Retos y tendencias de la movilidad global en un entorno cambiante

Es indudable que en un mundo tan globalizado como es el actual, la movilidad internacional está en constante evolución. A medida que las organizaciones amplían sus operaciones abriendo nuevos mercados, sus equipos buscan aprovechar las oportunidades internacionales que nacen al abrigo de esa expansión, y los modelos de trabajo se transforman para adaptarse, atraer y retener el talento adecuado, que sigue siendo un factor determinante para el éxito.

En todos los sectores, en la medida de sus posibilidades, se ha perseguido ofrecer a los empleados más flexibilidad en relación con el modelo de trabajo, y las organizaciones se han dado cuenta de que ya no es un lujo contar con las políticas adecuadas, sino una necesidad para seguir siendo atractivas y competitivas en la lucha por la atracción del talento. En este entorno de incertidumbre, las empresas se enfrentan a nuevos retos en el desarrollo de su actividad, al mismo tiempo que conviven con las amenazas derivadas de la guerra entre Rusia y Ucrania, la crisis energética, la inflación mundial y la escasez de talento.

Para los responsables de movilidad global, el poder comparar sus políticas y prácticas de movilidad frente a las de otras organizaciones e industrias globales resulta muy útil. Disponer de esta herramienta les ayuda a reflexionar sobre su propio modelo de movilidad, pero también a planificar y preparar su programa de movilidad del futuro.

La flexibilidad estructurada es uno de los grandes retos en materia de movilidad global: cada vez más las organizaciones están efectuando reajustes en sus políticas de flexibilidad laboral, tendiendo a requerir una mayor presencialidad en la oficina de sus empleados. Ello responde dos objetivos: fomentar una colaboración más directa entre los equipos y la cultura de la organización. No obstante, las organizaciones no pueden olvidarse del bienestar de sus empleados para los que la conciliación entre la vida personal y laboral se ha convertido en una prioridad. Es por ello que las compañías deberán combinar ambos mundos (presencialidad y flexibilidad) para seguir siendo competitivos en la guerra por el talento.

La estrategia de talento y movilidad resulta también de gran relevancia. El rol que juega el área de movilidad internacional es fundamental para lograr que la estrategia de talento de la organización sea una realidad, ya que al conocerla pueden facilitar que las personas adecuadas, con el talento requerido, estén en el lugar y momento correctos para así contribuir a los éxitos del negocio. La sintonía entre talento y movilidad permite a las organizaciones aprovechar la experiencia internacional de sus empleados, facilitándoles el crecimiento profesional y en paralelo atender las necesidades del negocio, contribuyendo así al éxito de manera sostenible.

Otro de los aspectos destacados es la importancia de la tecnología en el centro: La tecnología continúa siendo una palanca esencial para el desarrollo de los programas de movilidad internacional, ayudando a las organizaciones en la gestión de su colectivo global. La tecnología se presenta como un instrumento facilitador para el área de movilidad, ya que les permite optimizar la ubicación del talento de la organización a escala global, mejorando en eficiencia y rentabilidad, pero también en la experiencia de empleado, facilitando y agilizando la gestión de todos los procesos/obligaciones que un desplazamiento exige observar.

No pueden olvidarse del bienestar de sus empleados, para los que la conciliación se ha convertido en una prioridad

La importancia de la diversidad e inclusión global es otra de las conclusiones que se pueden extraer de una encuesta llevada a cabo por KPMG. En el entorno actual en el que los valores ESG están cada vez más presentes en todas las áreas de una organización, se acentúa el foco en la accesibilidad de todos los colectivos a los programas de movilidad de las organizaciones. Se aprecia un lenguaje cada vez más inclusivo y con mayor conciencia social en el desarrollo de las políticas de movilidad que buscan abarcar la diversidad e inclusión de los colectivos que integran las organizaciones sin olvidar la singularidad de algunos individuos. Está cada vez más presente el compromiso de proporcionar oportunidades equitativas para todos, con independencia del individuo concreto, sus circunstancias o su identidad.

Por último, la movilidad a corto plazo destaca como la figura de desplazamiento a corto plazo transfronterizo más utilizada. Estos movimientos, con una duración de semanas o pocos meses, aportan a las organizaciones una solución flexible que les permite abordar proyectos concretos (traspaso de conocimiento, exploración de un nuevo mercado) de duración determinada y controlar los costes que, cuando se trata de movimientos a largo plazo, crecen exponencialmente. Al mismo tiempo, este modelo de movilidad a corto plazo permite alinear las necesidades de la organización con sus objetivos de agilidad y adaptabilidad lo que hace pensar que esta figura se consolidará como un elemento esencial en la estrategia de gestión del talento en los próximos años.

En un entorno como el actual en el que vivimos cambios constantes de una semana para otra se hace necesario que los programas de movilidad global de las organizaciones sean flexibles y con capacidad para adaptarse a los cambios que demandan sus empleados y la propia sociedad en cierta manera nos impone.

*Gonzalo Álvarez-Yuste es socio en el área de Global Mobility Services de KPMG Abogados