Es noticia
Feliz 2014
  1. Economía
  2. Salida de Emergencia
Marc Vidal

Salida de Emergencia

Por
Marc Vidal

Feliz 2014

Sabemos que la respuesta que dieron los países afectados por la crisis fue deliberadamente uniforme buscando evitar una depresión a toda costa. Los bancos centrales evitaron

Sabemos que la respuesta que dieron los países afectados por la crisis fue deliberadamente uniforme buscando evitar una depresión a toda costa. Los bancos centrales evitaron el derrumbamiento del sistema financiero, aunque para ello tuvieron que saltarse todas las normas de su funcionamiento habitual. Por otro lado los Estados sostuvieron la demanda para evitar el barrizal en la economía real. Parece que el objetivo del sistema financiero sigue su curso adecuadamente y que ya nada pueda colapsarlo. Eso es un hecho, el problema es que, como se comprobará, la mayor de las crisis a las que se ha enfrentado este planeta desde los años 30 no se arregla abocando dinero a espuertas y sin miramientos en pozos bancarios aparentemente sin fondo.

El coste de haber maquillado un modelo financiero derrotado será altísimo. Si no se gestiona de un modo más sofisticado, el manual simple de ofrecer liquidez a un sistema en quiebra por insolvencia no será suficiente. El hecho de que los tipos se mantengan en todo el mundo a niveles deflacionistas no silenciará que en el contenedor del sistema hay demasiado dinero esperando entrar en juego.Además, el segundo elemento, ese que busca estimular una demanda en la economía real es un peligro en si mismo.

De momento, esa economía real no ha sido salvada. Los planteamientos de rescate del sistema global no acabande cuajar y el riesgo de depresión permanece casi intacto. Por eso, cuando tarde o temprano, a través de la dinamización de los elementos que empujan al crecimiento del consumo, este se puede que se produzca incluso de un modo natural y orgánico. Cuando se produzca, a medio plazo, ese nuevo factor será terrible. Toda la política de rescate financiero actuará de combustible en un incendio incipiente. La inflación se disparará y la política monetaria de subida de tipos sólo moderará algo su ascenso. Otra cosa será como nos afectará domésticamente a los españoles que el Banco Central Europeo desestime esperar a Españay su aletargada recuperación en la revisión de tipos. El precio del dinero será el que tenga que ser y a los españolitos nos va a pillar con los calamares en plena digestión. Aquí, en España, la deflación puede que regrese por el efecto contrario. Tipos altos, consumo bajo, elementos perversos mientras nuestro entorno se encamina a la destrucción de su competitividad. Si nos preparamos para ese momento, nuestro país tendría un valor determinante para exportar, otra cosa es que alguien sea capaz de valorar ese retorcido escenario.

Sin embargo, vivimos en la era del maquillaje y de la falacia recurrente. La chupada de dedos por parejas y al unísono se produce habitualmente en las redacciones de muchos medios y eso permite que la realidad se disfrace sin contemplaciones. Los gobiernos de mediomundo, a medida que se evidencie que la economía real no sale de la crisis yque esta se agudiza, entonces activarán todos los elementos de despiste existentes: si el desempleo tarda en recolocarse, se prolongarán los subsidios,si son insuficientes, se ampliarán, si es necesario renovar los estímulos fiscales, se renovarán. Nadie se la jugará políticamente viendo crecer en el mismo momento el número de ciudadanos sin empleo y sin subsidio. El modelo de pensamiento estratégico de muchos gobiernos responderá a la retentiva de un pez: acción presente, el futuro ya se verá.

Es cierto que en los países de nuestro entorno algunas cosas ya van a mejor y que, de algún modo, todo se está estructurando y cada uno va aceptando su nuevo papel. Nada va a ser igual. El paro estructural de algunos de esos Estados se ha duplicado y difícilmente lo van a liberar. Es absolutamente real que nuestro modelo económico occidental ha colapsado aunque no lo hayamos vivido en primera fila. Está por ver hasta que punto esa explosión dañó la estructuray los cimientos de una sociedad perdida en el “sofá social”.

En nuestro país el asunto es sensiblemente diferente. Todavía peor. España, capital Atenas: la inversión no se recupera, los despidos aumentan, los EREs son cotidianos y las empresas están siendo masacradas con un rigor inédito por parte de la Agencia Tributaria. Aunque lo dudo, seguramente en el cuarto trimestre veamos cómo salimos de la recesión. Si así fuera, lo será en un grado mínimo y volveremos a caer en negativo inmediatamente. Como mal menor aparcaremos durante tiempo en el crecimiento cero y en el estancamiento lateral.

La denominada parada técnica de la economía se acentuará por culpa del endeudamiento privado por un lado y, el público que se situará en un par de años cerca del punto de “no retorno”. Una franja invisible que preocupa a todos los organismo internacionales que ven que, aunque aún hay margen aparente, el déficit estructural progresivo español tiene trampas autonómicas que se van a ir evidenciando en breve. Además, si consideramos que a todo esto sólo se le puede imponer una gestión subsidiaria para una cuarta parte de la población laboral parada y un descenso remarcado de los ingresos en todos los escenarios, la salida se retrasará unos años más.

Por si fuera poco, la única solución es a largo plazo y depende de una ley que no parece convencer a nadie.La economía española tiene un perfil determinado y será muy lento cambiarlo. Más si cabe cuando ni las propias administraciones no dan ejemplo.

A excepción de algunos países el mundo seguirá su curso y, con altibajos, irá endureciendo el músculo, a costa de mucho dolor y muchas tensiones, durante el 2011. Sin embargo, España encauzará una nueva caída en lo más doloroso y esencial que, de modo perverso, reflejará mejoras intermitentes en las cifras publicables. Es evidente que las economías no pueden caer indefinidamente, llegan a un suelo y rebotan. En una zona económica compartida como la nuestra eso es inevitable pero la metáfora que ejemplifica mejor la realidad es la de imaginar una pelota cayendo por unas escaleras. A cada rebote parece que supera la altura del escalón anterior, sin embargo, sigue cayendo. Al final se deposita en el firme y rueda en el sótano. ¡Feliz 2014!

Sabemos que la respuesta que dieron los países afectados por la crisis fue deliberadamente uniforme buscando evitar una depresión a toda costa. Los bancos centrales evitaron el derrumbamiento del sistema financiero, aunque para ello tuvieron que saltarse todas las normas de su funcionamiento habitual. Por otro lado los Estados sostuvieron la demanda para evitar el barrizal en la economía real. Parece que el objetivo del sistema financiero sigue su curso adecuadamente y que ya nada pueda colapsarlo. Eso es un hecho, el problema es que, como se comprobará, la mayor de las crisis a las que se ha enfrentado este planeta desde los años 30 no se arregla abocando dinero a espuertas y sin miramientos en pozos bancarios aparentemente sin fondo.

Crisis Recuperación económica