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El fútbol español, bajo sospecha
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Antonio Casado

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El fútbol español, bajo sospecha

La Comisión Europea (UE) comunicará a lo largo del día de hoy al Gobierno que a siete clubs de fútbol españoles (Barcelona, Madrid, Atlético de Bilbao,

La Comisión Europea (UE) comunicará a lo largo del día de hoy al Gobierno que a siete clubes de fútbol españoles (Barcelona, Madrid, Atlético de Bilbao, Osasuna, Valencia, Elche y Hércules) se les abre expediente sancionador por haber recibido ayudas públicas, gozar de privilegios fiscales respecto a otros equipos y haber violado las leyes de la competencia. Por tanto, también las autoridades españolas quedan concernidas ante las europeas. Primero en fase indagatoria, para que las partes presenten sus alegaciones (tienen un mes para hacerlo). Y después Bruselas decidirá el cierre del caso o el requerimiento para que se devuelva el dinero público recibido indebidamente.

La primera reacción oficial ha sido negarlo todo. El Gobierno, que responde por los clubes, va a dar la batalla porque, según el ministro García-Margallo, nuestro fútbol “también forma parte de la Marca España”. Y tiene razón cuando levanta acta de la importancia del fútbol en la sociedad española. No está tan claro que también la tenga cuando afirma rotundamente que “no hay nada irregular” en los casos señalados por la Comisaría de la Competencia de la UE.

Una forma de acabar con el malentendido sería declarar el fútbol “bien de interés cultural” y a los futbolistas “especie protegida”

Por ejemplo, el dinero público aportado en la financiación del nuevo estadio bilbaíno de San Mamés, una permuta de terrenos en la nueva ciudad deportiva del Real Madrid, el dinero de la Generalidad Valenciana en apoyo a equipos de la región o el simple hecho de que los clubes que van de entidades "sin ánimo de lucro” (como el Barça o el Madrid) soporten una menor carga fiscal que los constituidos en sociedades anónimas. Si eso no es distorsión de la competencia, se le parece mucho.

Sin embargo, es como si al Gobierno Rajoy le hubieran mentado la bicha. Hasta el punto de reaccionar de modo que ayer tuvimos dificultades para disociar los intereses generales de los intereses de determinados equipos. Convendría no caer en la tentación de confundir las documentadas sospechas de Bruselas con un ataque a la identidad nacional lanzado desde el departamento de la Comisión Europea que dirige Joaquín Almunia. Español y socialista. Lo que nos faltaba.

Una forma de acabar con el malentendido sería declarar el fútbol “bien de interés cultural” y a los futbolistas “especie protegida”. Y mientras eso no ocurra, el pensamiento se nos seguirá yendo hacia las cantidades astronómicas gastadas en fichajes, los altos precios de las entradas a los estadios, las millonarias deudas de los clubes con la Hacienda y la Seguridad Social, etc. Y la verdad es que, a la vista de los elementos económicos, fiscales y financieros que entran en la trastienda del fútbol nacional,a uno se le quitan las ganas de compartir con el ministro García-Margallo la idea de que hay que cuidarlo porque forma parte de la Marca España. Hombre, el fútbol sí, pero no el ventajismo fiscal, el tráfico de influencias o la utilización del dinero público en el rescate financiero de un club.

La Comisión Europea (UE) comunicará a lo largo del día de hoy al Gobierno que a siete clubes de fútbol españoles (Barcelona, Madrid, Atlético de Bilbao, Osasuna, Valencia, Elche y Hércules) se les abre expediente sancionador por haber recibido ayudas públicas, gozar de privilegios fiscales respecto a otros equipos y haber violado las leyes de la competencia. Por tanto, también las autoridades españolas quedan concernidas ante las europeas. Primero en fase indagatoria, para que las partes presenten sus alegaciones (tienen un mes para hacerlo). Y después Bruselas decidirá el cierre del caso o el requerimiento para que se devuelva el dinero público recibido indebidamente.

Bruselas Marca España