Es noticia
Desmontando a Gowex: 7 hechos demoledores del ‘informe Gotham’
  1. Mercados
  2. Valor Añadido
Alberto Artero

Valor Añadido

Por

Desmontando a Gowex: 7 hechos demoledores del ‘informe Gotham’

Ha sido la noticia del martes. No nos habíamos recuperado de la salida fulminante de Juan María Nin de La Caixa cuando nos desayunamos con un

Foto:

Ha sido la noticia del martes. No nos habíamos recuperado de la salida fulminante de Juan María Nin de La Caixa cuando nos desayunamos con un informe de Gotham City Research LLC sobre la tecnológica española de moda, Let’s Gowex. Para la estridente casa de análisis, el valor de la firma fundada y dirigida por Jenaro García es cero. No sólo eso: en su opinión, las cuentas anuales están trufadas de medias verdades cuando no de falsedades completas, conclusión a la que llegan tras ocho meses de investigación. Será la nueva Pescanova, advierte. Las acciones se piñan un 46% en una sola sesión. Y puede ser sólo el principio.

Las 93 páginas del documento se leen como un cuento, dada la cantidad de recortables que incorpora. Y, si les digo la verdad, peca de reiterativo e incluso pueril en demasiadas ocasiones. Buena parte de sus conclusiones finales se basan en extrapolaciones forzadas, como el bajo coste de sus auditores respecto a otras compañías con el mismo nivel de facturación o la dependencia en un inicio de sociedades cruzadas para justificar las ventas; algo que, absurdamente, entienden se mantiene en la actualidad. Sin embargo, sí realizan un interesante trabajo de campo sobre la difusión, el margen y la usabilidad real del servicio. Es ahí donde el veredicto es demoledor.

En ese aspecto nos vamos a centrar. De la lectura detallada del estudio –y prescindiendo de lo más anecdótico o del repaso que dan a los chicos de JB Capital Markets, cuyas estimaciones tratan de desmontar una tras otra–, se podrían destacar las siguientes revelaciones que, de ser ciertas y así lo parece por puro sentido común, ponen de manifiesto incongruencias significativas entre lo oficial y lo real.

  1. Nadie ha conseguido dar wifi gratis obteniendo crecimientos exponenciales de ingresos ni márgenes en el doble dígito ni, mucho menos, beneficios. Ni en la calle, ni en locales cerrados para los clientes. Tampoco la potente red desarrollada para el metro de Londres con motivo de las Olimipadas por Virgin que cuenta con un elevado público cautivo. Si Gowex lo hubiera hecho es porque son unos fieras negociando los acuerdos con operadoras y monetizando a los usuarios. Bien por ellos.
  2. Una conquista mayor aun si, como denuncia Gotham, el número de puntos de conexión apenas supera los 5.000 frente a los 100.000 de los que habla su CEO, cifra a la que llegan de acuerdo con un screening de los hotspots oficialmente reconocidos en los sites de la propia Gowex a abril de 2014. La ecuación unitaria empieza a romperse.
  3. Teniendo en cuenta, además, que, según afirman, el 86% de esos ‘postes’ son callejeros -de conexión ocasional y muy difícil rentabilización- y poco más de la mitad exclusivos -en el sentido de no solaparse con otras redes públicas o privadas-, por lo que el acceso preferente se reduciría al otro 50%, limitando su uso, sólo desde fórmulas mágicas inaccesibles para el común de los mortales se podrían justificar los datos públicos de facturación y retornos. 
  4. Sobre todo si la subjetiva experiencia de los analistas de Gotham con el servicio ofertado en ‘cientos de localizaciones’ es tal y como la cuentan: colgado en numerosas ocasiones, sin ofrecer la wifi prometida entre el 30% y el 50% del tiempo o carente de ancho de banda para descargar archivos de peso. Es evidente que en un entorno en el que la dependencia del móvil para todo es brutal, unas prestaciones como las descritas impedirían la necesaria recurrencia de uso. Vaya. No hay que olvidar que el 80% de las conexiones 'wifi' no son a antenas sino a redes fijas, mucho más estables.
  5. Por si fuera poca la sospecha, la compañía que le alquila la mitad de las torres, sitas entre NYC y San Francisco, declara unos ingresos de apenas un millón de dólares frente a unas ventas proporcionales de Gowex que multiplicarían por 80 veces esa cantidad. De nuevo, o Jenaro es un genio cerrando acuerdos, viva el margen, o los pagos por alquiler no casan, salvo que estén vinculados a la progresiva penetración en ese mercado. Pero, de ser así, las ventas y rentabilidad del resto de las ubicaciones serían metafísicamente imposibles... por exceso. Algo no cuadra.
  6. Más cuando que la ciudad de Minneapolis, por su parte, anuncia el mayor acuerdo de este tipo en territorio norteamericano por un importe equivalente a 150.000 dólares al año durante 10 ejercicios. Peanuts comparado con lo que ha ido anunciando la firma española en relación con otras transacciones. Si el dinero no viene por el roaming… ¿cabe pensar que la geolocalización y los servicios municipales dan para justificar todo lo demás? Uhmmmm.
  7. Difícil cuando competidores con más puntos de conexión, en mejores localizaciones –como los aeropuertos–, muchos más usuarios y con una trayectoria publicitaria acreditada justifican ingresos derivados de la comercialización de anuncios que son una tercera parte de los que Gowex ha anunciado. Por si fuera poco, la falta de formatos, anunciantes y segmentación geográfica de la publi o de acceso a los cupones descuento en sus aplicaciones pesa en su contra a la hora de comparar con otros proveedores del mismo servicio. Utópico. De hecho, Kubi Wireless, con exclusividad en 28 aeropuertos de AENA, incluidos Madrid y Barcelona, y en 40.000 habitaciones de hotel de las mayores cadenas españolas fue comprada en octubre por Eurona que la valoró en 3,9 millones de euros, 10 incluida la deuda. 

