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El cuento del déficit de talento: faltan buenos trabajos, no buenos trabajadores
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El cuento del déficit de talento: faltan buenos trabajos, no buenos trabajadores

En España no faltan trabajadores en general, ni trabajadores cualificados en particular, lo que falta es tejido productivo que genere puestos de trabajo, sobre todo, buenos puestos de trabajo con buenas condiciones laborales

Foto: Vista de las indicaciones de una oficina de empleo del SEPE del Barrio del Pilar, en Madrid. (Europa Press/Jesús Hellín)
Vista de las indicaciones de una oficina de empleo del SEPE del Barrio del Pilar, en Madrid. (Europa Press/Jesús Hellín)

El último mito en materia laboral surge del intento de elevar a categoría general la existencia de un supuesto “déficit de talento” que lastraría el funcionamiento de la economía española y con ese marco de relato, colar sus propuestas de parte. Como en otras ocasiones al hablar del mercado de trabajo, nos quieren colocar como relato general lo que no es más que un relato interesado de parte.

En España no faltan trabajadores en general, ni trabajadores cualificados en particular, lo que falta es tejido productivo que genere puestos de trabajo, sobre todo, buenos puestos de trabajo con buenas condiciones laborales.

El déficit de talento habla del desajuste entre la demanda de perfiles cualificados y la oferta de trabajadores cualificados, pero siempre se presenta el problema como la falta de trabajadores cuando a la vista de la realidad laboral de España, la mayoría de las veces el desajuste lo provoca la falta de condiciones laborales y de vida que merezcan la pena.

España tiene una tasa de vacantes laborales de las más bajas de Europa, al tiempo que su población trabajadora soporta la tasa de sobrecualificación más alta de la UE y la tasa de paro más alta de Europa, con más de 1 millón de personas en paro en España con formación especializada media y superior. Este panorama laboral específico de España obliga a dimensionar y analizar las causas de ese hipotético desajuste de talento que nos venden como la nueva reencarnación del “apocalipsis laboral” con el que nos vienen asustando en los últimos años.

Los datos desmienten el cuento del déficit de talento

Apenas hay vacantes pendientes de cubrir en España. Ojalá hubiera más, pero en un país con casi tres millones de personas en paro, apenas hay puestos de trabajo pendientes de cubrir. En el 4T2023 la tasa de puestos vacantes que existe en el conjunto de la industria, construcción y servicios en el conjunto de la UE (2,6%) o de la eurozona (2,9%) triplica con creces la tasa de vacantes de España (0,8%, que además se explica en gran medida por las vacantes ligadas a convocatorias públicas de empleo).

Foto: Un trabajador en la fábrica de Ford en Almussafes, Valencia. (EFE/Kai Forsterling) Opinión

Si comparamos la tasa de vacantes en sectores más “cualificados”, sigue sin evidenciarse ese problema. Así, en información y comunicaciones, la tasa de vacantes en la UE (3,1%) y la eurozona (3,4%) supera con creces la de España (1,3%). En actividades profesionales, científicas y técnicas, la tasa de vacantes de la UE (3,2%) y la eurozona (3,5%) multiplica la de España (1,3%). Y en el resto de los sectores es similar: las tasas de vacantes en Europa multiplican con creces las que existen en España.

Solo hay una vacante por cada 20 personas en paro

La tasa de vacantes en el sector privado es muy reducida en España y es un fenómeno que no ha ganado relevancia en los últimos años. No parece, pues, un problema grave por su dimensión ni urgente por su evolución explosiva. Más bien al contrario, en un país con casi 3 millones de personas en paro y otros cientos de miles más de activos potenciales, la existencia de tan pocos puestos vacantes pendientes de cubrir evidencia cuál es el cuello de botella que restringe el normal funcionamiento de nuestro mercado de trabajo.

El verdadero problema de la economía española reside en el infradesarrollo de su aparato productivo que no es capaz de generar buenos puestos de trabajo e incorporar y retribuir todo ese talento y formación.

Foto: La desindustrialización y los problemas de productividad. (EFE/Ismael Herrero))

La insuficiencia de buenos puestos de trabajo lo evidencia el hecho de que, en 2023, España registra la tasa de sobrecualificación más alta de Europa: un 36% de la población asalariada en España tiene formación superior, pero está trabajando en ocupaciones más elementales y básicas que no requieren de esa cualificación según Eurostat, frente a solo un 21% en la Unión Europea o un 23% en la eurozona.

La abundancia de trabajadores cualificados en España lo evidencia también la alta cifra de población desempleada con formación especializada. Según la EPA hay 785.000 personas en paro con formación superior y otras 360.000 personas con formación media especializada. De nuevo, talento hay de sobra en España, lo que no hay son proyectos empresariales y económicos para incorporarlo.

Frente al relato del déficit de talento y de que la población en paro está formada en ámbitos que no son los que demandan las empresas y empleadores, la realidad desmiente de nuevo al relato, y vamos a verlo con ejemplos concretos comparando datos de población en paro de la EPA y vacantes de la ETCL.

Foto: Varios operarios de la construcción. (EFE/David Arquimbau Sintes) Opinión
  • Hay 85.000 personas en paro con formación en tecnologías de la información y las telecomunicaciones y otras 11.000 en periodismo y documentación frente a solo 7.800 vacantes en las ramas de información y comunicaciones.
  • Hay 283.000 personas en paro con formación en negocios y administración, 40.000 con formación en derecho y otras 34.000 con formación en ciencias sociales y del comportamiento, además de varias decenas de miles con formación específica en ciencias naturales. Solo hay 11.200 vacantes en las ramas de actividades profesionales, científicas y técnicas.
  • Hay 132.000 personas con formación específica en salud y otras 33.000 con formación en servicios sociales, frente a 9.500 vacantes en actividades sanitarias y de servicios sociales.

En España pueden existir perfiles profesionales muy específicos con mayores dificultades para ser cubiertos, pero la gran diferencia de las cifras muestra que no hay un problema generalizado de falta de trabajadores cualificados en sectores intensivos en conocimientos. Es responsabilidad de los empleadores, partiendo de esa buena base de formación que tiene la población asalariada, realizar su labor de formación laboral y cualificación en aquellos aspectos específicos que lo puedan requerir para su actividad y fomentar el desarrollo profesional de las personas trabajadoras.

*Álvaro Gaertner Aranda, economista del Gabinete Económico de la CS de CCOO.

*Natalia Arias Pérez, economista del Gabinete Económico de la CS de CCOO.

*Luis Zarapuz Puertas, coordinador del Gabinete Económico de la CS de CCOO.

El último mito en materia laboral surge del intento de elevar a categoría general la existencia de un supuesto “déficit de talento” que lastraría el funcionamiento de la economía española y con ese marco de relato, colar sus propuestas de parte. Como en otras ocasiones al hablar del mercado de trabajo, nos quieren colocar como relato general lo que no es más que un relato interesado de parte.

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