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Ucrania necesita drones estadounidenses

El control chino de las exportaciones de los sistemas aéreos no tripulados que utiliza Kiev beneficiará a Rusia en la guerra

Foto: Foto: US Army.
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La reciente decisión de China de restringir las exportaciones de aviones no tripulados cegará la ventaja de reconocimiento de Ucrania en la guerra con Rusia y constituye una intervención activa a favor de Moscú. Estados Unidos y sus aliados deberían responder desarrollando una base industrial que fabrique sistemas aéreos no tripulados. Si no lo hacen, prácticamente garantizarán que Rusia gane la partida.

La guerra de Ucrania es la primera guerra de drones. Los sistemas aéreos no tripulados, o UAS, por sus siglas en inglés, son cruciales para la estrategia de Ucrania y están a la vanguardia de una transición en la tecnología militar que cierra la brecha entre el potencial y el efecto real de las municiones guiadas de precisión. Los ejércitos modernos llevan décadas utilizando armas de extraordinaria precisión. Empleadas por primera vez durante la campaña de bombardeos de Estados Unidos en la Ofensiva de Pascua de 1972 en Vietnam, las armas de precisión son cada vez más exactas y de largo alcance. Pero la precisión solo es útil si se puede identificar un objetivo y atacarlo rápidamente.

Los sistemas aéreos no tripulados también forman parte de los ejércitos modernos, y se utilizaron por primera vez en 1982 a gran escala para suprimir las defensas aéreas sirias en el Líbano. Buscaron armas pesadas de largo alcance durante la Guerra del Golfo y fueron utilizados por Estados Unidos y sus aliados como arma de ataque clave contra los yihadistas durante la guerra global contra el terrorismo.

Foto: Captura del vídeo en el que se percibe un ataque con dron contra el Olenegorsky Gornyak, cerca del puerto de Novorossiyk (Reuters)

El éxito militar de Ucrania representa una evolución más allá de las prácticas militares habituales de Occidente y, antes de la guerra actual, de Rusia. Superados en número de hombres y armas, los ucranianos se enfrentan a un enemigo con muchos más cañones, lanzacohetes y munición. Su solución, desarrollada desde que comenzó el conflicto en el Donbás en 2014, ha sido luchar de forma más inteligente.

El sistema de reconocimiento UAS ucraniano integra un puñado de armas con decenas de miles de pequeños drones, incluyendo máquinas portátiles, cuadricópteros más grandes de cuatro rotores y un puñado de naves de ala fija. Las unidades UAS ucranianas avanzan desplegando drones a unos cientos de metros del enemigo. Los satélites Starlink transmiten imágenes en tiempo real de las unidades rusas. Estos datos en directo del campo de batalla, que los militares rusos se esfuerzan por desbaratar, se transmiten a las unidades de artillería. Cuando se ataca un objetivo, los operadores de drones ucranianos pueden disparar sus armas y evaluar inmediatamente los daños causados. Este sistema permite atacar en profundidad a las fuerzas rusas desplegando fuego de artillería de largo alcance para destruir defensas aéreas, sistemas electrónicos y otros objetivos de gran valor.

Cada mes, Ucrania utiliza unos 10.000 drones de diferentes tipos. Los índices de pérdidas varían. Los operadores experimentados pueden llevar el mismo dron a docenas de misiones, mientras que las unidades de infantería en puntos calientes pueden perder drones cada día de combate. Rusia ha copiado el sistema ucraniano, utilizando el mismo equipo, pero con menos eficacia. Las fuerzas rusas suelen utilizar plataformas de comunicaciones por cable menos móviles pero más fiables.

Foto: Drones sobrevolando a los ciudadanos de Taiwán (EFE Ritchie B. Tongo)

La mayoría de los drones se fabrican para uso civil. Antes de la guerra de Ucrania, ningún contratista de defensa tenía capacidad para suministrar UAS a la escala necesaria para el combate. La empresa china DJI, respaldada por el Estado, es el líder mundial, con cerca de dos tercios del mercado mundial de pequeños drones. Los soldados ucranianos prefieren los equipos de DJI a las alternativas estadounidenses y europeas, que cuestan más y a menudo son menos fáciles de usar y fiables. Un cuadricóptero DJI de corto alcance se vende a entre 1.000 y 5.000 dólares, y uno de alcance medio, a entre 5.000 y 15.000 dólares. Dado que DJI es una entidad financiada por el Estado, el Partido Comunista Chino y el Ministerio de Seguridad del Estado tienen un amplio conocimiento de sus exportaciones.