Un repaso en toda regla que debiera encender las alarmas de los supervisores tanto nacionales como de aquellas plazas en las que cotiza la compañía. De hecho, en el pecado pueden llevar estos la penitencia. Resulta de todo tipo injustificable que una firma cuya capitalización se ha ido aproximando con el paso del tiempo a la de las grandes del mercado continuo pueda mantener un grado de opacidad como el actual, con un magro reporting semestral de beneficios y una Memoria redundante hasta el extremo en su contenido y casi infantil en su elaboración. Acudir a los registros oficiales para obtener información sobre la tecnológica hace que se te caiga el alma a los pies. De materializarse esta crisis en los términos anunciados por Gotham, volverá a ser sistémica. Todos habrán fallado (V.A., "Pescanova o los agujeros sistémicos del Madoff español", 16-04-2013).

Si, al final, estamos ante la absurda obsesión de unos piratas financieros, que lo paguen. Con creces. Que caiga sobre la casa de análisis todo el peso de los reguladores y de la justicia. Pero, a día de hoy, servidor con lo que se queda es con una comparativa suficientemente razonada de operatividad y parámetros de monetización entre la española y sus homólogos internacionales. La discrepancia es inmensa. Más allá de su derecho al pataleo, resulta perentorio que Gowex acredite el porqué de sus acusaciones de falsedad al informe con datos concretos. Bastaría con enseñar un par de contratos. Y que, si no lo hace motu proprio, sea la autoridad competente quien le exija transparencia. Esto no puede quedar así. De lo contrario, su suerte puede estar echada. Y con ella, la del MAB y, por qué no decirlo, la de cualquier información financiera publicada en España, desacreditada por sospechosa por los siglos de los siglos. Amén.

Tome nota quien corresponda. Con la ilusión colectiva no se juega.

P.S. Por cierto, ¿saben quien visitaba las oficinas de Gowex la misma mañana del desplome? La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que ensalzó ardorosamente la visión del fundador en una nueva demostración de inoportunidad politica. En fin, esta mujer pone un circo y...

Ha sido la noticia del martes. No nos habíamos recuperado de la salida fulminante de Juan María Nin de La Caixa cuando nos desayunamos con un informe de Gotham City Research LLC sobre la tecnológica española de moda, Let’s Gowex. Para la estridente casa de análisis, el valor de la firma fundada y dirigida por Jenaro García es cero. No sólo eso: en su opinión, las cuentas anuales están trufadas de medias verdades cuando no de falsedades completas, conclusión a la que llegan tras ocho meses de investigación. Será la nueva Pescanova, advierte. Las acciones se piñan un 46% en una sola sesión. Y puede ser sólo el principio.