El PSOE ve las orejas al lobo en las urnas europeas

En fase de conclusiones provisionales procede confirmar en los resultados de las europeas de anoche la barrida de la abstención, la victoria del PP y un nuevo paso en el progresivo deterioro de la causa electoral del PSOE desde su sonada victoria del 14 de marzo de 2004.

A escala europea se confirma el retroceso del bloque socialista, crece la hegemonía conservadora y se mantiene el desapego de la ciudadanía en la forja de la identidad europea. Sin embargo, al menos en España, es la clave nacional la que ha motivado a los contendientes, López Aguilar y Mayor Oreja, que en realidad eran candidatos interpuestos de Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. Por tanto, en esa clave hemos de analizar los resultados de anoche.

Absolutamente justa la euforia reinante en el PP. Los ciudadanos han depositado en Mariano Rajoy y su equipo un capital electoral que, debidamente gestionado, pudiera servir para crear las condiciones de una moción de censura o unas elecciones anticipadas. El elemento decisivo sería la formación de una mayoría parlamentaria en torno al PP que acabase poniendo contra las cuerdas al PSOE. Lo tiene muy difícil, pero tampoco es descartable.

Además, Mariano Rajoy refuerza su liderazgo y silencia a quienes hubieran reabierto el debate sucesorio con una derrota, aunque hubiera sido mínima. "Se confirma que la línea iniciada en el congreso de Valencia era la correcta", dijo Rajoy, al que sólo le faltó mirar a los ojos de Mayor Oreja, uno de los que discreparon de aquella estrategia. No era el momento de los reproches sino el de la legítima celebración de un triunfo electoral, pero ahí quedó el aviso a navegantes.

Al bullicio en la sede central del PP, con botes de los protagonistas y demás escenas de balcón, le correspondió una noche de caras largas en la sede del PSOE. Largas o ausentes, como en el caso de Zapatero, que no tuvo a bien dar la cara. Algo injustificable después de una campaña electoral en la que tanto se implicó personalmente. Pero se explica.

La más elocuente explicación la encontramos anoche en el camuflaje de la derrota, a cargo de Leire Pajín, secretaria de Organización, al destacar que el PSOE ha obtenido el mejor resultado socialista de toda la Unión Europea. El que no se conforma es porque no quiere. Apenas nada en relación con el impacto nacional de los resultados obtenidos por su partido.

A la vista de estos resultados conviene recordar que la facturación electoral del PSOE en recuentos nacionales (europeas 04, municipales 07, generales 08 y europeas 09) no ha hecho más que retroceder desde las elecciones generales de 2004. Y si el cuadro alumbrado anoche no acaba de ser determinante para echar abajo el pedestal de Zapatero, digamos que estos resultados sirven para que éste le vuelva a ver las orejas al lobo.