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La ley y los retrasos dejan sin voto a más del 90% de los emigrantes españoles
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Alberto Mendoza

La Mirada Indiscreta

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La ley y los retrasos dejan sin voto a más del 90% de los emigrantes españoles

La crisis ha hecho que España recupere su carácter de país de emigrantes, ya que en el número de españoles que se ha marchado al exterior

La crisis ha hecho que España recupere su carácter de país de emigrantes, ya que en el número de españoles que se ha marchado al exterior en 2011 supera al de la llegada de extranjeros. Sin embargo, este aumento de ciudadanos en el extranjero no se ha traducido en más electores: la nueva norma sobre voto rogado y las trabas en el envío de documentación han marginado a más del 90%. Su impacto en el resultado final en las elecciones ha quedado reducido a la irrelevancia, mientras cientos de residentes en el exterior denuncian a través de internet y en cartas dirigidas a los partidos políticos los impedimentos que están sufriendo para ejercer su derecho.

De los 1.491.522 ciudadanos registrados en el Censo Electoral de Españoles Residentes en el Extranjero (CERA), solo 136.400 han solicitado participar en los comicios. El motivo es la aplicación por ley del voto rogado, que exige a todos aquellos que deseen votar desde el extranjero que se lo comuniquen a su respectiva oficina del censo. La reducción de la participación es notable con respecto a 2008, cuando votaron 382.568 personas de las 1.205.329 censadas.

Además, no todos los electores que iniciaron los trámites culminarán el proceso, y muchos están viendo cómo la documentación necesaria no ha llegado a tiempo, pese a haber cumplido con los requisitos burocráticos. “Yo sigo esperando a que me lleguen las papeletas para ejercer mi derecho fundamental desde Riad”; “Pagué 50 euros para enviar mi solicitud de voto a España y me la denegaron”; “Yo fui a la embajada de España en Costa Rica el día después de la convocatoria y me dijeron que ‘no les daba tiempo’”… Las redes sociales como Twitter reflejaban ayer la indignación de quienes no habían recibido los papeles indispensables para introducir la papeleta en una de las urnas abiertas desde ayer en 180 oficinas consulares.

Pero los problemas con el voto por correo están afectando también a ciudadanos residentes en España. Correos cifró ayer en 90.000 el número de electores que todavía no han recibido la documentación, por lo que PP e UPyD solicitaron a la Junta Electoral Central (JEC) que ampliara los plazos y reforzara las unidades destinadas a esta tarea. “Hemos recibido muchos mensajes de ciudadanos que no pueden votar, no solo desde países lejanos, sino también de la Unión Europea”, señaló Carlos Martínez Gorriarán, número dos de la lista por Madrid de UPyD.

“Ha habido una absoluta desidia a la hora de garantizar el derecho de voto. Tenemos una Administración electoral deficiente e incapaz de garantizar la igualdad de oportunidades”, sostuvo el portavoz de la formación magenta. Por su parte, la petición ante la JEC del PP también recoge las quejas de ciudadanos por los retrasos en el voto por correo: “Estamos recibiendo llamadas de ciudadanos que ,dentro del plazo establecido al efecto, han solicitado el plazo por correo, teniendo todos en su poder el resguardo de haberlo hecho. Que a fecha de hoy, día 15, no han recibido documentación para votar”.     

¿A favor del Gobierno?

En esta ocasión, la reducida participación hace que las papeletas llegadas del exterior tengan escasa capacidad para influir en el resultado del 20-N, pero en comicios anteriores han sido clave para decidir un último escaño. En cuanto a las preferencias de los emigrantes, cabe destacar que en las últimas citas electorales se han decantado por el partido que en ese momento ocupaba la Moncloa. Así, en 1993 y 1996 desafiaron las encuestas y se mantuvieron fieles a Felipe González. En 2000, José María Aznar venció en el exterior, y también lo hizo en 2004, pese a que el PP cayó derrotado ante José Luis Rodríguez Zapatero. En esta línea favorable al Ejecutivo, el PSOE logró en 2008 la mayoría de estos votos, concretamente, 89.076 frente a 84.534.

En todo caso, y pese a las trabas que padecen, tanto PSOE como PP otorgan la suficiente importancia a estos electores como para dedicarles un apartado en sus programas electorales. Los socialistas aseguran que su defensa es “una prioridad”, y se comprometen a “mejorar el procedimiento de voto rogado, así como a facilitar el voto directo en urna en sus países de residencia para incentivar una mayor participación”. Así, “solo será necesario solicitar el voto rogado una vez, quedando inscrito el solicitante en el censo de votantes del CERA para sucesivas elecciones”.

El PSOE también contempla la creación de “Consejos de Residentes Españoles” para organizar las reivindicaciones de este colectivo, o mejoras en el funcionamiento de la Oficina Española de Retorno. Por su parte, el programa del PP promete “fomentar el voto en urna en embajadas y consulados”, establecer “un certificado de emigrante retornado que facilite la reintegración”, así como velar por sus derechos “sociales y sanitarios, educativos y culturales”. Un conjunto de buenos propósitos que no han conseguido movilizar a los emigrantes españoles.

La crisis ha hecho que España recupere su carácter de país de emigrantes, ya que en el número de españoles que se ha marchado al exterior en 2011 supera al de la llegada de extranjeros. Sin embargo, este aumento de ciudadanos en el extranjero no se ha traducido en más electores: la nueva norma sobre voto rogado y las trabas en el envío de documentación han marginado a más del 90%. Su impacto en el resultado final en las elecciones ha quedado reducido a la irrelevancia, mientras cientos de residentes en el exterior denuncian a través de internet y en cartas dirigidas a los partidos políticos los impedimentos que están sufriendo para ejercer su derecho.