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Enemigo de lo público número uno
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Javier Pérez de Albéniz

A Quemarropa

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Enemigo de lo público número uno

El mundo de la televisión es el mundo del espectáculo, es decir, de la frivolidad, el chafardeo y la farándula. Una fuente inagotable de creatividad, diversión

El mundo de la televisión es el mundo del espectáculo, es decir, de la frivolidad, el chafardeo y la farándula. Una fuente inagotable de creatividad, diversión y talento, sin duda. Pero también una abyecta Sodoma capaz de dar cobijo y nutrir a personajes excéntricos de vidas disipadas, a envilecidos depredadores sin escrúpulos e, incluso, a guionistas. Jimmy Savile, famoso presentador de la BBC y héroe nacional británico, abusó sexualmente de 214 personas de entre 8 y 47 años. Y es que en el mundo de la televisión, querido lector, no se hacen prisioneros: ahí tiene el caso reciente de Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid que, no contento con haber sodomizado por burofax a 829 trabajadores de Telemadrid, está abusando de la confianza de los aproximadamente seis millones y medio de madrileños restantes.

“Me da pena el ERE de Telemadrid. Ha sido una cadena estupenda”, llegó a decir Esperanza Aguirre, con ojillos de corza herida, durante un subidón de cinismo que sufrió en el programa de Ana Rosa. Son unos sentimentales. Ya González había lloriqueado como una vieja en la despedida de Aguirre, la headhunter que le descubrió y convirtió, allá por 1996, en su subsecretario del Ministerio de Cultura, Educación y Deportes. Pero lo superó, y desde ese momento se mostró tan altivo y soberbio como solo puede hacerlo un político ganador: tras acabar de hundir la audiencia de la televisión pública y ningunear a los trabajadores, continuó con el proceso de desprestigio y desmantelamiento para, finalmente, repartir los despojos de la cadena entre productoras privadas. La media docena de lotes “sumarán en torno a 20 millones de euros. La operación será perfectamente rentable para las productoras”, tal y como informó El Confidencial.

¿Qué productoras se alimentarán del cadáver de Telemadrid? No sea usted mal pensado, por lo que más quiera… La cadena autonómica está a punto de cerrar un contrato con TSA, la filial de servicios audiovisuales de Telefónica, para diseñar y poner en marcha una programación provisional. La empresa presidida por César Alierta recibirá 450.000 euros por dos meses de trabajo. Minucias.

En Telemadrid, la televisión con cientos de trabajadores despedidos, el director general, el subdirector, el director de informativos o el de antena siguen cobrando más que el presidente del Gobierno o el mismísimo Ignacio González

Gestionando lo público con tamaña solvencia, la carrera de González parecía imparable: los apenas cuatro meses que han pasado desde que se independizó de su descubridora le han bastado para convertirse en el enemigo de lo público número uno. Con permiso de Cospedal, por supuesto. El euro por receta, el espionaje, el chiste verde en Twitter… y Telemadrid, la televisión con cientos de trabajadores despedidos en la que el director general, el subdirector, el director de Informativos o el de Antena siguen cobrando más que el presidente del Gobierno o el mismísimo González.

El programa político de este hombre generoso se mostraba tan diáfano, su prepotencia era tan desmesurada, que nada parecía capaz de borrar su insolente rictus. Hasta que llegó la mentirijilla del ático marbellí: que si estoy pagando el alquiler a un abogado de Delaware (paraíso fiscal) que presume de testaferro, que si me lo acabo de comprar, que si exijo austeridad y por eso adquiero una segunda vivienda de 770.000 euros…

El muñidor favorito de Aguirre está acabado. O debería estarlo. Los 829 trabajadores de Telemadrid no son rencorosos, pero lo cierto es que ya sólo esperan conocer el recorrido fúnebre que diseña el PP para el presidente de la Comunidad: tienen el capricho de acompañar el paso del cadáver y darle la despedida que merece. Hay que reconocer que González, individuo con un enorme don de gentes, ha sabido ganarse en cuatro días el cariño de esos madrileños que nunca le votaron.

El mundo de la televisión es el mundo del espectáculo, es decir, de la frivolidad, el chafardeo y la farándula. Una fuente inagotable de creatividad, diversión y talento, sin duda. Pero también una abyecta Sodoma capaz de dar cobijo y nutrir a personajes excéntricos de vidas disipadas, a envilecidos depredadores sin escrúpulos e, incluso, a guionistas. Jimmy Savile, famoso presentador de la BBC y héroe nacional británico, abusó sexualmente de 214 personas de entre 8 y 47 años. Y es que en el mundo de la televisión, querido lector, no se hacen prisioneros: ahí tiene el caso reciente de Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid que, no contento con haber sodomizado por burofax a 829 trabajadores de Telemadrid, está abusando de la confianza de los aproximadamente seis millones y medio de madrileños restantes.