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PP, de vítores y abucheos
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Antonio Casado

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PP, de vítores y abucheos

La numero dos del PP, María Dolores de Cospedal, reaccionó ayer contra las voces desafinadas que oímos en la manifestación convocada el sábado pasado en Madrid

La número dos del PP, María Dolores de Cospedal, reaccionó ayer contra las voces desafinadas que oímos en la manifestación convocada el sábado pasado en Madrid por las asociaciones mayoritarias de víctimas del terrorismo. Hubo pedradas contra el presidente del Gobierno (“¡Rajoy, traidor!”) y contra unos dirigentes del PP (Pons, Floriano, Arenas), mientras que otros (Esperanza Aguirre, Ignacio González, Mayor Oreja) fueron vitoreados. Vaya papeleta la de Cospedal tratando de apuntalar la indisoluble identificación de su partido con la causa de las víctimas. Ya no son uña y carne con el PP. Otro nuevo mito que se derrumba, como se ha derrumbado el de que la derecha gobierna mejor la economía, que el PP cumple lo que promete o que mantiene el mismo discurso en todos los rincones de España (la financiación divide a sus barones).

A lo que íbamos. En su habitual comparecencia del lunes, después de reunirse en Génova el comité de dirección, la secretaria general tuvo que referirse a la presencia de significados dirigentes del PP en la manifestación. Ignoró el éxito de público de los compañeros de partido que cosecharon los aplausos más sonoros de los manifestantes (¿o es que a estos ya no los representa?) y se centró en los que sufrieron fueron increpados. “Me parece injusto”, dijo.

Tan bárbara e injusta era esa acusación dirigida contra el entonces presidente del Gobierno como lo es ahora contra el actual

Y tiene razón. No sólo injusto. A mí también me parece bárbaro, brutal y absolutamente infundado llamar traidores a los altos dirigentes del PP, incluido el presidente del Gobierno, que tampoco se libró de la dedicatoria.

Tal vez los interpelados hayan podido entender ahora cómo se podía sentir el expresidente Zapatero cuando era acusado de traicionar a las víctimas en las manifestaciones de la AVT, que el PP y sus líderes frecuentaban como una herramienta más para desgastar al Gobierno socialista. Tan bárbara e injusta era esa acusación dirigida contra el entonces presidente del Gobierno como lo es ahora contra el actual. Venga de donde venga. El debido respeto a las víctimas no puede ser derogatorio del debido respeto al gobernante, obligado a gestionar los intereses generales bajo el imperio de la ley. Han sido muchos años de sufrimiento por los efectos de la crueldad de ETA, pero eso no justifica el insulto a los dirigentes del PP ni las extravagantes insinuaciones de que el Tribunal de Estrasburgo se pone de parte de terroristas y violadores con la necesaria colaboración del Gobierno: el de antes y el de ahora. Qué disparate.

Solidarizarse con las víctimas y sus portavoces, sin dejar de comprender su frustración, no puede convertirse en alineamiento obligado con sus tesis. O las de quienes les bailan el agua, como hacen ciertos comunicadores y un sector del PP que apelan a la ingeniería jurídica para eludir el cumplimiento de una sentencia que, según la Audiencia Nacional, es “vinculante” y ha de aplicarse a “todos los casos semejantes”. No acatarla supondría “no sólo apartarse de Europa, sino también del sentido de su civilización”, dice la AN en el auto que conocimos ayer.

La número dos del PP, María Dolores de Cospedal, reaccionó ayer contra las voces desafinadas que oímos en la manifestación convocada el sábado pasado en Madrid por las asociaciones mayoritarias de víctimas del terrorismo. Hubo pedradas contra el presidente del Gobierno (“¡Rajoy, traidor!”) y contra unos dirigentes del PP (Pons, Floriano, Arenas), mientras que otros (Esperanza Aguirre, Ignacio González, Mayor Oreja) fueron vitoreados. Vaya papeleta la de Cospedal tratando de apuntalar la indisoluble identificación de su partido con la causa de las víctimas. Ya no son uña y carne con el PP. Otro nuevo mito que se derrumba, como se ha derrumbado el de que la derecha gobierna mejor la economía, que el PP cumple lo que promete o que mantiene el mismo discurso en todos los rincones de España (la financiación divide a sus barones).

AVT Manifestación Mariano Rajoy María Dolores de Cospedal