El 20-N, elecciones y primarias socialistas

Ante la inminente derrota -ya veremos de qué dimensiones- del PSOE, Carme Chacón quiere librar el domingo una doble batalla: los comicios generales y las primarias que Rubalcaba, con la resignada aceptación de Zapatero, no quiso disputar. Impuso buena parte de sus condiciones para ser candidato, menos una: asumir en un Congreso extraordinario del partido la secretaría general del PSOE. De aquellos polvos estos lodos. Hay entre ambos una larvada y bien conservada hostilidad que apenas sí disimulan. Los entornos del cántabro y de la catalana se tiran con bala y las dos partes se preparan para la madrugada del próximo lunes.

Era inevitable que así sucediese porque la designación dactilar de Rubalcaba -que torció el brazo a Chacón, quien quería medirse con él- está demostrándose como un enorme error en el que, por ejemplo, sus homónimos franceses no han incurrido. El candidato del PSOE está erosionado por una falta de legitimación partidista que a buen seguro será utilizada por Chacón. El problema es que ninguno de los dos -si aciertan las encuestas- van a poder presentar credenciales ganadoras: aunque el PSC gane en Cataluña lo hará perdiendo muchos escaños (de 25 podría pasar a 15-16), de tal modo que Chacón -cabeza de lista por Barcelona- tendrá pocos méritos que explotar. Rubalcaba, si no llega el PSOE a los 130 escaños, habrá fracasado notablemente y sus posibilidades de ofertar un liderazgo de futuro serían menguadas.

Carme Chacón tiene a su favor el DNI, o más exactamente la fecha de nacimiento que en él consta, en tanto que Rubalcaba ha pisado ya los sesenta y acumula a sus espaldas una larga trayectoria y polémica vida política. El zapaterismo -véanse cómo los ministros del leonés ni aparecen en los mítines del cántabro e incluso aprovechan para tomarse días de asueto- no apoyará al ex vicepresidente del Gobierno. ¿Qué hará Felipe González? A Chacón se le conoce como “su niña” y en Cataluña tienen grabado a fuego el texto de un artículo que ambos firmaron en El País defendiendo la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto catalán. El ex presidente se moverá -si es que se pronuncia- entre dos amores: el del viejo compañero de correrías políticas y el padrinazgo de una joven socialista que ha explotado su imagen en todas las variables posibles.

O sea, que el domingo los socialistas viven unas primarias que en su momento no llegaron a celebrar materialmente. Y todo apunta a que sería perfectamente posible que surgiese una tercera vía como cuando, fracasado Almunia, Zapatero se impuso a Bono en el Congreso socialista. Aunque la verdad sea dicha: el PSOE tendría que dejar de hacer experimentos y plantearse una selección de nombres para su liderazgo que resultasen más creíbles que los de Rubalcaba y Chacón. Pero cuando en Ferraz se pregunta al respecto, el silencio es tan espeso que puede cortarse.

PD. Nada tiene que ver que Carme Chacón sea mujer y catalana. Por mujer y por catalana tiene los mismos derechos que por hombre y castellano -es un decir- cualquier otro compañero de partido.