Es noticia
Elisa o la importancia de la confiabilidad
  1. Economía
  2. Tribuna
Carlos Rodríguez

Tribuna

Por

Elisa o la importancia de la confiabilidad

La UE debe demostrar, con datos confiables, relevantes y accesibles, que sabe invertir y generar retorno. España, segundo país receptor de fondos por volumen, tiene la oportunidad de hacerlo

Foto: Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa. (EFE/Kiko Juesca)
Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa. (EFE/Kiko Juesca)

A los que dudan sobre la capacidad de la Unión Europea de lograr el financiamiento necesario para apoyar sus objetivos estratégicos, como ha pasado a ser la defensa, cabría recordarles que en apenas unos meses la UE fue capaz de movilizar un paquete de inversión de 750.000 millones de euros entre préstamos y subvenciones para hacer frente al impacto económico y social de la crisis del coronavirus. Los mercados respondieron rápidamente a la emisión de deuda altamente calificada con que se financia esa inversión, el instrumento Next Generation. Y no hay duda de que volverían a hacerlo en caso de que la Unión decidiera dar el paso definitivo y convertirse en emisor soberano de forma permanente.

La pregunta más bien está en el otro lado: ¿dará la Unión Europea ese paso? En buena parte, se espera que el informe Draghi (previsto para finales de junio) argumente no solo la conveniencia, sino la necesidad de hacerlo para apoyar inversiones críticas en bienes públicos europeos- si es que la Unión, como bloque, quiere mantener una posición geoeconómica relevante en las próximas décadas y proteger sus niveles de bienestar.

Que los estados miembros den el paso dependerá, al menos en parte, del éxito de la ejecución del instrumento Next Generation EU. Hasta la fecha, sin embargo, nos falta información para poder convencer a los escépticos, tanto a nivel europeo como nacional. ¿Conocemos los niveles de ejecución real de forma completa y actualizada? ¿Los proyectos financiados y los sectores a los que pertenecen? ¿Podemos calcular su impacto en términos económicos, ambientales o sociales? ¿Disponemos de la información necesaria para identificar áreas de ineficacia del gasto y oportunidades de mejora en la aplicación de los fondos?

En los 5 informes que hemos presentado desde el Observatorio Next Generation de LLYC sobre el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España (PRTR) hemos señalado la imposibilidad de responder a estas preguntas al no disponer de datos lo suficientemente desagregados y comparables, con una ausencia particularmente flagrante en el caso de las Comunidades Autónomas (responsables de la ejecución del 35,4% del PRTR original, unos 24.600 millones de euros).

Tampoco la Comisión Europea lo facilita. Su último informe de avance del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (el más voluminoso dentro de Next Generation EU) se focaliza en datos agregados de cumplimiento de hitos y objetivos y solicitudes de desembolso recibidas, lo cual refleja las métricas de desempeño pactadas con los Estados Miembros, pero apenas dice nada sobre su utilización real y posible impacto.

Sin esa información, es difícil, cuando no imposible, hacer un seguimiento eficaz y tomar decisiones de mejora en la ejecución que agilicen el uso de los fondos dentro de los plazos apremiantes del instrumento (agosto de 2026). Además, es difícil cuando no imposible acercar a la ciudadanía a la realidad de estos fondos y su importancia, y generar confianza en su diseño y ejecución, de forma que se entiendan ahora y en el futuro.

Foto: La ministra de Hacienda y Función Pública en funciones, María Jesús Montero. (Europa Press/César Arxina)

Por eso es tan relevante Elisa, la herramienta de seguimiento de la implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) presentada por el ministro Carlos Cuerpo, que por primera vez presenta datos de las Comunidades Autónomas en una única base de datos. ¿Cómo fortalecer Elisa y asegurar su relevancia? Tras un primer examen con base en lo dispuesto en la web del PRTR, hay tres líneas en las que se debe profundizar el desarrollo de la herramienta: 1) introducir una mayor sistematización de los datos por modalidades y fases de ejecución, de manera que se eviten ambigüedades; 2) facilitar un desglose de los datos que incluya todos los conceptos básicos del gasto en relación a la codificación del PRTR, y con acceso a toda la información disponible, desde los acumulados totales hasta el detalle de cada adjudicación a cada beneficiario; y 3) procurar una actualización periódica de los datos con una frecuencia que aproxime lo máximo posible la ejecución real a la publicación de la información al respecto.

Este tipo de información permitirá fortalecer la ejecución de los fondos europeos, pero también su transparencia y confiabilidad. "Europa hará todo lo necesario para mantener su ventaja competitiva", señaló Von der Leyen cuando anunció el encargo del informe Draghi. Para ello, la UE debe demostrar, con datos confiables, relevantes y accesibles, que sabe invertir y generar retorno. España, el segundo país receptor de fondos por volumen, tiene la oportunidad y la obligación de hacerlo.

* Paloma Baena es Directora Senior de Asuntos Europeos LLYC y profesora en IE School of Politics, Economics and Global Affairs.

A los que dudan sobre la capacidad de la Unión Europea de lograr el financiamiento necesario para apoyar sus objetivos estratégicos, como ha pasado a ser la defensa, cabría recordarles que en apenas unos meses la UE fue capaz de movilizar un paquete de inversión de 750.000 millones de euros entre préstamos y subvenciones para hacer frente al impacto económico y social de la crisis del coronavirus. Los mercados respondieron rápidamente a la emisión de deuda altamente calificada con que se financia esa inversión, el instrumento Next Generation. Y no hay duda de que volverían a hacerlo en caso de que la Unión decidiera dar el paso definitivo y convertirse en emisor soberano de forma permanente.

Llorente & Cuenca Coronavirus Economía Ministerio de Economía
El redactor recomienda