China ya ha perturbado antes el despliegue de drones ucranianos. A lo largo de 2022, retrasó las exportaciones de cuadricópteros a la Unión Europea mientras seguía cumpliendo la normativa del mercado comunitario y limitaba las capacidades de sus sistemas de detección de UAS Aeroscope. Pero con los controles a la exportación anunciados la semana pasada, China instituyó un proceso de revisión para cualquier venta de drones que supere un determinado umbral, regulando esencialmente los de uso militar. El elemento clave es la prohibición del uso final militar. Ucrania obtiene la mayoría de sus drones a través de compradores individuales y organizaciones benéficas que operan en Europa, lo que significa que después del 1 de septiembre, cuando entren en vigor los controles de exportación de China, será difícil para las unidades ucranianas conseguir drones fabricados en China.

Foto: El dron Urkjet UJ-22 Airborne caído a solo 30 kilómetros de Moscú.

Se trata de una intervención en favor de Rusia. Es poco probable que China restrinja las transferencias de tecnología de drones a Rusia. Incluso si lo hace nominalmente, es casi seguro que ha ayudado a Rusia a construir una pequeña pero útil industria nacional de drones mediante la exportación de electrónica de consumo que Rusia puede reconvertir en UAS de baja tecnología.

Una prohibición total beneficiaría abrumadoramente a Rusia. A pesar del grave desgaste, Rusia tiene superioridad cuantitativa de artillería sobre Ucrania, mientras que todo el enfoque ucraniano se basa en integrar drones con fuego de artillería y movimientos de infantería. Si el conflicto volviera a ser una contienda del siglo XX entre artillería masiva, Rusia tendría una ventaja abrumadora. Sin la ventaja del reconocimiento, las ofensivas ucranianas serían imposibles. A medida que el fuego de contrabatería ucraniano se deteriora, las fuerzas rusas pueden simplemente machacar a Ucrania.

Occidente no puede sostener a Ucrania en una lucha tradicional. Mientras que la capacidad de artillería occidental se está ampliando y puede satisfacer las necesidades de Ucrania sin tener que recurrir a las reservas durante los próximos 15 meses, el gasto ucraniano en munición se basa en su sistema de reconocimiento UAS. Occidente tendría que pasar suministrar a Ucrania 120.000 a 150.000 proyectiles al mes, a cerca de medio millón, y con 1.000 o más cañones adicionales.

Foto: El distrito financiero de Moscú ha sido atacado con drones en varias ocasiones desde el fin de semana. (EFE/Yuri Kochetkov)

Las acciones de China exigen que Estados Unidos, sus aliados y Ucrania reconozcan que Pekín apoya plenamente, aunque de forma sigilosa, la guerra de Rusia. China no desea desempeñar el papel de intermediario honesto, ni tiene interés en que se llegue a un acuerdo que respete las preocupaciones de seguridad estadounidenses, europeas o ucranianas.

Estados Unidos y sus aliados deben actuar de inmediato. Los fabricantes de drones occidentales están ansiosos por competir con DJI y otras empresas chinas. Estados Unidos debería reorientar parte de su ayuda a Ucrania para incluir cuadricópteros fabricados por empresas estadounidenses.

El secretario de Defensa puede iniciar un programa de emergencia bajo la Autoridad de Adquisición Rápida del Departamento de Defensa de EEUU. Esta autoridad, que permite al secretario apropiar fondos de casi cualquier fuente del presupuesto del Pentágono, se aplica cuando una "necesidad imperiosa de seguridad nacional" exige "el inicio inmediato de un proyecto" y un "rápido despliegue". La necesidad es obvia: el apoyo estadounidense a Ucrania fracasará si el sistema de reconocimiento UAS se viene abajo.

Foto: Un cartel de restricciones a los drones en la plaza Roja de Moscú. (EFE/EPA/Maxim Shipenkov)

Hasta ahora, la administración Biden ha apoyado a Ucrania proporcionándole capacidades fragmentarias semanas o meses después de que se hiciera evidente su necesidad. Ucrania ha sobrevivido gracias al ingenio y la adaptación tecnológica, sobre todo mediante el uso de UAS para mejorar su artillería. Si Ucrania no obtiene el apoyo de los UAS que necesita, Rusia se impondrá, probablemente, a finales de año. Si Estados Unidos no actúa, se arriesga a dar una victoria decisiva a Rusia y un beneficio geopolítico a China.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal.

La reciente decisión de China de restringir las exportaciones de aviones no tripulados cegará la ventaja de reconocimiento de Ucrania en la guerra con Rusia y constituye una intervención activa a favor de Moscú. Estados Unidos y sus aliados deberían responder desarrollando una base industrial que fabrique sistemas aéreos no tripulados. Si no lo hacen, prácticamente garantizarán que Rusia gane la partida.

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