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'Buried': una cuestión de balances
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'Buried': una cuestión de balances

Sin duda, un elemento clave para la salida de la crisis, sino el principal, es el ajuste de Balances de la Economía. Aunque grandes economistas como

Sin duda, un elemento clave para la salida de la crisis, sino el principal, es el ajuste de Balances de la Economía. Aunque grandes economistas como Keynes, Friedman y otros han tocado el tema de forma indirecta, por ejemplo al tratar los determinantes de la demanda de dinero o la preferencia por la liquidez, soy de la opinión de que, al igual que hay, por ejemplo, un enfoque monetario de la balanza de pagos, los economistas deberíamos, también, dar un enfoque de balances al tema de los equilibrios generales. Es una convicción que tengo mucho antes de que ya lo indicáramos aquí hace más de año y medio (ver enlace).

Creo que el lector convendrá conmigo que, a estas alturas de nuestra historia, prácticamente todos los individuos sopesamos nuestros activos y nuestras deudas a fin de saber el estado de nuestro patrimonio y, consecuentemente, ajustamos nuestro patrón de consumo; otra cosa es lo bien o mal que se haga. Igualmente, es de sobra conocido que, quien más y quien menos, tiene un desequilibrio de balance como resultado de la burbuja de crédito que nos ha traído hasta aquí. Forzados por esa evidencia, todos intentamos arreglarlo lo mejor que podemos, ya seamos familias, pymes, empresas o administraciones públicas; en consecuencia, el equilibrio general de la economía vendrá determinado en buena medida por Una Cuestión de Balances.

De Macro a Micro I: La formación del equilibrio económico, es decir, su dinámica, es el resultado de una serie de agregados movidos por los agentes económicos, o sea, todos. Pero la raíz verdadera del problema no es la burbuja de crédito hasta el 2007.  Ha sido una desastrosa generación de expectativas y decisiones  económicas, tanto individuales, empresariales como públicas (un ejemplo de tantos). Llegados aquí, ya se sabe, solo hay dos caminos que llevan al equilibrio: o ajustas tus expectativas, aplicas los mejores talentos a tu alcance y te pones en serio y con buena voluntad a resolver el problema, o la realidad te dará un palo para que te ajustes; o eliminas la mala gestión (los malos gestores) o te convierten en un protectorado de alguien (tus padres, Cáritas, la casa matriz, Bruselas, etc.), solución temporal mientras la realidad te expulsa de la economía (un caso paradigmático). Siempre hay grupos de presión (y otros tramposos) opuestos al cambio, pero en la actual fase del ciclo largo, que no da margen a errores, como aplicar un Laissez faire et laissez passer tonto al ajuste de ciertas cajas, o la huelga general del 29-S, o soñar y pedir imposibles, o esperar a que vuelva lo de antes, son ese tipo de acciones que solo ponen las cosas peor, y peor y peor…

A pesar de este Gobierno se puede salir adelante, y espero que estás reflexiones sirvan de ayuda en ese camino, un camino en el que ningún político podrá atribuirse los meritos del éxito de los individuos

El síndrome de Casandra: Los recientes años han sido particularmente desagradables al tener que presenciar como elementos básicos de la buena gestión eran violados repetida y alegremente. Casi puede decirse que las Ciencias Económicas, y muy en particular su parte relacionada con la gestión pública y empresarial, ha sido víctima de la parte más odiosa del Efecto Dunning-Kruger; de forma que te podías encontrar directores generales que despreciaban ostentosamente entrar en temas de estructura del balance “porque eso es cosa de contables” (¡!), ignorando de un plumazo el reflejo estadístico de las fuerzas que mueve o de los compromisos que adquiere. Incluso entre especialistas financieros era difícil hacerles entender que sus cálculos de apalancamiento para la estructura óptima de capital (Link1, Link2, Link3) se irían a pique, al obviar otros factores por sus expectativas equivocadas. Se estaba generando entonces una desconexión general entre endeudarse y pagar la deuda, y era de tal calibre que llegué a pensar que a la palabra “cash”, de “cash flow”, ya no se traducía por caja, o efectivo, si no que daba igual (Ver “Chapter 8”). Ha sido tal la avería que, tras saturar los balances del sistema financiero con activos de evidente rentabilidad marginal negativa, incluso ha resucitado el viejo dilema (antes resuelto) del crédito caro (que no escaso); la “banca” olvidó su segunda restricción: el Índice de Recuperación de Créditos.

De Macro a Micro II: Una analogía que uso desde hace algunos años es que la generación de PIB es el equivalente a la cuenta de resultados, mientras que los activos acumulados y el endeudamiento son partidas del balance macro. El ajuste de balance tiene dos fuentes: del propio balance, mediante la liquidación de activos (algo que requiere liquidez y actividad económica) y/o el cambio en la estructura del pasivo (deudas y patrimonio); la otra fuente, la cuenta de resultados, será la que genere flujos de caja adicionales que permitan cubrir quebrantos patrimoniales y/o cambios en la estructura del balance. En ese esquema es en el que transitamos desde la cúspide del Principio de Peter generalizado hacia la normalidad, y, así, mientras las familias españolas ajustan su cuenta de resultados, el sector público, desde el ICO a las Regiones o el Estado Central, siguen deteriorando el balance y la cuenta de resultados de la economía española al endeudarse sin resolver los problemas de fondo. El sector privado, los individuos, nos encontramos abandonados a nuestra “suerte”; el que espere que el sector público, verdadero riesgo sistémico (incluso en USA), resuelva algo, vive en un sueño garantía del fracaso económico y vital. Larga nos fía la crisis la actual gestión pública.   

El camino correcto: Afortunadamente, los individuos, con su iniciativa, como las familias españolas (o las americanas) incrementando su ahorro, van ajustándose a la realidad. También hay ejemplos empresariales, como el que nos dio McCoy cuando analizó a Gamesa en su transición desde su particular boom; o como las corporaciones americanas aumentando su cash flow neto (ver gráfico) a pesar de las dificultades, algo por lo demás lógico ya que deben pagar mayores dividendos pues los inversores que, dado el exceso de capacidad productiva, se fían menos de cómo invierten su dinero; o el ajuste sin precedentes en la tendencia secular de endeudamiento de los particulares en USA (ver gráfico). Todos ejemplos del buen camino.

Lo hecho, hecho está, y si se recuerda es para aprender de los errores y saber de dónde se parte y, aunque tras aprobarse unos presupuestos, que no están pensados para contribuir a  solucionar la raíz nuestros problemas sino para asegurar el poder a una coalición fría de nacionalistas y socialistas hasta las elecciones de 2012 (lo justo para dejar el país zombi), puede que alguno piense que estamos todos buried, pero no es así; a pesar de este Gobierno se puede salir adelante, y espero que estás reflexiones de hoy sirvan de ayuda en ese camino, un camino en el que ningún político podrá atribuirse los meritos del éxito de los individuos.

*Luis Riestra Delgado es economista.

Sin duda, un elemento clave para la salida de la crisis, sino el principal, es el ajuste de Balances de la Economía. Aunque grandes economistas como Keynes, Friedman y otros han tocado el tema de forma indirecta, por ejemplo al tratar los determinantes de la demanda de dinero o la preferencia por la liquidez, soy de la opinión de que, al igual que hay, por ejemplo, un enfoque monetario de la balanza de pagos, los economistas deberíamos, también, dar un enfoque de balances al tema de los equilibrios generales. Es una convicción que tengo mucho antes de que ya lo indicáramos aquí hace más de año y medio (ver enlace).

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