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Marc Vidal

Salida de Emergencia

Por
Marc Vidal

Bofetones a diestro y siniestro

Menudo día el de ayer. Las bofetadas vinieron por todas partes y aún debe haber quién se pregunta el motivo. Les recomiendo que se alquilen plaza

Menudo día el de ayer. Las bofetadas vinieron por todas partes y aún debe haber quién se pregunta el motivo. Les recomiendo que se alquilen plaza en primera fila porque empieza la fiesta. No nos habíamos recuperado de la mala sintonía que recorrió los mercados hace unos meses sobre nuestra deuda, que ya vuelven a emitirse nuevas serenatas melodramáticas sobre ella. Cancioncilla con letra conocida sobre nuestra hipotética recuperación, sobre la solvencia de nuestro sistema financiero o sobre la capacidad de nuestro gobierno para acometer con un par lo que tiene que afrontar. Vayamos enumerando el perverso listado.

 

La primera tiene que ver con la recomendación de evitar la deuda soberana española y por derivación las que se emitan en cualquier modelo derivado nacional. Deberemos acostumbrarnos, es cuestión de evitar el escozor con pomada. Ahora son los de Invesco Ltd. y Merrill Lynch los que avisan del deterioro inminente de nuestra deuda pública, pero se irán encadenando otras, no desesperéis. El motivo que aluden estos son de sobra conocidos: la tasa de desempleo más elevada de la eurozona afectará por narices la capacidad del país para reducir su déficit. Algo tan obvio parece que no se refleja en los “delirios” del ejecutivo zapateril.

España es la tercera deuda más alta de la zona euro y por lo que se empieza a transmitir da la sensación de que no es un buen momento de aumentar la exposición en deuda española. En concreto, hay supervisores financieros que detectan un curioso factor de equívoco con nuestros bonos. España está muy expuesta por sus riesgos económicos, pero su prima por ello no es atractiva. Es decir, encima de que te la juegas no ganas nada. Se está intentando que se mantenga así con giras de ministros y correveidiles, se procura que políticamente se pueda mantener un mensaje de que nuestra deuda no está en riesgo, por eso la prima no es alta, pero los supervisores internacionales cada vez creen menos la cantinela de Salgado.

En algunos de los foros de análisis de mercados europeos ya se da por sabido que nos va a tomar mucho tiempo salir del agujero. Concretamente hay quien advierte que la mitad de una generación, puesto que nuestros problemas estructurales no se solucionan con un Plan E ni con buenísmos humillantes como el de “conmigo que no cuenten para arreglar lo que otros se han cargado sin pagar antes sus culpas punto org” o algo así.

La segunda advierte del tamaño de esa deuda y su dependencia exterior. Standard & Poor’s dijo el 26 de febrero que los pronósticos del Gobierno español son demasiado optimistas, y advirtió que la deuda pública subirá a más del 80% del PIB para 2012, más del doble que en 2008. Respecto a ello, el gestor del mayor fondo mutuo del mundo, Mohamed ElErian confesó que las finanzas públicas de medio planeta van a interferir en la recuperación del sistema en general. Eso es una muy mala noticia para nuestra economía que espera como agua de mayo que el mundo se ponga en marcha y convertirse en su garrapata económica a base de paquetes turísticos deficientes y ensamblaje de planchas metálicas. Además, según el informe de ese fondo, los problemillas de Grecia, Portugal y España lastrarán el crecimiento final del resto de Europa y ajustará el papel de las potencias y su relación con nosotros, por ejemplo.

La tercera se refiera a uno de los collejones más preocupantes para el sistema financiero español. No es ninguna broma que Moody’s te advierta que si continuan los retrasos en la restructuración (rescate en toda regla) del sector va a tener que empezar a calificar a la baja a todo dios. Según esta agencia no muy dada a reflejar cómo están las entidades cuando están mal (recuerden como caían los bancos americanos sin haber sufrido ni una sola rebaja calificativa), los depósitos de las entidades españolas van a ser recortados.

El gobierno y el Banco de España seguirán con su negativa global y asumirán este aviso como el que se come un sándwich de pollo. En Moody’s flipan con la poca diligencia en poner en marcha el pufo del FROB. Sin decir que es el asalto legal más intensivo que podría haber vivido el españolito de a pie desde la guerra civil se quedará en eso, en un asalto. Nadie se percata o aclara que significaría esa rebaja de rating. Sencillamente un colapso por incapacidad de solvencia pues en pleno adelgazamiento de recursos, ampliación de embargos y provisiones y encarecimiento de líquido.

Y finalmente la cuarta. Ésta capta muestra atención porque el Banco Central Europeo tiene clarísimo que aquí no se va a ver la luz hasta bien entrado 2013. Tampoco es preciso ser comisario europeo o premio Nobel para saber que en un país donde no se crea un solo puesto de trabajo hasta que no crece al 2,4%, todo parece indicar que ni con un concurso televisivo eso puede suceder. No creceremos a ese nivel hasta 2014 o 2015 y será entonces cuando empezaremos a crear ocupación tímidamente. La política debería buscar que esa nueva ocupación no se dirigiera a sectores ineficientes. Obviamente es pedir mucho a nuestra clase política, la más mediocre e inservible desde el Neardenthal.

El BCE sólo dice, y es muy simple, que si no se ponen en marcha medidas concretas esto no lo soluciona ni el Mago Merlín, entre otras razones porque no existe. Zapatero y su troupe creen que la economía mejorará por arte de magia o por ciencia infusa. Pinta que no. Trichet y sus secuaces nos anuncian que si no cumplimos con los compromisos y procedimientos todos sufriremos. La verdad es que para ser el jefe del banco en cuestión no parece que diga cosas muy novedosas, pero en todo caso si que nos viene a decir que no confiemos demasiado en las ayudas técnicas y correctivas, que esas no llegarán y lo que si vendrá será una dinámica de castigo y ajuste que puede ser muy dura para según quienes. ¿Nosotros?

En otro orden de cosas, recomiendo que en las conversaciones de bar, pasillo, salón o gradería sobre la crisis y su futuro inminente, apunten el nombre y fecha de quien ahora niega que esto vaya a empeorar o que afirme que estamos en franca recuperación. Háganlo, no sea que sean de los que, como ahora, niegan haber dicho que no estallaría la burbuja inmobiliaria o que España no entraría en crisis. Son los que en 2006 seguían comprando pisos y tachando de apocalíptico a un servidor. Yo recuerdo su cara de tabique entonces, recuerden sus caras ahora porque se les van a poner de color gris cemento. Al tiempo.

Menudo día el de ayer. Las bofetadas vinieron por todas partes y aún debe haber quién se pregunta el motivo. Les recomiendo que se alquilen plaza en primera fila porque empieza la fiesta. No nos habíamos recuperado de la mala sintonía que recorrió los mercados hace unos meses sobre nuestra deuda, que ya vuelven a emitirse nuevas serenatas melodramáticas sobre ella. Cancioncilla con letra conocida sobre nuestra hipotética recuperación, sobre la solvencia de nuestro sistema financiero o sobre la capacidad de nuestro gobierno para acometer con un par lo que tiene que afrontar. Vayamos enumerando el perverso listado.