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Compromiso con 'España Puede'

La posible derogación de la reforma laboral podría dificultar la salida de la crisis. Encontrar soluciones que generen flexibilidad en las organizaciones y garanticen la seguridad de los trabajadores debe ser un objetivo común

Foto: La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE)
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE)

El Ministerio de Trabajo y Economía Social lleva más de un año y medio negociando una reforma laboral con organizaciones empresariales y sindicatos. Formalmente, las reuniones comenzaron a principios de 2020, se suspendieron por la crisis del covid-19 y se retomaron en marzo de este año.

Nuestro mercado de trabajo presenta una serie de debilidades conocidas por todos: altas tasas de temporalidad y desempleo (especialmente en los jóvenes), paro de larga duración (principalmente en mayores de 45 años) e inaceptables niveles de economía sumergida. Estos problemas, unidos a un desajuste importante entre las competencias que demandan las empresas y las que produce nuestro sistema educativo, lastran nuestro país y restan no solamente competitividad a las empresas, sino también oportunidades de desarrollo para los demandantes de empleo.

La posible derogación de la reforma laboral sin acuerdo entre los agentes sociales y sin garantizar que somos capaces de corregir las principales debilidades del mercado, ofreciendo flexibilidad a las organizaciones y seguridad a los trabajadores, preocupa en el ámbito empresarial. Esto podría provocar un retroceso en las relaciones laborales y dificultar aún más la salida de la crisis.

"Hoy, la mitad de nuestra población carece de la formación necesaria para desempeñar los trabajos que se demandan"

A continuación, compartimos algunas reflexiones, así como propuestas concretas y alineadas con el plan 'España Puede', firmemente convencidos de que podemos ayudar a mejorar de manera concreta el problema del acceso de los jóvenes al mercado de trabajo.

- En relación con el drama del desempleo juvenil, hay que, definitivamente, eliminar las rigideces y condicionantes que lastran e impiden en la práctica un modelo de contratación para la formación. Uno que permita a nuestros jóvenes poder conciliar aprendizaje y trabajo, como así sucede en el conjunto de la Unión Europea, mientras que en España es paradójicamente residual.

- Posibilitar que las agencias de empleo puedan articular los contratos de formación y aprendizaje en sus términos y condiciones, contando en caso de que fuese necesario con distintas empresas usuarias para su implantación. Esto no solo incrementaría la utilización de este tipo de contrato, sino que también multiplicaría la capacitación de nuestros jóvenes y, por tanto, facilitaría su empleabilidad final. A mayor experiencia y conocimiento laboral, mayor empleabilidad.

- Hoy, la mitad de nuestra población carece de la formación necesaria para desempeñar los trabajos que se demandan y, más importante si cabe, los que se demandarán en el futuro. Tanto desempleados como trabajadores necesitan hoy, y en los próximos años, un reciclaje importante y permanente. Los contratos formativos deberían servir también para desarrollar el principio del aprendizaje permanente. No aprovechar su potencial puede tener efectos devastadores precisamente entre quienes más lo necesitan.

"Hay que eliminar los lastres que impiden un modelo de contratación para la formación que permita poder conciliar aprendizaje y trabajo"

- Permitir la utilización de este tipo de contrato para mayores de 45 años y colectivos de parados de larga duración, para, de este modo, y ante la evidente necesidad de estimular el aprendizaje permanente y las obvias necesidades de recualificación, facilitar su integración en el mercado laboral.

Para conseguirlo, sería necesario adaptar la Ley 14/1994 al modelo de contrato de formación y aprendizaje de agencia que se propone. Ambas medidas podrían multiplicar por dos la utilización de este tipo de contrato.

Encontrar soluciones que contribuyan a generar una mayor flexibilidad y competitividad para las organizaciones empresariales, garantizando a la vez la seguridad, estabilidad y cuidado de los trabajadores, debe ser el objetivo último y común para los diferentes actores que intervienen en el mercado de trabajo. Este es, desde nuestro punto de vista, el principal objetivo que debe garantizar la reforma laboral.

*Iker Barricat. Director general de Adecco España.

El Ministerio de Trabajo y Economía Social lleva más de un año y medio negociando una reforma laboral con organizaciones empresariales y sindicatos. Formalmente, las reuniones comenzaron a principios de 2020, se suspendieron por la crisis del covid-19 y se retomaron en marzo de este año.

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