces, no se ha sentido del todo cómodo con este Ejecutivo, más flojo que el anterior junto a Ciudadanos, y desde el principio dejó caer que posiblemente lo cambiaría a la mitad de la legislatura, algo que no hacía ni gracia a los afectados. Menos gracia les hizo aún a los 12 elegidos cuando a principios de mayo el presidente andaluz dijo, a raíz de la salida de la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, para ir en las listas del Parlamento Europeo, que se daría un par de meses (finalmente han sido tres) para evaluar la labor de su equipo y que en verano decidiría algunos cambios. Varios consejeros han reconocido en la intimidad que ese anuncio, más allá de hacerles sentirse cuestionados internamente, les ha debilitado a la hora de negociar algunas cuestiones externamente.

Opinión

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Una de las consejeras "improvisadas" hace dos años -Moreno la llamó una hora después del inicio previsto de su comparecencia pública- fue Carolina España, a la que encargó la tarea de sustituir en la consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos al hiperactivo Juan Bravo, "elevado" a Génova por Feijóo junto a Elías Bendodo. La política malagueña fue concejal del Ayuntamiento -donde algunos la sitúan en un futuro como sustituta del alcalde Francisco de la Torre- y diputada en el Congreso, donde protagonizó intensos debates con la ministra de Hacienda, la andaluza María Jesús Montero.

Ahora, dos años después, Moreno se ha fijado en ella para que sea la nueva portavoz del Gobierno de la Junta de Andalucía, consciente de que es en esa batalla contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez y en esa materia, las finanzas, donde se va a centrar la agenda política de los próximos años. Frente a la "llave de la caja" reclamada por los independentistas catalanes, hablará la señora España para defender la igualdad y, de paso, poner el foco en la "traición" de Montero a Andalucía tras defender cuando era consejera regional la infrafinanciación de esta comunidad y exigir al Gobierno central -por entonces de Mariano Rajoy- una nivelación que ahora evita. Esa crítica a la política sevillana intentará además mantenerla a raya por si Sánchez la quiere colocar como candidata a la Presidencia de la Junta en sustitución de Juan Espadas.

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La cara B de la designación de Carolina España es que su papel como portavoz del Gobierno andaluz, que demanda tener conocimiento de cada tema de actualidad de todas las consejerías, le quitará un tiempo importante de su principal cometido y reactivará las críticas de algunos círculos empresariales, que lamentan que en la Junta no haya un único "interlocutor económico", lo que les obliga a presentar sus proyectos o problemas a varios consejeros con competencias en esas materias -Hacienda, Fomento, Industria, Empresa, Innovación, Medio Ambiente, Turismo, Agricultura…- además de al omnipresente consejero de Presidencia, Antonio Sanz, en una especie de yincana interminable y poco operativa. Además, consideran que si Juanma Moreno va a convertir la batalla contra el Gobierno central en su prioridad es que va a renunciar a aprovechar la "oportunidad histórica que le concede su mayoría absoluta para realizar reformas estructurales que requiere Andalucía". El simple hecho de tener estabilidad política gracias a ese gran respaldo en el parlamento autonómico atrajo hace dos años el interés de numerosos proyectos empresariales en la región. Ahora está por ver si lo decidido por Juanma Moreno es una reforma para que todo siga igual -las encuestas le siguen avalando- o una crisis para que surjan nuevas oportunidades.

En septiembre lo comprobaremos. Feliz verano.