Combatir la pobreza laboral

La pobreza laboral es una realidad inaceptable: una persona con trabajo debe poder vivir de forma digna con sus ingresos. Para combatir esta lacra hay que empezar por entenderla. Una persona que trabaje, como asalariada o como autónoma, se considera pobre si tiene ingresos por debajo del denominado umbral de la pobreza, que se sitúa en el 60% de la renta media del país, siguiendo el criterio establecido por Eurostat.

El umbral de pobreza en España en 2024 se situó en 13.383 € para una persona que viva sola. Por lo tanto, una persona con trabajo es pobre si tiene ingresos por debajo de esta cifra.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida, que elabora el Instituto Nacional de Estadística, el 11,7% de las personas ocupadas en España estaban en riesgo de pobreza en el año 2024. Es una cifra inaceptable, pero hay que recordar que en 2015 eran el 14,8%: en los últimos ocho años la pobreza laboral se ha reducido el 21%, situándose en los niveles más bajos de la serie histórica.

En cifras absolutas, casi 1 millón de personas han salido de la pobreza laboral gracias a los cambios que se han producido en estos años en el mercado de trabajo.

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Centrando el análisis en el empleo asalariado, son tres las razones básicas que provocan que un trabajador asalariado sea pobre: tener un salario bajo, trabajar a tiempo parcial y/o trabajar solo unos meses al año por tener un contrato temporal.

Para combatir la pobreza generada por los bajos salarios el gran instrumento es el salario mínimo. En España ha sido un éxito. En el año 2018 el SMI estaba por debajo del umbral de la pobreza, por lo tanto, todas las personas que, viviendo solas, lo cobraban estaban en situación de riesgo de pobreza. Todas, porque cobrar el SMI te hacía, automáticamente, un trabajador pobre.

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Por el contrario, en 2024 el SMI era de 15.876 euros, esto es estaba 2.493 € por encima del umbral de la pobreza. Esta es una cuestión fundamental: nadie que cobre el SMI, y que trabaje a jornada completa todo el año, es un trabajador pobre. Gracias a la intensa subida del SMI las personas que lo cobran han salido de la pobreza laboral.

Como no se puede cobrar menos del SMI, la pobreza laboral solo se puede dar en personas que trabajen a tiempo parcial o temporales que solo trabajen unos meses al año. Por lo tanto, para reducir la pobreza laboral hay que actuar sobre estas dos variables, algo que ya inició con éxito la reforma laboral de 2022, pactada por el ministerio de Trabajo con la patronal y los sindicatos.

Antes de esa reforma, el 28% de las personas asalariadas del sector privado tenían un contrato temporal. Hoy la temporalidad se ha reducido al 12%, situándose ya por debajo de la media europea. Es un nivel que ya tiene poco recorrido hacia abajo porque casi el 90% de los asalariados ya tiene una relación laboral indefinida.

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Queda, por último, el trabajo a tiempo parcial. En España trabaja a tiempo parcial el 13,4% de las personas asalariadas, una cifra que se aproxima mucho a la tasa de pobreza laboral (un 11,7%). Aunque no todas las personas que trabajan a tiempo parcial tienen ingresos por debajo del umbral de la pobreza, es aquí, en el trabajo parcial, donde se concentra la pobreza laboral, en especial cuando las personas que trabajan con jornadas reducidas lo hacen porque no encuentran un empleo completo.

Por ejemplo, una cajera de supermercado con contrato indefinido de 40 horas semanales no está en riesgo de pobreza laboral, pero si su compañera de la caja de al lado, que tiene una jornada de 20 horas o que solo trabaja unos meses al año cubriendo bajas o vacaciones.

En síntesis, la subida del 61% del salario mínimo ha sacado de la pobreza a todas las personas que tienen un empleo con jornada anual completa y la reforma laboral de 2021 ha reducido de forma significativa el número de personas que tienen un trabajo temporal.

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Gracias a la mayor calidad del empleo y al enorme incremento de los salarios más bajos se ha reducido la pobreza laboral, que ahora se concentra en el trabajo a tiempo parcial, especialmente cuando no es deseado por las personas que están en esta situación.

*Manuel Lago es diputado de Sumar