Es noticia
Rajoy, entre bomberos que se pisan la manguera
  1. España
  2. Al Grano
Antonio Casado

Al Grano

Por

Rajoy, entre bomberos que se pisan la manguera

En la distancia corta oigo decir a un ministro de Rajoy que el problema de Europa es de liderazgo y que Angela Merkel no ha entendido

En la distancia corta oigo decir a un ministro de Rajoy que el problema de Europa es de liderazgo y que Angela Merkel no ha entendido nunca la idea europea. Tiene razón. Cuando la canciller declara solemnemente su aversión a los eurobonos está declarando su aversión a la Unión Europea. Ya ni se molesta en condicionar la eventual implantación del bono solidario a una bien codificada cesión de soberanía (más Europa, pero menos España, menos Italia, menos Francia…, como diría Aurora Mínguez), sino que directamente lo vincula a su propia existencia como ser humano. Nada de eurobonos “mientras yo viva”, dijo. Toda una confesión de parte cuando la doctrina Delors sobre bomberos y arquitectos reaparecía anoche en los pasillos de la cumbre de Bruselas.

Lo que urge es apagar el fuego, sostiene Mariano Rajoy agobiado por la falta de liquidez y la voracidad de los compradores de deuda soberana. Pero Merkel sigue siendo reticente a las fórmulas que, según ella, serían el pan de hoy y el hambre de mañana

Lo que urge es apagar el fuego, sostiene Mariano Rajoy agobiado por la falta de liquidez y la voracidad de los compradores de deuda soberana. Pero Merkel sigue siendo reticente a las fórmulas que, según ella, serían el pan de hoy y el hambre de mañana. Más o menos lo mismo piensa sobre la otra urgencia que guía los pasos de nuestro presidente del Gobierno en esta cumbre cargada de incertidumbre. Me refiero a su petición, que se ha ido abriendo paso en las negociaciones de esta madrugada, de que el dinero del rescate parcial de la banca española, en forma de “ayuda financiera”, vaya directamente a las entidades financieras y no al Estado.

Lo malo es cuando entre bomberos se pisan la manguera. Mientras Rajoy los reclama resulta que en el parque manda quien, por paradójico que pueda parecer, confía en las virtudes purificadoras del fuego frente a los Estados manirrotos. Y no se dejará enredar fácilmente con la invocación que tanto España como Italia hacen al nuevo fondo de rescate. Concretamente el artículo 19 de su tratado regulador. Contempla la posibilidad de que el Eurogrupo revise la lista de “instrumentos de asistencia financiera” a fin de adaptarlos a las necesidades de los socios. Si hay voluntad esa podría ser una de las vías para lograr la disociación de riesgo financiero y riesgo soberano. Por un lado. Por otro, también podría ser la fórmula indicada para que este Mecanismo de Estabilidad Europea (MEDE), aprobado en marzo del año pasado con un capital fijado en 700.000 millones de euros, pueda comprar deuda de países en riesgo, como es nuestro caso. Parece que, en principio, Angela Merkel no rechaza la posibilidad de ir por ese camino y las últimas noticias son muy favorables para las tesis de Rajoy en esta Cumbre Europea que se celebra al borde del abismo.

Todo eso va en el índice rojo de la agenda española. Es lo urgente. Lo importante va en el índice verde: todo lo que tiene que ver con la forja de una verdadera Unión Europea, que sume a la integración monetaria la integración bancaria, la integración fiscal y. por cima de ellas, la integración política. Algo que, por alguna razón, Merkel ve demasiado lejano. Tan lejano, al menos, como el fin de sus días.

En la distancia corta oigo decir a un ministro de Rajoy que el problema de Europa es de liderazgo y que Angela Merkel no ha entendido nunca la idea europea. Tiene razón. Cuando la canciller declara solemnemente su aversión a los eurobonos está declarando su aversión a la Unión Europea. Ya ni se molesta en condicionar la eventual implantación del bono solidario a una bien codificada cesión de soberanía (más Europa, pero menos España, menos Italia, menos Francia…, como diría Aurora Mínguez), sino que directamente lo vincula a su propia existencia como ser humano. Nada de eurobonos “mientras yo viva”, dijo. Toda una confesión de parte cuando la doctrina Delors sobre bomberos y arquitectos reaparecía anoche en los pasillos de la cumbre de Bruselas.

Mariano Rajoy