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"Invictus" y el PSOE: no pueden ni con la "condesa" ni con "el faraón"
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José Antonio Zarzalejos

Las Claves de la Jornada

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"Invictus" y el PSOE: no pueden ni con la "condesa" ni con "el faraón"

Penosísima la campaña de Tomás Gómez y de Jaime Lissavetzky en Madrid. Vale que el secretario general del PSM haya tenido la humorada de atribuirse la

Penosísima la campaña de Tomás Gómez y de Jaime Lissavetzky en Madrid. Vale que el secretario general del PSM haya tenido la humorada de atribuirse la condición de “invictus” y haya pretendido arañar a Aguirre utilizando su título consorte de “condesa”, pero más allá de esa rasante genialidad, ¿son conscientes ambos líderes que están consumando la peor campaña del PSOE que se recuerda en Madrid?

Es tan roma que roza el ridículo: el discurso de Gómez de que los hijos de sus hipotéticos consejeros irán a la escuela pública y sólo utilizarán la sanidad pública resulta una propuesta electoral patética. De Lissavetzky no se sabe nada; no aparece; no propone; no mitinea… inédito total, y eso que si Ruiz Gallardón ha sido vulnerable en alguna época es ahora, después de una legislatura municipal polémica y controvertida.

Una prueba de impotencia y de improvisación la ofrecieron ayer los dos candidatos socialistas bailándole el agua a los integrantes del movimiento 15-M, tratando de apropiarse de su reivindicación -un tanto caótica- intentando capitalizar la propuesta juvenil y de manipularla como combustible para llegar con algún guión al 22-M.

La raíz de ese frenazo con retroceso del PSOE quizás estribe en la contradicción de retirar a Zapatero del cartel de las generales y, al mismo tiempo, pasearle por España

Madrid es para los socialistas un agujero negro, que lo será más aún el domingo porque tanto en la capital como en la Comunidad, Gallardón (“el faraón”) y Aguirre (“la condesa”) van a arrasar. Y la presidenta, posiblemente, con más votos y porcentaje que en los comicios de 2007.

Un PSOE que no gobierna ni en  Madrid, ni en Valencia, ni en Cataluña, ni en Galicia y que se apoya en el PP para hacerlo en el País Vasco deja de ser opción de Gobierno de manera indefectible. Llama poderosamente la atención que, incluso en la Comunidad Valenciana, con los desvaríos del PP y de sus listas -ayer pasó el trago peor de la campaña Mariano Rajoy- los socialistas son incapaces de avanzar posiciones con un discurso creíble y elaborado.

La raíz de ese frenazo con retroceso del PSOE quizás estribe en la contradicción de retirar a Zapatero del cartel de las generales y, al mismo tiempo, pasearle por España. Esta esquizofrenia socialista y la ausencia de ideas y de credibilidad -cuya máxima expresión se está produciendo en Madrid- es un signo de agotamiento. No sólo necesitan la terapia de la oposición, sino que pocas veces un partido ha merecido tanto ser desalojado del poder como el PSOE ahora.

Penosísima la campaña de Tomás Gómez y de Jaime Lissavetzky en Madrid. Vale que el secretario general del PSM haya tenido la humorada de atribuirse la condición de “invictus” y haya pretendido arañar a Aguirre utilizando su título consorte de “condesa”, pero más allá de esa rasante genialidad, ¿son conscientes ambos líderes que están consumando la peor campaña del PSOE que se recuerda en Madrid?

Tomás Gómez Aguirre Newman Alberto Ruiz-Gallardón