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Rubalcaba se concede dos años para consolidarse
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Antonio Casado

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Rubalcaba se concede dos años para consolidarse

Por boca del número tres, Oscar López, la dirección oficial del PSOE insiste: no habrá primarias para elegir al candidato a la Moncloa hasta unos meses

Por boca del número tres, Oscar López, la dirección oficial del PSOE insiste: no habrá primarias para elegir al candidato a la Moncloa hasta unos meses antes de las elecciones generales. Eso confirma la intención de Rubalcaba de competir. En caso contrario, se limitaría a dar un paso atrás y apadrinar el proceso desde la Secretaría General, convocando las primarias y dando al candidato elegido el tiempo suficiente para consolidarse. Si no está dispuesto a dar ese paso atrás en los dos próximos años, es porque quien busca la consolidación es él mismo. Con toda la legitimidad, por supuesto.

No se trata de aplazar o de retrasar las primarias, porque no se han convocado. Se trata de convocarlas “cuando toque”, precisaba ayer por la mañana en la radio el líder socialista en su enésima apelación a la necesidad de abrirse a los ciudadanos y elaborar una alternativa sólida de poder durante los dos próximos años, en vez de distraerse “hablando de nosotros mismos”. O sea, dos años para rearmar al partido y forjar un proyecto antes de elegir al piloto. Otros creen que es mejor hacerlo al revés: elegir cuanto antes al piloto y luego elaborar un proyecto a su medida.

El debate no es inocente. Nos remite a la lucha por el poder en las horas más bajas de un partido centenario. Las quinielas animan. Con el reciente destape del mallorquín, Joan Mesquida, exdirector de la Policía y la Guardia Civil, ya son cinco los nombres en danza: García-Page, Patxi López, Eduardo Madina y los mencionados Mesquida y Chacón

Carme Chacón, sin ir más lejos, ya ha salido al paso del calendario colgado en los despachos de Ferraz: “El PSOE no tiene todo el tiempo del mundo para regenerarse”, decía ayer la exministra. En la misma línea (candidato a la Moncloa cuanto antes) se pronunció el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, que habló sin tapujos de Chacón como “la alternativa”. Y eso también lo firma el líder socialista madrileño, Tomás Gómez, en su papel de animador del frente de rechazo a Rubalcaba.

El debate no es inocente: nos remite a la lucha por el poder en las horas más bajas de un partido centenario. Las quinielas animan. Más en los medios de comunicación que en el propio partido, eso sí. Con el reciente destape del mallorquín, Joan Mesquida, exdirector de la Policía y la Guardia Civil, ya son cinco los nombres en danza: García-Page, Patxi López, Eduardo Madina y los mencionados Mesquida y Chacón. ¿Cinco aspirantes a la Moncloa o cinco aspirantes a disputarle la nominación a Rubalcaba en unas primarias?

Esa es la pregunta del millón que el interesado no contesta porque “no toca” y porque de aquí a dos años “pueden pasar muchas cosas” (Hollande en la memoria, ¿quién se lo iba a decir hace un par de años? O el veterano Bersani imponiéndose al joven Renzi en el centro-izquierda italiano). Vale, no contesta, pero su determinación de no convocar primarias (abiertas) hasta unos meses antes de las elecciones generales lo dice todo: se acaba de conceder dos años para consolidarse como líder del PSOE y como candidato a la Moncloa.

Claro que quiere competir si las circunstancias le son propicias cuando llegue el momento. Cuenta con dos años y la Secretaría General del partido, limpiamente ganada en un Congreso Federal, para ir creando las condiciones. Salvo que los otros aspirantes acaben forzando la convocatoria de primarias antes de lo previsto por el aparato oficial. Su capacidad de agitación mediática no se corresponde con su fuerza en el interior de la pirámide socialista. Ninguno de ellos tiene, hoy por hoy, la representatividad o la capacidad de arrastre para lograrlo por los cauces ordinarios (una mayoría del Comité Federal). No deberíamos olvidar este pequeño detalle quienes estamos en riesgo permanente de confundir la realidad con nuestros deseos.

Por boca del número tres, Oscar López, la dirección oficial del PSOE insiste: no habrá primarias para elegir al candidato a la Moncloa hasta unos meses antes de las elecciones generales. Eso confirma la intención de Rubalcaba de competir. En caso contrario, se limitaría a dar un paso atrás y apadrinar el proceso desde la Secretaría General, convocando las primarias y dando al candidato elegido el tiempo suficiente para consolidarse. Si no está dispuesto a dar ese paso atrás en los dos próximos años, es porque quien busca la consolidación es él mismo. Con toda la legitimidad, por supuesto.

Alfredo Pérez Rubalcaba