Descubriendo la hoja de tabaco extremeña

La relevancia de la hoja de tabaco extremeña es una realidad que fuera de esta comunidad pasa desapercibida y que merece ser conocida. En nuestra región se concentra el cultivo de hoja de tabaco y también la actividad de primera transformación, es decir, desde la germinación de las semillas hasta el proceso fabril para obtener los 'blends' (mezclas de variedades de tabaco) que sirven de materia prima a los fabricantes.

Extremadura es la mayor región productora de hoja de tabaco de toda la Unión Europea, con alrededor de 29.000 toneladas anuales. Se trata de una producción sostenible porque racionaliza al máximo el uso de los recursos disponibles y apuesta por mecanismos de producción con el menor impacto posible para el medioambiente. A modo de ejemplo este dato: el 81% del tabaco se trata en secaderos de biomasa, cumpliendo ya con los objetivos ODS de energía no contaminante, previstos para 2030.

"Acabamos de conocer los datos del padrón extremeño: Talayuela, la capital del tabaco, es la población más joven y multicultural"

Extremadura también es líder en transformación de hoja de tabaco, prácticamente el 90% de la producción se transforma en Cáceres y después se exporta en su totalidad: innovamos de manera continua para incrementar la productividad, aumentar la calidad, mejorar la eficiencia y fomentar el desarrollo sostenible. Gracias a nuestra estrecha colaboración con los agricultores conseguimos semillas más resistentes a las plagas y estamos avanzando en el uso de energía solar o vehículos limpios energéticamente.

El cultivo y la primera transformación de hoja de tabaco son una actividad esencial para la economía extremeña con una importante contribución al mantenimiento de la población rural en una región especialmente castigada por el desempleo. Acabamos de conocer los datos del padrón extremeño: Talayuela, conocida como la capital del tabaco, es la población más joven y multicultural de Extremadura. Y esto, sin duda, es también sostenibilidad.

"Una particularidad de la producción de hoja de tabaco es el elevado número de horas de mano de obra: siete veces más que en el caso del maíz"

Nos encontramos en los inicios de una nueva campaña. Los semilleros serán trasplantados al campo a partir de mediados de abril. Una tarea que se realiza de manera prácticamente manual. Una particularidad de la producción de hoja de tabaco es el elevado número de horas de mano de obra -siete veces más que en el caso del maíz- que se precisan en su cultivo y curado. En otoño comenzaremos a recibir la materia prima en nuestras fábricas para su primera transformación, que requiere, entre otras actividades, controles de calidad para evitar impurezas y la selección de las hojas, ambas también muy intensivas en mano de obra. La primera transformación emplea directamente a unos 350 trabajadores, de los que el 96% tienen contratos indefinidos; y más de la mitad de la plantilla está formada por mujeres.

Ello explica por qué el cultivo y la transformación de hoja de tabaco facilita la fijación de población en las zonas en las que se produce. Estas actividades mueven más de 3.000 empleos a tiempo completo, que en la realidad impactan a muchas más personas, puesto que inyectan 139 millones de euros al año a la economía extremeña, el equivalente al presupuesto de la Consejería de Transportes del pasado año. Para Cáceres, estas actividades representan el 1,8% del PIB, el 2,2% de su empleo y el 18% de las exportaciones.

Sirvan estas pinceladas para descubrir la realidad de una actividad esencial para el mantenimiento de la vida de los pueblos del norte de Cáceres. Un modus vivendi que puede verse amenazado si las tendencias regulatorias tanto de la OMS como de la Unión Europea en torno al tabaco son desproporcionadas.

* Juan Andrés Tovar Mena es presidente de Cetarsa.