Madrid, centro financiero

Se incorpora hoy al plantel de colaboradores de Cotizalia un tipo realmente excepcional. Aunque él no lo recuerde, le conocí hace unos cuantos años en la boda de un amigo común. Iba vestido de tuno con todo lo que esa indumentaria implica. De hecho, probablemente sea por eso que él no me recuerda de aquél día. Posteriormente todas las referencias que he tenido suyas, tanto a nivel personal como profesional, han sido más que excelentes. De ahí que, cuando ese mismo amigo común, nos puso en contacto hace un par de meses con objeto de que pudiera incorporarse a esa casa del talento que pretende ser esta web, no lo dudé dos veces. Ignacio de la Torre aterriza entre nosotros en su triple condición de humanista (como Doctor en Historia), experto en mercados financieros (ha trabajado como analista en banca de inversión y es autor del libro Ingeniería Financiera sobre contabilidad creativa) y profesor del Instituto de Empresa bajo cuyo paraguas se lanza el Observatorio que él inaugura este miércoles y que tendrá una recurrencia quincenal.

A la luz del deplorable decorado de un bar de zumos cercano a la escuela de negocios, Ignacio, que habla tan rápido que a veces es difícil seguir su razonamiento, desgrana con avidez sus proyectos: el primero y principal, convertir el IE es la referencia académica de las finanzas a nivel europeo por encima de la London Business School. Una iniciativa que cobra mayor vigor en el entorno actual de desaceleración económica que vive nuestro país. Como hiciera la semana pasada con Walter Scherk, me limitaré a recoger se forma aséptica sus pensamientos, que pueden no coincidir con los míos. Del discurso que realiza, muy centrado en su tarea actual, se infieren cuestiones extraordinariamente candentes y críticas veladas hacia el capital humano que ha sustentado el mercado en los últimos años. Ustedes mismos.

Situación actual. “No creo que el problema actual tenga fácil solución a corto plazo. La consecuencia de la burbuja de liquidez a la que nos encaminó la errada política monetaria de los bancos centrales se va a traducir en un periodo largo de aversión al riesgo. Tampoco van a ayudar las empresas. Venimos de un entorno de márgenes en máximos que se van a ver afectados por el aumento del coste de los factores productivos en un momento en el que la menor demanda hace que la posibilidad de trasladar esos incrementos al cliente final sea limitada. El denominador del PER va a sufrir, lo que va a provocar que las valoraciones no sean tan atractivas como pudiera parecer”.

Sector financiero. “Indudablemente nos encaminamos hacia un nuevo escenario en el que la regulación y la supervisión van a estar en el centro de la actividad bancaria. En sí no es una novedad ya que se trata de un fenómeno pendular que tiende a ir por detrás tanto de la innovación financiera como de las prácticas abusivas que de la misma se terminan, en ocasiones, derivando. Sin embargo, sí que deberían las autoridades correspondientes impedir que los bancos vuelvan a actuar como hedge funds, pero mucho más apalancados, y favorecer que se extiendan, a sus respectivos mercados, los mecanismos anticíclicos que han funcionado en otros países, como las provisiones genéricas exigidas por el Banco de España”.

El mundo académico. “Me incorporé el año pasado como director académico de los Masters en Finanzas del IE tras haber dado clases de valoración de empresas, contabilidad creativa y asignación de activos desde 2001. Los proyectos son tan grandes como uno quiera hacerlos. Nuestra ambición es convertir la escuela de negocios en el referente europeo sobre la materia, por delante de la LBS y al nivel de la NYU o el Boston College. Forma parte de un proyecto, si cabe, más ambicioso todavía y que persigue convertir a Madrid en centro financiero de referencia a nivel mundial, aprovechando la decadencia de plazas tradicionales como Nueva York o Londres. Al final ambos fines están íntimamente relacionados. En la medida en que seamos capaces de atraer talento y que éste se quede en Madrid, cosa que está ocurriendo en la práctica con los Masters, habremos sembrado las condiciones para hacer de la ciudad una referencia en el plano internacional”.

Cómo hacerlo. “Al final, lo bueno que tiene haber trabajado diez años en los mercados financieros es que tienes una visión de lo que las compañías demandan y por tanto puedes dar una formación orientada a dichas necesidades. Sólo vamos a conseguir nuestra meta estando muy pegados a la realidad empresarial e identificando las mejores salidas laborales para los alumnos. Queremos aprovechar que el sesgo de las finanzas está de moda. No hay que olvidar que el 22% de los nuevos Consejeros Delegados de las empresas, o CEOs en la terminología anglosajona, acceden a su puesto desde el trampolín de la Dirección Financiera (CFOs), todo un récord. Un salto cuantitativo, y cualitativo, que fomenta la búsqueda de preparación especializada y que Madrid debería aprovechar para configurarse como el destino de referencia.”

Pasos que se han dado. “Yo sólo puedo hablar por el IE aunque sería bonito que el conjunto de las escuelas de negocios de la capital asumieran como suyo el proyecto. En nuestro caso hemos tratado de identificar nichos en expansión (como el de las finanzas islámicas o el mercado de las materias primas) que impliquen un interés profesional futuro, y los hemos incorporado a los planes de estudio. Hemos tratado de meter dentro del programa académico materias que están en la vanguardia del análisis financiero internacional como el behavioural finance, tema al que se han dedicado cuatro de los últimos doce premios nobel de economía. Y hemos pretendido impulsar el estudio de las crisis financieras como modo de evitar que se repitan los errores del pasado (algo que desgraciadamente estamos viviendo hoy día). No hay que olvidar que la media de edad de los operadores del mercado apenas supera los 30 años lo que implica que pocos de ellos han vivido un ciclo completo de activos financieros, auge y caída, boom y bust.

Pero no sólo se trata de una cuestión conceptual. También es necesario, a mi juicio, desvincular el carácter emprendedor de la posesión de una idea genial, error en el que tradicionalmente han incurrido las escuelas de negocios, y ampliarlo a la posibilidad de hacerse con compañías ya existentes mediante operaciones puramente financieras de la mano de sponsors sectoriales. Para ello, necesitas reforzar aún más el claustro de profesores con gente procedente del mercado de forma tal que materias como análisis bursátil, titulizaciones o finanzas corporativas se impartan por profesionales en activo de reconocido prestigio. Por último, la vocación internacional exige un Master para recién licenciados íntegramente en inglés que, esa es una de mis frustraciones, a día de hoy está copado por alumnado extranjero. Todo ello con una finalidad última: ser líderes en atracción de talento y formación de líderes”.