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Marc Vidal

Salida de Emergencia

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Marc Vidal

La mayor subida de impuestos de la historia

Temblando estoy aún. Ayer Zapatero garantizaba que ningún estado se vería precipitado fuera del euro. Atendiendo a su majestuosa capacidad para señalar por dónde va a

Temblando estoy aún. Ayer Zapatero garantizaba que ningún estado se vería precipitado fuera del euro. Atendiendo a su majestuosa capacidad para señalar por dónde va a ir la economía, ya podemos irnos atando los machos y rebuscar monedillas con agujero que aún no hayamos depositado en un banco para canjearlas por la moneda de la Unión. Bromas, o no, aparte, lo que sí está claro es que  de las afirmaciones de nuestro yuxtapuesto presidente en Europa se demuestra que no parece enterarse de nada. Los avisos que recibe no le suponen ni un despeinado y él sigue como dando lecciones. Ayer tocaba certificar el brillante comportamiento de nuestra banca. Un sistema financiero que se está cubriendo de gloria.

 

Bruselas se ha puesto farruca. El engendro mentiroso con el que el gobierno ha pretendido disfrazar la quiebra de medio sistema tiene limitaciones oficiales. El FROB no es nada más que una excusa, un simulacro cuyo efecto va a ser devastador para la credibilidad del Banco de España. Resulta que éste tiene que aprobar los planes de fusiones con anterioridad a que en Bruselas determine si son viables. El ejecutivo español sabe que si el Fondo de rescate encubierto no funciona las fusiones no se podrán producir y si no se ejecutan, la insolvencia de una decena de entidades será evidente. Con la fallida técnica la retirada de depósitos internacionales, algo que ya sucede a ritmo lento, se aceleraría. Una vez viéramos esa fuga los efectos y las acciones para evitar un colapso pasan por el cierre temporal operativo de todo el sistema. Evito nombrar que luego me crujen y más asumiendo que se pintará color pastel cualquier descalabro pues, sea a costa de lo que sea, no se permitirá vivir una situación de corrección técnica a través de evitar la retirada de líquido.

La excusa ya la tenemos, el motivo también y el método se puso encima de la mesa a través del dichoso FROB. La excusa evitar una quiebra general, el motivo una fuga de capital y el método un fondo de rescate. Sólo falta un guión creíble: reordenar el mapa de cajas. Perfecto, el agente que permitió el modelo expansivo de nuestra economía y que medio país se creyera multimillonario ahora es el lobo. Ya lo era pero nadie quiso aceptarlo. Ya toca cobrarse las copas y medio país sigue borracho, o lo que es peor, con una resaca de no te menees. Pretenden que creamos que el dineral del FROB es para que esos pobres elementos indefensos de la economía de escala no sufran. Piden que permitamos que cajas en insolvencia manifiesta, cuando no en quiebra, se chupen unos cuantos miles de euros inexistentes (que ya fabricaremos en junio vía impuestos) siendo absorbidos por las que puedan estar un poquito más saneadas o bien sean de mayor tamaño. Que así sea y aquí paz y después gloria.

Claro que como a Europa el tinglado español no le hace la más mínima gracia nos tienen como en observación. Saben que tarde o temprano les vamos a explotar en toda la cara y entonces más vale que pongan algo de su parte pues con nosotros se vienen la mitad de todos ellos. Por eso la Comisión Europea aprobó este jueves tras siete meses de negociaciones con el Gobierno español el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria sin más remedio. El maquillaje en Europa también viste y se han calzado en el discurso oficial de que el objetivo del chiste es facilitar las fusiones de cajas de ahorros con ayudas públicas. Lo curioso es el “dead line”: la autorización sólo es válida hasta el 30 de junio de 2010, de manera que más vale correr o todo el panorama quedará en bragas y no de encaje precisamente.

Esto acabará bien, tranquilos, pero lo pagaremos todos. En junio empezará la carrera tributaria. Primero con los directos y luego los indirectos, los de consumo y los de repercusión. Por un lado la deuda pública inasumible y por otro este agujero negro que se traga todo lo que le echen. Es decir, a pagar todos y a esperar que la tormenta amaine. Por el camino medio sector financiero prejubilado y gastando más dinero público y una acumulación de locales y oficinas bancarias con carteles de “aquí una vez dimos créditos, ¿lo recuerda?

Lo mejor, o lo peor, es el discursito ensayado que viene de algún despacho gris y belga asegurando que "el régimen español de recapitalización consolidará la confianza en el sistema bancario español y, sobre todo, fomentará los préstamos a la economía real. Al mismo tiempo, el régimen establece suficientes salvaguardias para limitar las distorsiones desproporcionadas de la competencia". Hombre, eso pasará tarde o temprano y no será por este mejunje financiero que se han montado unos y que están dejando pasar otros. ¿Alguien se atreve a decir que pasaría si el sistema financiero español se queda sin FROB ni fusiones y la transferencia masiva de patrimonio inmobiliario se contabilizara como mora? ¿qué quiere decir que un banco u otro tiene un beneficio determinado cuando en ese valor el 110% está incorporado sobre el valor patrimonial de activos invendibles? ¿A que juegan?

Un país cocido a parados, donde no crece ni la hierba, que la prensa se pasa por el forro el análisis exhaustivo del asunto, que va camino de la subida de impuestos más severa de su historia y cuya clase política no lidera ni cuando gobierna ni cuando se opone, es un país condenado. España está condenada al fracaso como proyecto sino se pone remedio urgente. El remedio es levantarse del sofá social y no aceptar gato por conejo, tensionar la opinión pública y rechazar un mundo low cost que otorga derechos por servicios. Toca reaccionar desde aquí pues a Europa ya ha admitido que se la trae al pairo.

Temblando estoy aún. Ayer Zapatero garantizaba que ningún estado se vería precipitado fuera del euro. Atendiendo a su majestuosa capacidad para señalar por dónde va a ir la economía, ya podemos irnos atando los machos y rebuscar monedillas con agujero que aún no hayamos depositado en un banco para canjearlas por la moneda de la Unión. Bromas, o no, aparte, lo que sí está claro es que  de las afirmaciones de nuestro yuxtapuesto presidente en Europa se demuestra que no parece enterarse de nada. Los avisos que recibe no le suponen ni un despeinado y él sigue como dando lecciones. Ayer tocaba certificar el brillante comportamiento de nuestra banca. Un sistema financiero que se está cubriendo de gloria.