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El Consejo Europeo se reúne con Angela Merkel en Bruselas
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Antonio Casado

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El Consejo Europeo se reúne con Angela Merkel en Bruselas

Nueva entrega de una Europa que arrastra los pies en la búsqueda de sí misma. Los jefes de Estado y de Gobierno, así como los jerarcas

Nueva entrega de una Europa que arrastra los pies en la búsqueda de sí misma. Los jefes de Estado y de Gobierno, así como los jerarcas de la Comisión, se reúnen esta tarde en Bruselas con la canciller alemana, Angela Merkel, para tomar las grandes decisiones y diseñar la política general de la UE. La reunión es conocida como “la cumbre”, aunque su nombre oficial es el de Consejo Europeo. El caso de España estará en los pasillos, pero lo que está en la agenda es clave para que deje de ser el caso de un país angustiado por las deudas y los sacrificios. En la parte tangible, la puesta en marcha de un órgano supervisor de la banca europea como paso previo a la unión bancaria. En la intangible, la emisión de mensaje creíble sobre la irreversibilidad del euro y firme profesión de fe en una Europa más integrada. O sea, más Europa. Y menos Alemania.

En realidad bastaría con tomarse en serio las conclusiones de la cumbre del 28-29 de junio, donde se preveía “un mecanismo único y efectivo de supervisión, en el que participe el BCE, para los bancos de la zona euro”. Sin precisar, más allá de recomendar el estudio de propuestas antes de finalizar 2012. En eso estamos. Y ahí es donde tercia la señora Merkel al pedir que sólo se mire a los llamados bancos “sistémicos” (los grandes, por entendernos) y queden exentos de supervisión y control europeo las entidades con activos inferiores a 50.000 millones de euros.

A España le irá bien si los primeros mandatarios se van de fin de semana habiendo puesto en circulación ciertos mensajes de una forma “nítida”, como decía ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Se reducen a uno: prisa en avanzar hacia una mayor integración europeaComo si los bancos pequeños no pudieran ser también nidos de mala gestión con riesgo de contaminación financiera. Pero la Merkel es la Merkel y la fijación de ese umbral (la presidencia chipriota propone bajarlo hasta 30.000 millones euros y España no quiere umbrales de ningún tipo) va a ser uno de los asuntos controvertidos en la cumbre. Con mayor imprecisión aún se habló hace seis meses de recapitalización directa de los bancos, sin pasar por los Estados. Así como del “firme compromiso de hacer cuanto resulte necesario para  garantizar la estabilidad financiera de la zona del euro”. Una asignatura pendiente que nos concierne. Pendiente de las elecciones alemanas (otoño 2013) y de que España lo solicite a riesgo de que Alemania se oponga. Ese es el charco en el que no se quiere meter Rajoy.

En definitiva, a España le irá bien si los primeros mandatarios se van de fin de semana habiendo puesto en circulación ciertos mensajes de una forma “nítida”, como decía ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Se reducen a uno: prisa en avanzar hacia una mayor integración europea. Si eso se traslada a los mercados, España habrá dado un paso de gigante en la solución de sus problemas más acuciantes. El primero de ellos, los abusivos intereses de la deuda, fijados al ritmo de esa prima de riesgo que nos castiga también por la desidia de Europa cuando toca hacer los deberes.

Así que no hará falta que insistan en los esfuerzos de nuestro país por perseverar en las reformas y la lucha contra el déficit público en nombre de la austeridad. Aplaudiremos con las orejas si se lo ahorran y si, a cambio, hacen creer a todo el mundo que lo del euro no tiene marcha atrás y que ningún país va a salir de la eurozona porque la UE dispone de los medios para estabilizar los mercados financieros cuando sea necesario.

Nueva entrega de una Europa que arrastra los pies en la búsqueda de sí misma. Los jefes de Estado y de Gobierno, así como los jerarcas de la Comisión, se reúnen esta tarde en Bruselas con la canciller alemana, Angela Merkel, para tomar las grandes decisiones y diseñar la política general de la UE. La reunión es conocida como “la cumbre”, aunque su nombre oficial es el de Consejo Europeo. El caso de España estará en los pasillos, pero lo que está en la agenda es clave para que deje de ser el caso de un país angustiado por las deudas y los sacrificios. En la parte tangible, la puesta en marcha de un órgano supervisor de la banca europea como paso previo a la unión bancaria. En la intangible, la emisión de mensaje creíble sobre la irreversibilidad del euro y firme profesión de fe en una Europa más integrada. O sea, más Europa. Y menos Alemania.

Angela Merkel