Es noticia
Los siete desafíos del capitalismo europeo
  1. Economía
  2. Tráfico de Ideas
Cotizalia

Tráfico de Ideas

Por

Los siete desafíos del capitalismo europeo

No cabe duda de la capacidad del sistema de libre mercado para satisfacer las necesidades básicas de la mayoría de las personas, superior a cualquier otro

No cabe duda de la capacidad del sistema de libre mercado para satisfacer las necesidades básicas de la mayoría de las personas, superior a cualquier otro con el que la humanidad haya experimentado. El propio Mijáil Gorbachov, ex presidente de la Unión Soviética, reconoció que “el mercado es un invento de la civilización”.

Como indican claramente los datos, el sistema capitalista ha permitido mejorar el nivel de vida de las personas de forma espectacular. En 1990, Estados Unidos, con el 4,76% de la población mundial, era responsable de un gigantesco 21,43% del PIB global, mientras que a la antigua URSS, con el 5,51% de la población mundial, sólo le correspondía el 7,43% del PIB global.

 

Las estructuras capitalistas pueden considerarse una garantía para la democracia y la libertad política; sin embargo, esto no es necesariamente así, como se demuestra sobradamente en el caso de China.

El devaneo de América del Sur con el socialismo

Si bien numerosos regímenes autoritarios, como Rusia o Irán, se las han arreglado para conseguir crecimiento gracias al mercado con pequeñas concesiones a la libertad política, queda por ver si ésta es una forma sostenible de avanzar en términos empresariales y políticos. Sirva como ejemplo la elección de líderes socialistas en muchos países de América del Sur, como Evo Morales en Bolivia o Hugo Chávez en Venezuela.

La pobreza extrema es un terreno fértil para cultivar estas ideas; si bien el establecimiento prolongado del socialismo no es la solución a los problemas de América del Sur o del mundo, también es cierto que el sistema capitalista debe afrontar una serie de desafíos.

Siete desafíos para el capitalismo europeo:

 

  1. Cambio demográfico y urbanización. Una fuerte tendencia a la pérdida de población y al aumento de la edad media en Europa (47 años en 2050) exige actuaciones para resolver los enormes desafíos que deben confrontar los mercados laborales y la seguridad social. Asia, por otra parte, puede contar con un fuerte crecimiento de la población y una media de edad de sólo 40 años en 2050.
  2. Globalización y nuevas potencias mundiales. Está previsto que el poder económico de China se multiplique por ocho en treinta años, alcanzando su cenit en 2030. Otras economías en desarrollo también están superando a Europa o EE.UU. En 2040, China será la mayor potencia económica del mundo.
  3. El poder creciente de los mercados de capitales. Las recientes perturbaciones del mercado exigen que las empresas y países receptores deban ofrecer los retornos de las mejores prácticas globales. Un sistema financiero verdaderamente global debe tener en cuenta el poder de los nuevos fondos soberanos de inversión, que proceden de países emergentes pero que actúan a escala mundial, como Abu Dhabi Investment Authority, dotado con 875.000 millones de dólares.
  4. Progreso tecnológico acelerado. Seguirá siendo el motor global del éxito económico en el futuro.
  5. Competencia global por profesionales cualificados. La falta de profesionales altamente cualificados perjudicará a las economías “occidentales”. Incluso China e India están comenzando a percibir la escasez de recursos. Será fundamental movilizar todo el potencial intelectual, por ejemplo, a los hijos de los trabajadores manuales.
  6. Escasez de recursos naturales y cambio climático. Las recientes subidas del precio de las materias primas reflejan el aumento de la demanda y la incertidumbre sobre el futuro de, por ejemplo, los combustibles fósiles. El cambio climático puede tener consecuencias catastróficas a escala mundial. La respuesta a esta amenaza no puede quedar exclusivamente en manos del mercado.
  7. Aumento de los desequilibrios sociales. Es necesario reducir la brecha existente en la distribución de la riqueza, que sigue aumentando y es aún peor en las economías emergentes. Sin embargo, la desigualdad también ofrece incentivos para superarse, lo que a la larga beneficia a todos. La seguridad social sólo debe ser para los más débiles de la sociedad.

Reforzar el capitalismo europeo

El modo de vida europeo está basado en la valoración de la libertad personal y del mercado y en una alta integración social. Pero la financiación de este sistema se hará más difícil en el futuro, dado que las aportaciones fiscales y a la seguridad social superan ya el 50% en algunos países europeos. El bajo crecimiento económico y el envejecimiento de la población amenazan con socavar la economía social de mercado de Europa.

La innovación es la clave de la supervivencia en esta carrera por mantener nuestro nivel de vida frente a los países con bajos salarios. EE.UU, con 341.000 millones de dólares, encabeza el gasto del PIB en I+D en 2007, un importante indicador de la capacidad para innovar, en comparación, por ejemplo, con 243.000 millones de la Unión Europea y 154.000 millones de China.

Se prevé un futuro brillante para todos los europeos en una economía social de mercado si Europa responde a los desafíos a los que se enfrenta y deja crecer a los mercados en un entorno fiable y competitivo.

 Por Roland Berger, Presidente de Roland Berger Strategy Consultants

 

No cabe duda de la capacidad del sistema de libre mercado para satisfacer las necesidades básicas de la mayoría de las personas, superior a cualquier otro con el que la humanidad haya experimentado. El propio Mijáil Gorbachov, ex presidente de la Unión Soviética, reconoció que “el mercado es un invento de la civilización”.

Crisis Economía sumergida Finanzas