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Marc Vidal

Salida de Emergencia

Por
Marc Vidal

¿Nos hemos vuelto todos locos o qué?

El miércoles una de las encuestas más repetidas en los medios de este país cuestionaba si “los recortes presentados por Zapatero iban o no a ayudar

El miércoles una de las encuestas más repetidas en los medios de este país cuestionaba si “los recortes presentados por Zapatero iban o no a ayudar a salir de la crisis”. La verdad es que parece un chiste. ¿Nos hemos vuelto todos locos o la nube de ceniza islandesa está sofisticando el mecanismo para tomar el pelo colectivamente? No entiendo cómo podemos seguir hablando de “ajuste imprescindible para salir de la crisis”. ¿Por qué seguimos aceptando la idea de que el recorte público impuesto por Europa es el mecanismo que nos sacará de la recesión? No es posible.

 

Debemos hablarle claro a la gente. Este recorte supone más impuestos (algunos ya estaban previstos y los que te rondaré morena) y menos inversiones públicas que desembocarán en peores servicios y reducción de subsidios. Algo que me parecería bien en términos fiscales y socioeconómicos, imprescindible en estos momentos, debe ir acompañado de una explicación que ponga a cada uno en su miserable madriguera. En concreto al gobierno que desoyó a todo el mundo que le decía que se avecinaba una bola de estiércol desde el horizonte y se la trajo al pairo.

Al ministro aquél que negó sistemáticamente la situación hasta que le llegó al comedor y a la oposición que hasta el debate económico Pizarro-Solbes no nombró nada de todo esto por saberse responsable de su gestación en sus anteriores gobiernos. Además, mientras que José Luís sigue eludiendo su máxima responsabilidad por el crecimiento del déficit y el engorde marrano de una deuda gigantesca para no lograr ni uno solo de los objetivos planteados en su origen, el otro, Mariano, sigue sin enumerar una sola de las soluciones milagrosas que dice tener para “sacarnos” de la crisis.

De esta cuadra no nos sacarán ninguno de los dos. De esta merienda saldremos tocados de verdad. Ahora ya sabemos que el dispendio del Plan E y sus derivados fueron un insulto a la inteligencia. Lo dijimos y ahora es Europa quien se lo ha abofeteado al ejecutivo español. El sacrificio que nos piden es para pagar eso, no para estimular la economía.

Que no nos engañen ni un maldito minuto más. Todo este ahorro en el presupuesto a costa de funcionarios, pensionistas y retirada de ayudas a bebés y dependientes, todo ese aumento de impuestos con el que nos van a crujir estos “señores de lista cerrada”, todo, todo eso es para pagar la deuda y evitar que, en los vencimientos, España entre en “default” al no poder colocarla. No es para crecer ni para levantarle la empresa a nadie. ¡Qué leches!

Todo recorte conlleva menos gasto y al reducir el gasto se elimina el objeto de consumo y sin consumo se vende menos y si se vende menos se despide gente y si se despide gente aumenta el paro y si aumenta el paro no se crece y si no se crece aumenta el estancamiento y si aumenta el estancamiento se cierran empresas y si se cierran empresas se recauda menos y si se recauda menos se exigen mayores impuestos para pagar los servicios.

Si se reducen servicios y se paga más se corta una de las modalidades que este gobierno había adoptado para generar crecimiento: estímulos públicos sobre la economía. A medida que los “intocables” sean manoseados con reducción de sueldo o retraso en el cobro veremos como se lo toman. Ahora ya pueden ir pensando que toda esa aparente inmunidad se acaba. Las huelgas y mareos centrífugos poco van a poder hacer ya. ¿Qué ridículo queda eso de que UGT convoque una huelga general cuando durante todo este tiempo han sido concubinas del gobierno a sabiendas del agujero público que estaban gestando? Una protesta al recorte es no haber entendido nada, aunque que más da, ellos con sus revoluciones de salón y poco más.

Finalmente me gustaría resaltar porque este recorte es de juguete. Aunque va a hacer mucho daño a nuestra ya deteriorada economía, aunque no había más remedio, puestos a curar heridas abiertas, desinfectemos antes de engasar. De momento nos dicen que se reduce consumo público, se aumenta la recaudación y se elimina inversión en obra del estado. Bueno es, pero echo en falta algunas medidas que deberían ayudar a reducir el déficit de un modo más rápido, pues, asumiendo que este esfuerzo para minimizarlo es imprescindible, y que retrasará definitivamente el crecimiento, hagámoslo de un modo agresivo para, cuanto antes, ponernos a ser eficientes.

Se podrían crear escenarios centralizados para realizar compras públicas en todas las administraciones. La eliminación de subsidios como el cheque bebé debe ir acompañado de otras extinciones feudales. Está bien que se bajen el sueldo los políticos pero tampoco es un pastel, hay que actuar sobre los privilegios adquiridos como que la mayoría de cargos públicos tributan el tercio de todos sus ingresos por vete tú a saber que disposición Real. Es bueno que los funcionarios asuman el peso de la reducción del gasto público, pero también deberían pagar cotizaciones por desempleo aunque su trabajo sea vitalicio. Sería como el caso de aquel trabajador que jamás estará en paro pero paga sus aportaciones al desempleo solidario.

Lo de las Sicavs no tiene nombre. Supongo que entre las medidas aun no anunciadas aparecerá el de elevar su tributación. Estaría bien que se anunciara que las transferencias a entidades públicas morosas se bloquearán. Consorcios, agencias públicas, ayuntamientos, diputaciones y otros órganos derivados no podrán arruinarles la vida a más profesionales a los que han dejado colgados tras la explosión de la burbuja dichosa.

Está bien que se recorte, pero no tan bien que se suban impuestos. No debemos asumir que una cosa va con la otra. Es imprescindible reducir el impuesto de sociedades por ser el único que puede actuar sobre el crecimiento de un modo evidente y si se complementa con el fomento del ahorro, lograremos que las entidades financieras puedan dejar de enfrentarse al interbancario para negociar su liquidez una y otra vez, y, posiblemente, empiecen a aflojar el crédito, verdadero cáncer de todo este asunto.

Hay más pero hay gente que cobraba, cobra y cobrará para descifrarlas. De momento han cobrado la paga y señal de algo que aun no nos han entregado y, por la pinta que tiene, nos lo van a plantar en crudo delante de nuestras narices dentro de cinco minutos.

El miércoles una de las encuestas más repetidas en los medios de este país cuestionaba si “los recortes presentados por Zapatero iban o no a ayudar a salir de la crisis”. La verdad es que parece un chiste. ¿Nos hemos vuelto todos locos o la nube de ceniza islandesa está sofisticando el mecanismo para tomar el pelo colectivamente? No entiendo cómo podemos seguir hablando de “ajuste imprescindible para salir de la crisis”. ¿Por qué seguimos aceptando la idea de que el recorte público impuesto por Europa es el mecanismo que nos sacará de la recesión? No es posible.