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Rajoy pierde, pero despacio
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Javier Pérez de Albéniz

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Rajoy pierde, pero despacio

“Toda la pugna de la vida es, hasta cierto punto, una pugna por la lentitud o la rapidez con que hacemos cada cosa”. Sten Nadolny, escritor

“Toda la pugna de la vida es, hasta cierto punto, una pugna por la lentitud o la rapidez con que hacemos cada cosa”. Sten Nadolny, escritor e historiador alemán.

Cuando la suerte de la Segunda Guerra Mundial ya estaba echada, y la victoria de los aliados era inminente, los alemanes pusieron en marcha una estrategia de comunicación quizá no muy brillante, pero sin duda original: admitir que estaban perdiendo… ¡pero muy lentamente! Las tropas norteamericanas que avanzaban desde el sur de Italia hacia Roma lo hacían a un ritmo tan pausado, debido a la famosa línea fortificada Gustav, que la propaganda nazi aseguraba que hasta un caracol iría más deprisa. Ante una derrota inexorable, ¿se puede considerar la lentitud como una estrategia?

Un mes después de anunciar acciones judiciales contra las personas y medios que lo acusaban de financiación ilegal y manejo de dinero negro en las retribuciones de sus principales dirigentes, el Partido Popular sigue sin presentar querella o demanda alguna contra Bárcenas y el resto de supuestos filtradores o infames. La lentitud de Mariano Rajoy y los suyos es tal que hasta el propio extesorero se les ha adelantado y ha demandado al PP… ¡por despido improcedente! Se habla de indemnizaciones millonarias: si prospera su demanda y el despido se considera improcedente, Bárcenas podría cobrar 900.000 euros en concepto de finiquito.

Necesitamos saber. Una de las grandes diferencias entre las democracias y las dictaduras es la cantidad de información que el Estado ofrece en tiempo real a los ciudadanosMilitantes, votantes y simpatizantes del Partido Popular deben sentirse, cuando menos, desorientados. Sus políticos favoritos se mueven por la convulsa actualidad española al ritmo de una película de Michael Haneke. Mientras Bárcenas entra y sale como una flecha de su casa, quién sabe si para acercarse a una oficina del INEM donde solicitar el paro, la cúpula del PP dice que va a hacer… pero no hace. La sensación es que el presidente del Gobierno juega con el tiempo y la invisibilidad, como haría ese niño miedoso que piensa que, si se esconde bajo las sábanas, desaparece. No estoy, luego nada malo puede pasarme. El reloj corre, pero muy lentamente, y por tanto a mi favor. Cuatro años de gobierno pueden parecer eternos, excepto cuando silencias las palabras, ignoras la realidad y retrasas la toma de decisiones porque crees que el tiempo es el mejor sanador.

Necesitamos saber. Una de las grandes diferencias entre las democracias y las dictaduras es la cantidad de información que el Estado ofrece en tiempo real a los ciudadanos. Es decir: mucha comunicación e información, democracia sana. Silencio y desinformación, democracia enferma. La preocupante situación política española exige agilidad y constantes explicaciones. Tantas y tan habituales como para que el PP tuviera montado de manera permanente un set de entrevistas en Génova. Con la iluminación correcta, un atril, megafonía, el logo con las gaviotas y cuatro sillas, serviría el despacho de Bárcenas, si es que por fin está disponible. En el hilo musical sonaría una cinta sin fin con una estrofa de Dylan: “El lento ahora luego será rápido/ y lo que ahora es presente luego será pasado / El orden se está desvaneciendo rápidamente / y el primero ahora más tarde será el último”.

Podría darse la circunstancia de que el tiempo siga pasando en blanco. De que se marchiten los días, las estaciones, los años e incluso las décadas. Pudiera ser que todos muriésemos de viejos, y que lo hiciésemos sin llegar a saber la verdad del caso Bárcenas. Sería la gran victoria póstuma de Rajoy, el increíble presidente caracol.

“Toda la pugna de la vida es, hasta cierto punto, una pugna por la lentitud o la rapidez con que hacemos cada cosa”. Sten Nadolny, escritor e historiador alemán.

Mariano Rajoy