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Tira el futbolín. Y deja de atraer talento
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Esther Blázquez Blanco

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Tira el futbolín. Y deja de atraer talento

Tira también los 'puffs', el 'ping-pong', y hasta la fruta "fresca". En serio, nadie los usa. Igual quedan bien en las fotos de LinkedIn, pero no está funcionando

Foto: Imagen de archivo de un futbolín. (EFE/Elvis González)
Imagen de archivo de un futbolín. (EFE/Elvis González)

Si haces zoom-in, si miras bien, no hay pelotas en ese futbolín, hace ruido y nadie lo pidió (esto es clave). Tampoco nadie quiere que se le vea la babilla en la barbilla durante la siesta que no va a ocurrir porque está trabajando y a menudo la fruta no está tan rica, cuando muerdes no da placer, que es lo que debería dar algo que se quiere. Todos estos detalles no son Cultura de empresa, son superficie.

Desde hace tiempo, en los procesos para contratar y "atraer talento" observo que estos productos se ofrecen como si fueran un valor añadido que suele presentarse como ‘perk’ (ventaja o incentivo de ser contratado por la empresa). Cuando me acerco, a veces encuentro que son un copia-pega de algo que está de moda en otro lugar. Como en las startups de otro país que parece más avanzado que el nuestro se está haciendo, pues hacemos eso con una buena voluntad pero sin entender de dónde viene. Y de nuevo nos quedamos con el afuera, en vez de ir al origen y encontrar los argumentos que provocan eso que vemos afuera.

Es decir, si en una empresa ofrecemos fruta (fresca), ¿cuál es la vocación cultural que ejercemos aquí? Esta pregunta, ¿nos la hemos hecho? Porque esa fruta, si es una muestra de que me importan las personas, será el resultado de algo que estoy cultivando dentro de la organización.

Entonces, la pregunta sería: qué estoy cultivando en esta organización, y qué principios esenciales nos rigen. Hay empresas que lo hacen así, con sentido, y donde sí funciona. Tienen procesos de contratación robustos donde, en vez de poner la fruta (fresca) como si fuera una ventaja, transmiten esto a su manera:

Foto:  Un hombre teletrabaja. (EFE/Emilio Naranjo)

"Aquí nos importan las personas que nos ayudan a ganar dinero y a cumplir con un propósito que puede mejorar la vida de muchas personas. Tanto es así, que cuando tenemos una conversación difícil, ejercemos una escucha comprometida con entender al otro, y no con responder de inmediato a sus argumentos. Por eso, practicamos la indagación. Tenemos estas conversaciones con estas frutas, que le compramos a Pilar y a Guillermo que las cultivan con cariño a unos kilómetros de aquí".

Si entendemos el párrafo anterior, por muy utópico que parezca, pero si lo reflexionamos y comprendemos lo que quiere decir la vocación de cuidar la cultura de una organización, entonces haremos actos que sean muestra de este compromiso.

Foto: Foto: Pixabay/Daniel Mena. Opinión
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¿Saldrán bien? ¿Te garantiza esto que no se vaya el "talento"? No. O sí. Pero la búsqueda de un resultado no debe eximir a nadie de su compromiso. Esto es, que yo no sepa si invertir en Cultura dentro de esta empresa me va a dar resultados, no debería ser lo que determine que lo haga. No sabemos si eso hará que el otro se quede en nuestro equipo o no, pero después de ese recorrido, nos habremos conocido, escuchado, evolucionado, aprehendido… mejor.

Respecto a contratar "talento", ¿te imaginas alguna empresa contratando no-talento? Lo del talento, ¿es la forma incuestionable de hablar de los listos de clase que en la entrevista del "match cultural" parecen majos y son aquellos con quienes "tomarse unas birras"?

A veces he encontrado que se trata de quien sabe un montón de un tema, lo tiene en su cerebro y no lo comparte con nadie pero claro, tiene "talento". A veces se trata de un currículum aparentemente espectacular de alguien a quien, en verdad, no le gustan las personas pero dicen que tiene "talento". Si le preguntas a toda la empresa lo que es el talento, cada cual te diría una cosa distinta, o sea, que nadie sabe lo que en verdad es. No existe el talento. Existen las personas.

Foto: La anécdota del conserje de la NASA se utiliza para explicar la motivación en el trabajo. (Pexels/ olia danilevich)

Si tu empresa la rige un propósito verdadero y has hecho todo lo posible para que todo el mundo lo comprenda y contribuya a ese propósito poniéndolo al servicio de otros seres humanos, no necesitarás atraer talento. Simplemente atraerás a los mejores seres humanos del mundo, para ti. Porque serán los que, con su voluntad, quieran contribuir a eso que estás creando tú.

Y para eso no hace falta "talento", hace falta determinación. Si la hay, lo demás, lo técnico, lo "talentoso", la artesanía, solo crecerá.

Una empresa debería contratar, conscientemente, sólo a quien quiere, a alguien a quien impulsar, y con quien desarrollar la voluntad de crecer siendo equipo, y no, simplemente, trabajando juntos, que no es lo mismo.

Foto: Foto: iStock.

No va de futbolín y talento pues, va de seres humanos que quieran evolucionar comprometidos. Sea cual sea el resultado, pero queriendo que cada vez sea mejor por voluntad, y no por la fruta (fresca).

Si haces zoom-in, si miras bien, no hay pelotas en ese futbolín, hace ruido y nadie lo pidió (esto es clave). Tampoco nadie quiere que se le vea la babilla en la barbilla durante la siesta que no va a ocurrir porque está trabajando y a menudo la fruta no está tan rica, cuando muerdes no da placer, que es lo que debería dar algo que se quiere. Todos estos detalles no son Cultura de empresa, son superficie.

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