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Asturias y Andalucía serán una fiesta para UPyD el día 25
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José Antonio Zarzalejos

Las Claves de la Jornada

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Asturias y Andalucía serán una fiesta para UPyD el día 25

La encuesta andaluza del CIS no incorpora al partido de Rosa Díez al Parlamento autonómico, pero otras sí lo hacen (de elaboración privada). Es posible que

La encuesta andaluza del CIS no incorpora al partido de Rosa Díez al Parlamento autonómico, pero otras sí lo hacen (de elaboración privada). Es posible que UPyD consiga en Andalucía, la mayor comunidad española y la más poblada (ocho millones de habitantes y 6,4 millones de votantes) hasta dos escaños (Sevilla y Málaga). En Asturias, el CIS detecta a UPyD y le atribuye uno o dos escaños. En uno y otro caso, en Asturias con una mayoría relativa –bien del PSOE, bien del PP--, y en Andalucía con la mayoría absoluta del PP en un pañuelo, la formación que preside Díez podría convertirse en el partido bisagra tanto para la izquierda como para la derecha. De suceder así, UPyD habría alcanzado ya su mayoría de edad. Y el 25 de marzo se convertiría para las huestes de Unión, Progreso y Democracia en una auténtica fiesta.

UPyD no tiene buenas relaciones ni con el PSOE ni con el PP. Ambos le observan como un partido que les depreda, que les resta, que les horada su base electoral. Su discurso de máxima dureza con ETA, por una parte, y de denuncia del sistema autonómico –tanto porque despilfarra como porque rompe la igualdad del estatuto de la ciudadanía— por otra, incomoda a los dos grandes partidos que, en ocasiones, solo refutan a UPyD desde la descalificación y no desde la argumentación. Pero, en el ámbito territorial, la organización de Díez va a comenzar a ser necesaria porque se configura como una tercera vía, como una alternativa al bipartidismo PP-PSOE, que escapa también de la tosquedad del discurso de Izquierda Unida, tan vinculada a un sindicalismo que está perdiendo energía a un ritmo creciente. UPyD dispone ya de 5 diputados en el Congreso, un eurodiputado, 152 concejales y 9 parlamentarios autonómicos (1 en el País Vasco y 8 en Madrid). La cosecha aumenta. UPyD no tiene buenas relaciones ni con el PSOE ni con el PP. Ambos le observan como un partido que les depreda, que les resta, que les horada su base electoral. Su discurso de máxima dureza con ETA, por una parte, y de denuncia del sistema autonómico –tanto porque despilfarra como porque rompe la igualdad del estatuto de la ciudadanía— por otra, incomoda a los dos grandes partidos que, en ocasiones, solo refutan a UPyD desde la descalificación y no desde la argumentación

El PP obtuvo una mayoría absoluta el 20-N con menos de diez millones de votos; el PSOE perdió cuatro millones de sufragios que no recogió Izquierda Unida aunque aumentase su presencia parlamentaria. UPyD se hizo con una parte de las papeletas que no quieren engordar el convencionalismo del PP, PSOE e IU. De tal manera que la formación de Rosa Díez –aún muy personalizada en la dirigente vasca y necesitada de más referencias de liderazgo (¿por qué no sale más Carlos Martínez Gorriarán?)– se ha convertido en una piedra en el zapato de los grandes partidos. Y puede ser un auténtico dolor de cabeza para ambos en Asturias y en Andalucía, mucho más en tiempos de crisis en los que los ciudadanos no entienden demasiado bien qué aporta el modelo autonómico en algunas regiones que se rompe por las costuras de déficits desbocados.

Y atención al futuro inmediato: el próximo año –si no se adelantan— se celebran elecciones autonómicas en Galicia y en el País Vasco. En ambas van a estar presentes las listas de UPyD. Y, seguramente, en condiciones de jugar un papel que, sin ser sustancial, resultaría definitivamente irreversible si no hay en los socialistas ni en los populares, sensibilidad hacia materias y temas que Unión, Progreso y Democracia plantea en conexión con amplios sectores de opinión de la ciudadanía.

La encuesta andaluza del CIS no incorpora al partido de Rosa Díez al Parlamento autonómico, pero otras sí lo hacen (de elaboración privada). Es posible que UPyD consiga en Andalucía, la mayor comunidad española y la más poblada (ocho millones de habitantes y 6,4 millones de votantes) hasta dos escaños (Sevilla y Málaga). En Asturias, el CIS detecta a UPyD y le atribuye uno o dos escaños. En uno y otro caso, en Asturias con una mayoría relativa –bien del PSOE, bien del PP--, y en Andalucía con la mayoría absoluta del PP en un pañuelo, la formación que preside Díez podría convertirse en el partido bisagra tanto para la izquierda como para la derecha. De suceder así, UPyD habría alcanzado ya su mayoría de edad. Y el 25 de marzo se convertiría para las huestes de Unión, Progreso y Democracia en una auténtica fiesta.