Es noticia
Paro: minuto y resultado
  1. España
  2. Al Grano
Antonio Casado

Al Grano

Por

Paro: minuto y resultado

La última aproximación estadística a la cola del paro (Servicios Públicos de Empleo, antiguo INEM) nos deja la buena noticia de que, por primera vez, la

La última aproximación estadística a la cola del paro (Servicios Públicos de Empleo, antiguo INEM) nos deja la buena noticia de que, por primera vez, la tasa es positiva en términos interanuales (de febrero de 2013 a febrero de 2014). Es decir, que hay 227.736 españoles menos buscando trabajo. También es positiva la afiliación a la Seguridad Social con la misma vara de medir: 61.557 afiliados más en el cómputo de los últimos doce meses.

Las cifras no son neutrales en el debate continuo entre poder y oposición. Se venden caros los consensos porque el adversario siempre juega a diferenciarse. Al PSOE le ha faltado tiempo para atajar con otras cifras y otras varas de medir el triunfalismo del Gobierno que, por boca de la ministra, Fátima Báñez, sostenía ayer que “el mercado de trabajo se ha dado la vuelta”. Y desde Roma, el líder socialista, Pérez Rubalcaba, celebraba el descenso del paro en febrero mientras recordaba que la reforma laboral de Rajoy “ha costado un millón de puestos de trabajo”.

Se debate sobre si está o no justificado el optimismo del Gobierno cuando el balance de su gestión, en el ecuador de la legislatura, es el de casi 400.000 parados más (622.000 más, en datos EPA) que cuando se instaló a finales de 2011. Y 685.000 afiliados menos a la Seguridad Social que cuando se aprobó la reforma laboral. Una ligera remontada desde niveles tan bajos aconseja ser prudente al cantar un cambio de tendencia. Recuerden la bienaventuranza a los que han tocado fondo porque, como canta Serrat, a partir de ahí sólo pueden mejorar.

Si se mantiene al ritmo apuntado ayer, tanto en empleo como en afiliación, vamos a necesitar unos cuantos años para recuperar la tasas que encontró Rajoy al llegar a la Moncloa

Ojalá tenga razón la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, cuando afirma que los datos, objetivamente buenos, “no responden a un fenómeno pasajero”, pues reflejan “una tendencia de fondo”. Habla de tendencia, no de tamaños. Si se mantiene al ritmo apuntado ayer, tanto en empleo como en afiliación, vamos a necesitar unos cuantos años para recuperar las tasas que encontró Rajoy al llegar a la Moncloa. Zapatero las dejó fatal, pero ahora están peor. Y al ritmo de la mejoría marcado ayer, que hemos de saludar, los dos años que faltan para las elecciones generales serán insuficientes para dejar las cosas como estaban al cierre del año 2011. Salvo que el ritmo de la mejoría sea mayor, algo difícil de creer a la vista de las previsiones de Bruselas, conocidas la semana pasada, según las cuales España será en 2015 el país con la tasa más alta de paro de la UE (24,6%).

Lo peor es que el paro se sigue tratando como mera derivada de la situación económica y no como un cataclismo social de efectos devastadores. Además de un factor del sistema productivo, el trabajo es el resorte de la autoestima del individuo y su principal vía de integración social. De modo que los indicadores sobre los que el Gobierno asienta su optimismo (saneamiento financiero, confianza de los inversores, mejora de la competitividad) deberían cruzarse siempre con la medida de sus efectos en términos de desigualdad, pobreza, brecha salarial, precarización del trabajo, jóvenes en fuga laboral hacia otros países, servicios públicos que se deterioran y colas cada vez más largas ante los comedores sociales.

La última aproximación estadística a la cola del paro (Servicios Públicos de Empleo, antiguo INEM) nos deja la buena noticia de que, por primera vez, la tasa es positiva en términos interanuales (de febrero de 2013 a febrero de 2014). Es decir, que hay 227.736 españoles menos buscando trabajo. También es positiva la afiliación a la Seguridad Social con la misma vara de medir: 61.557 afiliados más en el cómputo de los últimos doce meses.

Paro Reforma laboral Seguridad Social Fátima Báñez INEM