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La indigesta cocina del CIS
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Antonio Casado

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La indigesta cocina del CIS

De las entrañas oficiales de la oca (barómetro del CIS) salieron ayer buenas noticias para los dos partidos pequeños a escala nacional (IU y UPyD), que

De las entrañas oficiales de la oca (barómetro del CIS) salieron ayer buenas noticias para los dos partidos pequeños a escala nacional (IU y UPyD), que crecen en expectativa de voto, y malas para los dos grandes, que decrecen. Peores para el PP, que se desploma respecto a las anteriores elecciones generales (pierde casi 13 puntos) mientras que el PSOE baja ligeramente (se deja 2 puntos). El zarpazo electoral de la crisis económica ya sufrido por el PSOE en el Gobierno (noviembre de 2011) lo está sufriendo dos años después el PP con los papeles cambiados, a la espera de ver cómo va evolucionando la situación en la segunda parte de la Legislatura. Se admiten apuestas.

A juzgar por los resultados del sondeo, al Gobierno no le lució su reformismo del año 2013, si nos fijamos en esos casi 3 puntos perdidos entre el barómetro de aquel mes de enero (35,0 %) y este enero de 2014 (32,1%). Solamente haciendo profesión de fe en la retórica de Moncloa (“de la resignación a la esperanza”, “lo peor ha pasado”, “ya hay luz al final del túnel”), podemos esperar a corto plazo el premio a esos sacrificios de la ciudadanía que merecieron la gratitud del presidente, Mariano Rajoy, el pasado fin de semana en Valladolid.

Sobre la verdad matemática de los números de un sondeo siempre planea la sombra de la manipulación. Ocurre cuando el técnico interpreta a quienes no responden a la primera, sin dudarlo, a qué partido piensan votar. Sólo una minoría entran en el epígrafe de la “intención directa”. A todos los demás se les sondea en base a la "simpatía" ("¿Y si al final se decide, a quién votaría?"), al "recuerdo de voto" ("¿A quién votó usted en las pasadas elecciones?") o la impregnación ambiental ("¿Quién cree usted que va a ganar las elecciones?").

Reparen ustedes en la ductilidad de los números cuando se trata de tomar la temperatura electoral del país

Los resultados de esas variables utilizadas por el encuestador pasan por la ‘cocina’ de los técnicos. Y de ahí sale la llamada “estimación de voto”, foto electoral de un determinado momento. Lo habitual es que el partido o los partidos que salen peor en la foto se quejen de una ‘cocina’ indigesta para su gusto. Cuando el PSOE estaba en el poder, se quejaba el PP. Y ahora que es el PP el que manda en la ‘cocina’ (el CIS depende orgánicamente de la Presidencia del Gobierno), el que se queja es el PSOE. Nada nuevo bajo el sol.

Volvamos a la ‘verdad’ de los números. La foto fija del CIS nos dice que, si se celebrasen ahora las elecciones generales, ganaría el PP por 5,5 puntos de diferencia (1,5 puntos menos respecto al barómetro de octubre), por “estimación de voto”. O sea después de la ‘cocina’. Pero si tomamos la “intención directa de voto” más la primera de las variables correctoras (la “simpatía”), el PSOE aventaja al PP en 3 puntos: 17,1% frente a 14,2%.

Como en estimación de voto el tanteo final es de 32,1 (PP) frente a 26.6% (PSOE), vemos que la ‘cocina’ del CIS mejora la facturación electoral del PP en 18 puntos (de 14,2% a 32,1%) y la del PSOE en 9 (de 17,1 %  a 26,6%).

Reparen ustedes en la ductilidad de los números cuando se trata de tomar la temperatura electoral del país. Naturalmente, en el PP están encantados con esos 5,5 puntos de diferencia que, a pesar de los pesares, volverían a darle la victoria, aunque ya sin mayoría absoluta.

Y en el PSOE también están encantados porque, aun con los mismos cocineros oficiales de las encuestas, el partido de Rubalcaba sigue acortando distancias: los 7 puntos de ventaja que tenía el PP en el anterior barómetro (octubre 2013) se han reducido a 5,5 reflejados en el conocido ayer.

De las entrañas oficiales de la oca (barómetro del CIS) salieron ayer buenas noticias para los dos partidos pequeños a escala nacional (IU y UPyD), que crecen en expectativa de voto, y malas para los dos grandes, que decrecen. Peores para el PP, que se desploma respecto a las anteriores elecciones generales (pierde casi 13 puntos) mientras que el PSOE baja ligeramente (se deja 2 puntos). El zarpazo electoral de la crisis económica ya sufrido por el PSOE en el Gobierno (noviembre de 2011) lo está sufriendo dos años después el PP con los papeles cambiados, a la espera de ver cómo va evolucionando la situación en la segunda parte de la Legislatura. Se admiten apuestas.

Barómetro del CIS Mariano Rajoy