Datos macroeconómicos: condición necesaria pero no suficiente

Desde hace dos o tres años, vengo manteniendo que analizar la economía a través de los datos macroeconómicos puede ser condición necesaria, pero que no es suficiente para poder concluir sobre la evolución económica de nuestro país tras la pandemia. Ni siquiera cuando se dan las cifras empresariales agregadas. Si no separamos los pequeños y medianos negocios de los grandes, no seremos capaces de ver los árboles en este complejo bosque. La ley de los grandes números no funciona aquí. Si una persona se come dos pollos y otra no se come ninguno, la estadística dirá lo que quiera, pero uno se muere de hambre.

Aunque en ningún momento pude prever ni una guerra ni sus consecuencias en lo que se refiere a precios y subidas de tipos de interés, antes del verano de 2020 indiqué en una entrevista en este mismo medio que el otoño de ese año sería terrible para los negocios. Y, después, pronostiqué un 2023 complicado, un 2024 en el que se podrían establecer las medidas para reforzar los negocios y una posible salida del túnel en 2025. Bueno, creo que, desafortunadamente, esto va a ser así.

El Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos realiza periódicamente un barómetro donde aglutina los datos económicos y financieros de los clientes de los gestores administrativos. Es una encuesta que, por el volumen de respuestas, refleja un nivel de confianza del 95% y un margen de error del 5%. En las últimas ediciones, hay determinados datos que son tozudos y que aparecen siempre que realizamos la pregunta: uno de cada cuatro pequeños y medianos negocios tiene serios problemas de liquidez. En el mes de agosto se ha producido un notable incremento en el número de embargos y apremios por parte de las administraciones (Hacienda y Seguridad Social, básicamente) a nuestros clientes. Además, el barómetro de marzo de este año nos ha iluminado sobre otro punto preocupante: el 15% de los pequeños y medianos negocios está ya operando fuera del sistema (en plata: que cobraba y pagaba al contado, no declaraba IVA…, al menos parcialmente). Situación fruto de las dificultades para mantener abierto el negocio.

"Según nuestro barómetro de marzo, el 15% de los pequeños y medianos negocios está ya operando fuera del sistema"

Hemos llevado a cabo durante el año un ejercicio basado en empresas reales sobre lo que había supuesto el crecimiento del salario mínimo interprofesional (SMI), tanto por la subida en sí como por el deslizamiento al alza que se producía al tener que mantener la distancia “salarial” entre los distintos componentes de la empresa. Para una compañía de cuatro trabajadores, desde 2019, antes de la subida del SMI de ese año y el contexto actual, la masa salarial se había incrementado en un 52%, en torno a 27.000 euros al año. Si usted tiene un pequeño bar con cuatro empleados, una peluquería o una tienda de tecnología, entenderá bien el esfuerzo que suponen esos 27.000 euros. Aquí no consideramos subidas adicionales por IPC, ni mayores cotizaciones por el MEI (mecanismo de equidad intergeneracional) ni por la subida de la cotización máxima.

Haga también usted cálculos en el impacto que ha tenido la subida del tipo de interés. El euríbor en 2021 estaba en torno al -0,50%. Si contaba con un crédito de 100.000 euros a euríbor a un año más 2,5% (un buen precio), ha pasado de pagar el 2% al 6,5%. Si la cuenta de crédito está totalmente dispuesta, esto implica pasar de 2.000 euros al año a 6.500, es decir, un 225% más.

La subida de los alquileres, el precio de la energía y el de determinadas materias primas abundan en la reducción de rentabilidad para estos negocios más pequeños y vulnerables a todas estas circunstancias. Si a eso le añadimos que todavía muchos de ellos no han conseguido alcanzar la facturación prepandemia, se han endeudado con los ICO o se han acogido a moratorias de alquileres, la bola de pagos es insoportable.

"A todas esas personas que dirigen desde los despachos el rumbo de nuestras vidas, les pediría que se bajaran a la calle"

Pero, claro, si luego viene el Banco de España, hace su encuesta de Central de Balances Trimestral, con una muestra de 900 empresas en las que no se separa la pequeña de la grande, las conclusiones sobre el incremento de facturación y de rentabilidad desmienten nuestros datos. Y entonces no me queda más remedio que volver al principio. En este caso, la suma de lo micro no es representativo, porque el aumento de facturación y rentabilidad de las grandes compañías enmascara la realidad de las pequeñas.

Ahora bien, esas son cifras que a muchos les sirven para sacar pecho y para decirnos que estamos equivocados, que las cosas van bien, que España va bien y que somos el motor de Europa. Y eso sin ejecutar los fondos Next Generation, que si fuéramos capaces de sacarles provecho…

Hace ya unos cuantos meses escribía un post con el título de "Te falta calle, chaval". Una expresión mundana que nunca había reflejado tan bien la realidad. A todas esas personas que dirigen desde los despachos el rumbo de nuestras vidas, les pediría que se bajaran a la calle y que hablaran con los comerciantes, con los autónomos, y que no solo lo hicieran en Madrid. La capital es una isla en este sentido, y fuera de ella se está pasando muy mal.

"Las previsiones de Bruselas que señala que seremos en los próximos meses el motor de Europa no se ajustan a lo que se ve en la calle"

Quizá con esa información, las medidas y las declaraciones de nuestros gobernantes deberían ser diferentes. Sacan pecho de unos datos que no representan la realidad del desierto por el que atraviesan los negocios. Por ello, las previsiones de la Comisión Europea, que señala que seremos en los próximos meses el motor de Europa, no se ajustan a lo que se ve en la calle.

Desde 2019 a 2022, España va a la cola por crecimiento del PIB de toda Europa, y eso a pesar de la última revisión del INE realizada hace apenas unos días. Más allá de las interpretaciones de los datos macro, yo llevo trabajando toda mi vida con los pequeños y medianos negocios; y, por ello, les aseguro que la gran mayoría no percibe nuestra evolución económica actual como lo hace el Ejecutivo en funciones. Bajen al barro, mánchense los zapatos, conozcan la realidad económica de nuestro país, y entonces sus declaraciones serán más creíbles.

*Fernando J. Santiago Ollero es presidente del Consejo General de Colegios de Gestores Administrativos.