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Las primeras facturas de gas destapan el intento fallido de Sánchez de bajar los precios
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Las primeras facturas de gas destapan el intento fallido de Sánchez de bajar los precios

Los recibos que están llegando demuestran que las soluciones implementadas hasta ahora no han sido efectivas ni han permitido reducir de forma significativa la calefacción que pagan la mayoría de ciudadanos

Foto: Foto de recurso de un radiador
Foto de recurso de un radiador

Se empiezan a recibir estos días las primeras facturas de calefacción de este invierno marcado por la crisis energética y los altos precios del gas. Bajan las temperaturas y sube la factura energética, poniendo de manifiesto que las medidas impulsadas por el Gobierno para contener el alza de precios no están surtiendo plenos efectos deseados.

La intervención pública para limitar el precio del gas única y exclusivamente para los clientes de la tarifa regulada (TUR), que solo pueden ofrecer legalmente cuatro grandes empresas de energía, ha generado una grave distorsión en el sector, ya que el resto de comercializadoras que competimos quedamos fuera del mercado, obligadas a comprar la energía a unos precios mayoristas más altos que los de venta al consumidor final de la tarifa regulada.

Desde la comercializadora independiente Feníe Energía y a través de la Asociación de Comercializadores Independientes de Energía (ACIE) nos hemos dirigido al Gobierno de forma reiterada para que las ayudas a la rebaja de precios realmente pudieran haber llegado a la mayoría de los consumidores y no, como ocurre ahora, únicamente a los acogidos a la tarifa regulada.

Foto: Foto: EFE.

En este sentido, hemos demandado insistentemente cambios legislativos urgentes que permitiesen que la mayoría de la ciudadanía pudiera beneficiarse de las ayudas sin necesidad de que cada uno de los consumidores tenga que cambiarse de tarifa, con los consiguientes atascos de tramitación que el propio Gobierno ha reconocido.

Desde las comercializadoras independientes compartimos la necesidad de contener la crítica situación energética a la que hacen frente los consumidores, pero no podemos dejar de señalar que las facturas que se están recibiendo demuestran que las soluciones implementadas hasta ahora no han sido efectivas ni han permitido reducir de forma significativa la factura de la calefacción que pagan la mayoría de los ciudadanos. Las soluciones que proponemos son sencillas y, aunque ya llegan tarde, sin duda podrían haberse implementado antes del otoño.

El objetivo se hubiera logrado con mayor eficacia si se hubiera destinado una parte del esfuerzo económico impulsado por el Gobierno a complementar con incentivos específicos al enorme número de clientes que se mantienen en las tarifas libres que comercializamos los diferentes operadores del mercado.

Es hora de analizar los resultados con agilidad y reutilizar los 3.000 millones en el mercado libre para que el escudo sea realmente eficaz

A las enormes trabas que se encontraron los consumidores para traspasar sus contratos a la tarifa regulada se unen ahora los escasos efectos que la financiación de la TUR ha tenido en las comunidades de vecinos. Según las últimas informaciones difundidas por la propia vicepresidenta Teresa Ribera, apenas 2.000 comunidades de un total de 1,7 millones de propietarios con calderas de gas centralizadas que existen en nuestro país se han acogido a tiempo a la TUR vecinal. Es a todas luces una cifra raquítica para el inmenso coste público destinado a este propósito. En paralelo, el incremento de consumidores particulares que se ha refugiado en la tarifa regulada se ha quedado en poco más de 100.000 contratos en diciembre y 200.00 contratos en noviembre, en un mercado de en torno a 5 millones. Cifras muy alejadas del pretendido escudo social de 3.000 millones de euros impulsado por el Gobierno.

Desde las comercializadoras independientes hemos trasladado al Gobierno la grave situación que afrontamos en este invierno bélico y de legislación cambiante. Creemos que es urgente que el Consejo de Ministros impulse ya medidas que realmente contribuyan a bajar la factura de calefacción de todos los ciudadanos, tanto de los pocos que se benefician de la tarifa regulada como de los que, muy mayoritariamente, se mantienen en el mercado libre.Medidas que también contribuirían a bajar los precios de la energía, que lo harían de forma más eficaz y que no conllevarían, como ocurre ahora, la división en consumidores de primera y de segunda, además de evitar que , como está ocurriendo se destruya la libre competencia en el mercado de energía cuyas consecuencias negativas a medio plazo para los consumidores cualquiera puede imaginar. Es hora de analizar los resultados con agilidad y reutilizar los 3.000 millones en el mercado libre para que el escudo sea realmente eficaz.

***Paula Román es directora general de Feníe Energía

Se empiezan a recibir estos días las primeras facturas de calefacción de este invierno marcado por la crisis energética y los altos precios del gas. Bajan las temperaturas y sube la factura energética, poniendo de manifiesto que las medidas impulsadas por el Gobierno para contener el alza de precios no están surtiendo plenos efectos deseados.

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